INTA San Luis junto al Centro Ganadero de Fortuna, el Grupo GAL y el Municipio de esa localidad llevaron a cabo la jornada ganadera sobre “Control de palque o duraznillo negro” con la presencia de 40 productores y asesores de la zona.
Las palabras de bienvenida estuvieron a cargo del intendente Guillermo Muñoz, el representante del Centro de Ganaderos de Fortuna, Nueva Galia y Bagual, José María Ochoa y el ingeniero agrónomo Carlos Magallanes, jefe de la Agencia de Extensión Rural de Unión del INTA.
El objetivo del encuentro fue dar a conocer las múltiples tecnologías disponibles para el control de la especie, manifestaciones clínicas de la intoxicación y prevención en el ganado a cargo de los expertos en la temática.
El “palque” es un problema actual que afecta a la Provincia de San Luis, entre otras, que presenta una distribución norte-sur desde el centro hacia el este, y es el departamento Dupuy uno de los principales focos.
Por tal motivo esta jornada fue considerada un puntapié para empezar a trabajar mancomunadamente con los productores y las Instituciones, para mitigar los efectos adversos en la producción ganadera de esta maleza, manifestaron los organizadores.
En el comienzo de la jornada, Diego Celdrán de INTA San Luis, dio a conocer el relevamiento de datos que tiene como objetivo conocer la opinión sobre el control químico de palque en San Luis, para lo cual los productores completaron un cuestrionario sobre la temática que se desarrollaría durante la jornada.
Jorge Alberto Garay de INTA San Luis, describió la distribución, fisiología y principio toxico del duraznillo negro, como también expuso las distintas experiencias y ensayos realizados en el control, con múltiples tratamientos químicos y sus respectivos resultados.
“Uno de los problemas de nuestra ganadería es la degradación de los pastizales naturales. La invasión de especies herbáceas y leñosas, (especialmente las isletas de chañar, que es uno de los lugares umbrofilos donde se desarrolla el palque), avanzan entre 1 a 3 metros por año, según las condiciones del ambiente, esto tiene como consecuencia negativa en los potreros, donde disminuye la producción forrajera y por ende la baja receptividad ganadera de dicho potrero”, expresó el ingeniero Garay.
También destacó las diversas causas de la invasión de palque entre ellas la intensificación de la agricultura con posterior abandono de tierras marginales, el sobrepastoreo y pastoreo continuo del campo natural e incendios.
Experimentalmente se ha comprobado en bovinos, toxicidad de las hojas en dosis de 10 g/kg PV hasta 65 g/kg PV. Con los frutos se estima que 150 g son letales para un bovino adulto. No solamente intoxica el ganado bovino, también lo hace en ovinos y caprinos la ingestión de 20 g/kg PV de hojas frescas o 1g/kg PV de fruto fresco que son mortales.
A su vez Garay habló del “manejo proactivo”, prevención a través del correcto manejo del pastizal, planificar épocas de usos y descansos de cada lote, en función de las especies “claves”.
Por su parte, el médico veterinario Ricardo Sager de INTA San Luis, narró sus experiencias en intoxicaciones en la región semiárida central. Dijo que “muy pocas veces, el palque es el responsable directo de la intoxicación”, esto quiere decir que además de comportarse como planta tóxica por su composición, debe ser consumida por animales susceptibles, ya que se ha observado en animales que se encuentran en zonas con problemas, presentan una especie de reconocimiento innato a la hora de pastorear lotes en donde está presente el duraznillo negro.
De todos modos para el especialista, en invierno se debe evitar que el lote presente una baja disponibilidad forrajera, ya que el palque seco pierde su olor característico, el cual produce el rechazo al consumo, contradiciendo la teoría mencionada.
En otra parte de la charla, hizo alusión al rol que cumplen las aves en la distribución del duraznillo negro, ya que son el vehículo que esparce las semillas en un amplio territorio. Entre ellas se encuentran las palomas, perdices y las cotorras.
Finalizando la jornada se remarcó la importancia de conocer otras plantas tóxicas, como el romerillo o mio-mio, wedelia glauca o seca tierra, entre otras.
Fotos: Prensa INTA San Luis.