La semillera Limagrain juntó a más de 50 productores y técnicos en el Gol Club de Villa Mercedes para presentar sus nuevos materiales con diferentes virtudes y ambientes. Fue una jornada organizada por la empresa Agrocigea que mostró el entusiasmo en San Luis por retornar al girasol y que hoy roza las 100 mil hectáreas cultivadas en la provincia.
Los representantes de la multinacional, Nicolás Lucero y BrunoAsensio, destacaron que Limagrain sobresale por su enfoque en la tolerancia a enfermedades, especialmente Phomopsis y verticilosis. Además, revelaron que la empresa está trabajando en el desarrollo de híbridos con resistencia a mildiu y otras enfermedades emergentes.
Las técnicas del INTA San Luis Belén Bravo y Estela Blanco hicieron su aporte en la jornada con datos que advierten sobre la creciente amenaza de enfermedades y plagas que afectan los cultivos de girasol.
Juan Pablo Odetti, ingeniero agrónomo y miembro de la Cátedra de Cereales y Oleaginosas de la Universidad Nacional de San Luis, destacó el crecimiento del cultivo de girasol en la provincia y a nivel nacional. En los últimos cinco años, el cultivo ha mostrado una importante recuperación en superficie sembrada, replicando en San Luis la tendencia del país.
Luego de la crisis registrada en la campaña 2008-2009 debido a los daños ocasionados por aves, la provincia ha logrado alcanzar niveles históricos cercanos a las 80 mil hectáreas sembradas. En la campaña 2023-2024, la superficie cultivada llegó a las 100 mil hectáreas, consolidando un panorama optimista para el sector.
El interés económico es un factor clave en esta expansión, pero también se destaca la evolución de la genética como un motor fundamental del crecimiento. «El cultivo de girasol ha cambiado radicalmente en las últimas décadas gracias a la renovación de los híbridos disponibles en el mercado», señaló Odetti en diálogo con El Semiárido.
Las nuevas variedades presentan mayor estabilidad y mejor adaptabilidad a ambientes marginales como los de San Luis. Además, se han logrado mejoras en la calidad del grano, especialmente en el contenido de materia grasa, y una mayor tolerancia a enfermedades, un aspecto crucial dado que el girasol es altamente susceptible a diversas patologías.
En cuanto a la situación sanitaria de la provincia, Odetti subrayó que las condiciones semiáridas de San Luis representan una ventaja en comparación con otras regiones girasoleras del país: «Las enfermedades que requieren alta humedad para proliferar tienen menor incidencia aquí, lo que reduce la prevalencia de patologías en los cultivos locales».
Respecto a las rotaciones de cultivos, el ingeniero agrónomo afirmó que el girasol vuelve a jugar un papel clave en las planificaciones agronómicas. «Tiene muy buenos márgenes económicos, libera lotes temprano y permite la implantación de cultivos de servicio o la acumulación de agua en el perfil para los siguientes ciclos productivos», indicó.
Finalmente, Odetti destacó una innovación en la producción de girasol: la menor dependencia de polinizadores. «Antes era necesario recurrir a apicultores para instalar colmenas en los lotes de girasol. Sin embargo, los híbridos actuales han superado la autoincompatibilidad, por lo que, aunque los insectos polinizadores siguen presentes en los campos, ya no es imprescindible colocar colmenas», concluyó.
Sergio Chiófalo, ingeniero agrónomo de Villa Mercedes y representante de la empresa Agrocigea, participó en la reciente jornada de girasol en San Luis, un evento que no se realizaba desde hace tiempo en la provincia. «El objetivo era dar a conocer el cultivo a los productores y animarlos a incursionar en él. Desde una perspectiva económica y ambiental, el girasol es una excelente opción para la rotación de cultivos», valoró.
Uno de los temas centrales de la jornada fue el crecimiento sostenido del girasol, impulsado no solo por factores económicos sino también por avances genéticos. «Los nuevos híbridos han mejorado significativamente, con una mejor capacidad para evitar daños por aves, mayor tolerancia al estrés y la posibilidad de colonizar zonas marginales con buenos rendimientos», destacó.
En términos agronómicos, el girasol ocupa un papel fundamental en la diversificación de cultivos. «En los últimos años, lograr rindes de indiferencia con soja ha sido difícil en San Luis. El girasol, en cambio, por su tolerancia al estrés y su capacidad de explorar perfiles de suelo más profundos, permite cubrir costos con mayor facilidad», indicó Chiófalo.
Por último, Chiófalo mencionó que las trillas de girasol en San Luis podrían adelantarse debido a las condiciones climáticas inusuales. «Las altas temperaturas de febrero han acelerado el ciclo de los girasoles sembrados en octubre, por lo que podríamos tener cosechas antes de lo previsto», reveló.

Alerta fitosanitaria
Belén Bravo, investigadora de la Estación Experimental Agropecuaria del INTA San Luis, junto a su equipo de producción agrícola, adviertió sobre la creciente amenaza de enfermedades y plagas que afectan los cultivos de girasol en la región pampeana y el oeste de Buenos Aires.
El cancro del tallo, una enfermedad endémica de la región se presenta como una de las principales preocupaciones, alertó y señaló que este patógeno, que se transmite por semilla y restos vegetales, encuentra condiciones favorables en ambientes cálidos y húmedos. Los síntomas incluyen manchas en forma de «V» invertida en hojas y capítulos, así como cancros en los tallos que pueden provocar su quiebre.
Otra enfermedad relevante es la lacticidosis, que obstruye los vasos de conducción de la planta, causando marchitez y la aparición de manchas cloróticas y necróticas en las hojas. La presencia de esclerocios (estructuras de supervivencia del hongo) en los tallos es un indicador clave de esta enfermedad.
El mildiu también representa una amenaza, destacó la técnica, caracterizado por plantas enanas y cloróticas con presencia de micelio blanco algodonoso en el envés de las hojas. La podredumbre húmeda del capítulo, por su parte, provoca la destrucción del tejido, dejando solo el tejido vascular y esclerocios.
Una maleza parasitaria en expansión
Más allá de las enfermedades fúngicas, la presencia de Orobanche cumana, una maleza parasitaria, genera alerta a nivel nacional, advirtió Estela Blanco, quien describió que esta planta, originaria de Rusia y detectada recientemente en Bolivia, se adhiere a las raíces del girasol, absorbiendo sus nutrientes y causando pérdidas de rendimiento de hasta el 100% en plántulas.
La investigadora destacó la importancia de la detección temprana de esta maleza, cuyas semillas pueden permanecer viables en el suelo durante 5 a 15 años. Recomendó el uso de herbicidas totales para evitar su propagación y la rotación de cultivos con maíz o sorgo, que inducen la germinación de la maleza sin ser huéspedes.
También recomendó realizar un monitoreo constante e instó a los productores a inspeccionar sus cultivos en busca de síntomas de enfermedades y la presencia de Orobanche cumana.
“Ante la detección de síntomas sospechosos, se recomienda contactar al INTA o SENASA para realizar análisis de laboratorio y confirmar el patógeno presente”, precisó.
La profesional enfatizó la importancia de combinar el uso de cultivares resistentes o tolerantes con prácticas de manejo adecuadas, como la rotación de cultivos, la siembra en fechas óptimas y el control de la densidad de siembra. También recomendó utilizar semillas certificadas por INASE para minimizar el riesgo de introducción de patógenos y malezas.
El INTA, en colaboración con la Facultad de Ciencias Agrarias (FCA), lleva a cabo ensayos de investigación en diversos cultivos, incluyendo girasol, para evaluar la resistencia a enfermedades y plagas, así como para desarrollar estrategias de manejo integrado. Se destacó la importancia de la colaboración entre instituciones y productores para enfrentar los desafíos fitosanitarios que afectan a la región.





Semillas para productores de todo el mundo
Bruno Asensio, representante de Limagrain, presentó a la empresa, una multinacional con 60 años de trayectoria en el mercado de semillas. Fundada en Francia por productores, la compañía se dedica a la producción de semillas de girasol, maíz, soja, trigo y cebada, con un enfoque en la investigación y desarrollo para ofrecer a los productores herramientas y materiales de alto rendimiento.
Con un volumen de negocio de casi 900 millones de euros, Limagrain tiene presencia en todo el mundo, con una fuerte presencia en Europa (52%) y América (31%). La empresa invierte un 16% de sus ingresos en investigación y desarrollo, lo que le permite acceder a germoplasma de vanguardia, genética de biotecnología avanzada y laboratorios con marcadores moleculares para la selección de híbridos.
Limagrain llegó a Argentina en 2011 y en 2018 adquirió Sursen, consolidando su presencia en el mercado local. La empresa cuenta con campos experimentales en todo el país y una red de testing en las principales zonas productoras.
La semillera ofrece tres híbridos de girasol:
LG 5710: El híbrido más conocido y sembrado, con alto potencial de rendimiento en grano y aceite (20-22% de aceite). Se caracteriza por su estabilidad, sanidad y tolerancia a enfermedades como Phomopsis, esclerotinia y verticilosis. Próximamente, estará disponible la versión con tecnología CL.
LG 5760 CL: Un híbrido de ciclo intermedio, con alto potencial de rendimiento en grano y buena tolerancia a enfermedades.
LG 5626 Alto Oleico: Un híbrido de ciclo corto, con un 80% de contenido de ácido oleico, ideal para la industria del descascarado.
Limagrain destaca por su enfoque en la tolerancia a enfermedades, especialmente Phomopsis y verticilosis. El LG 5710, por ejemplo, es uno de los híbridos mejor catalogados en el mercado por su tolerancia a Phomopsis. Además, la empresa está trabajando en el desarrollo de híbridos con resistencia a mildiu y otras enfermedades emergentes.











