Nuevos estudios plantean la necesidad de reforzar la educación ambiental en nuestras aulas y seguir explorando e investigando los distintos factores que influyente en la alfabetización ambiental.
Investigadores del INTA San Luis articulados con el Instituto Tecnológico de Sonora, en México, exploraron el nivel de alfabetización ambiental de alumnos de la Carrera de Agronomía basados en un estudio desarrollado en la Facultad de Ingeniería y Ciencias Agropecuarias de la Universidad Nacional de San Luis (UNSL).
Para determinar el nivel de alfabetización ambiental (NAA), los investigadores utilizaron un cuestionario de opinión respecto a diferentes variables; “este cuestionario fue probado en investigaciones desarrolladas en diferentes universidades del mundo», explicó el Ingeniero Diego Celdrán de INTA e integrante del equipo de investigación.
“Este estudio tuvo como objetivo identificar el nivel de alfabetización ambiental en general y en particular de sus componentes; actitud, conducta y conocimiento, en los alumnos que cursan en los cinco años de la Facultad de Agronomía de la Universidad”, añadió Celdrán.
A través de este trabajo se pudo analizar la muestra en conjunto y constatar que los alumnos presentaron un nivel de alfabetización ambiental aceptable, para la escala utilizada. Sin embargo, de acuerdo a los resultados de la investigación, mostraron bajos valores de conducta.
A su vez, el Ingeniero Celdrán mencionó que las variables fueron examinadas por género: “las mujeres demostraron tener mejores intenciones, realizar mayor cantidad de conductas a favor del ambiente y manejan mejor las nociones básicas de ambiente y ecología que sus compañeros hombres. También se observó un “efecto año de cursada” ya que a partir del 3° año los alumnos mostraron mejor nivel de conocimiento y actitud ambiental”.
En general los alumnos de agronomía en su conjunto, tuvieron buenos niveles de actitud, pero no lo estarían reflejando en sus conductas, explicaron los investigadores. Aunque a través de esta investigación, articulada con el instituto mexicano y la Facultad de Agronomía de la UNSL, se pudo conocer que estos resultados en estudiantes universitarios, fueron similares en distintas partes del mundo.
Celdrán plantea que probablemente, “si todos respondiéramos este cuestionario, los resultados serían similares, sabemos qué afecta al ambiente, pero nos cuesta revertir nuestras conductas y cambiar nuestros hábitos. Estimo que este será el desafío de la educación ambiental del futuro; ayudar a revertir ciertos comportamientos que van en detrimento del ambiente”.
Finalmente el investigador rescató la importancia en el vínculo con la facultad de agronomía que autorizó el estudio y la buena predisposición de los docentes a colaborar con esta tarea junto a los alumnos encuestados.
Fuente: INTA San Luis
