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Investigación en San Luis: el impacto de la ganadería en los mamíferos del monte

Francisco Molina, investigador del Instituto Multidisciplinario de Investigaciones Biológicas (IMIBIO) de la Universidad Nacional de San Luis (UNSL), se dedica al estudio de los mamíferos del bosque chaqueño. Este ecosistema alcanza su extremo sur en la provincia de San Luis y es fundamental para la conservación de la fauna nativa.

Molina decidió investigar cómo los sistemas de manejo ganadero afectan a los mamíferos chaqueños, un tema poco estudiado pero crucial dado que la ganadería extensiva bajo monte es la principal actividad económica en la región. Su objetivo es generar conocimiento que contribuya al manejo sostenible del bosque chaqueño y a la preservación de las especies nativas.

Entrevistado por El Semiárido, Molina explicó que el Chaco Árido de San Luis, aunque menos investigado, posee mayor potencial de conservación frente a otras áreas chaqueñas debido a su menor nivel de deforestación. Además, representa un territorio clave para entender cómo los diferentes sistemas de manejo ganadero impactan la biodiversidad.


¿Cuál fue la motivación principal para iniciar esta investigación?

Yo tenía un interés personal en estudiar a los mamíferos del bosque chaqueño, el cual alcanza su extremo sur en nuestra provincia y se extiende hasta Bolivia y Paraguay. Quería trabajar en un proyecto que contribuyera a generar conocimiento para ayudar a la conservación de los mamíferos nativos mediante el manejo del bosque. Consulté a investigadores especialistas cuál era el vacío de información más importante en este sentido, y me dijeron que el efecto de los sistemas de manejo ganaderos estaba muy poco estudiado. Este conocimiento es clave ya que la ganadería extensiva bajo monte es la principal actividad económica en los remanentes del bosque chaqueño.

¿Por qué eligieron el chaco árido de San Luis como área de estudio?

Por un lado, lógicamente nos interesa enfocarnos en San Luis por ser nuestra provincia, cuya fauna además está muy poco estudiada en relación a otras provincias, especialmente fuera de áreas protegidas. Por otro lado, el Chaco Árido constituye la mayor parte del bosque chaqueño de San Luis, y a nivel de toda la ecorregión es el que menos ha sufrido el desmonte total para agricultura y por ende tiene más potencial de conservación mediante planes de manejo. Sin embargo, históricamente ha recibido menos atención que el Chaco Semiárido o el Húmedo.

¿Cuáles son las principales diferencias entre el pastoreo continuo y el pastoreo rotativo en términos de impacto ambiental?

El pastoreo rotativo tiene como principal propósito permitir el descanso y la recuperación del forraje natural (pasturas y otras herbáceas), evitando el sobrepastoreo que se produce cuando los animales pastorean una misma área de forma continua. De esta manera, también reduce el impacto del ganado en el suelo, evitando la compactación del mismo y mejorando la absorción de agua. Por último, con una carga elevada en cortos períodos de tiempo, se busca que el sistema rotativo distribuya mejor tanto el impacto del ganado en la vegetación como la fertilización por parte de sus desechos en toda la superficie del campo. Todos estos factores contribuyen a que el pastoreo rotativo mejore la condición y productividad del campo, mientras que el pastoreo continuo suele tender a la degradación del mismo. De esta manera, se espera que el pastoreo rotativo tenga efectos positivos en la biodiversidad y el secuestro de carbono, lo cual tiene cierto soporte en algunos estudios en otras partes del mundo, pero hacen falta más investigaciones para poder llegar a conclusiones generales. Para el bosque chaqueño en particular, esto aún permanece muy poco estudiado.

¿Qué esperan encontrar al comparar estos dos métodos de producción ganadera?

En el sistema de pastoreo rotativo esperamos encontrar cambios positivos en la diversidad (cantidad de especies), el uso del hábitat y los patrones de actividad diarios de los mamíferos respecto del más tradicional pastoreo continuo. Anticipamos esto por dos factores principales. Primero, el hecho de que el pastoreo rotativo ofrezca más disponibilidad de pasturas y otras herbáceas debería favorecer a los herbívoros nativos, principalmente a las especies pastadoras como la mara (o liebre criolla) y la vizcacha. Por otro lado, el sistema rotativo excluye al ganado de la mayor parte del campo en todo momento. Esta liberación de la presencia directa de la vaca podría atraer a los mamíferos nativos, ya que se ha comprobado que algunos evitan su cercanía. Las especies nativas pueden manifestar este rechazo a la presencia del ganado no solo espacialmente al evitar áreas con ganado, si no también temporalmente al modificar sus horarios de actividad naturales para evitar coincidir con el de las vacas.

¿Qué tipo de tecnologías y herramientas utilizan para el monitoreo de la fauna?

Nuestra principal herramienta son las cámaras trampa, las cuales trabajan de forma automática en el campo tomando fotos al detectar movimiento de los animales que transitan frente a ellas. Esta herramienta es ideal para estudiar a mamíferos de mediano y gran porte por períodos prolongados, que de otra manera son muy difíciles de registrar dada su baja densidad y su aversión a las personas. Para los mamíferos pequeños como ratones o cuises, nuestra mejor opción para estudiarlos es mediante captura y liberación con trampas Sherman. Éstos son dispositivos metálicos que funcionan colocando un cebo a base de avena en su interior para atraer a los animales, que al entrar en la misma activan su cierre de forma mecánica. Se las coloca al atardecer y se las revisa al amanecer del día siguiente. Si tienen algún individuo, se determina la especie, se toman medidas corporales, y se lo libera en el mismo sitio de captura. Este método es más limitante ya que requiere mucho esfuerzo a campo y la muestra es tomada en un momento puntual, no a lo largo de un período continuo como con las cámaras. Otra herramienta que se puede usar son los transmisores GPS que se colocan a individuos (generalmente mediante un collar), pero esta herramienta es mucho más costosa y compleja de aplicar, y se usa para estudios focalizados en una o dos especies, y no a nivel más general como en nuestro estudio. En ambientes más abiertos (como praderas o sabanas) y con especies más visibles (como con grandes herbívoros), se pueden realizar monitoreos periódicos mediante transectas fijas. Pero de nuevo, este método no es adecuado en nuestro caso.

¿Cómo funciona el uso de cámaras trampa y trampas Shermans en este estudio?

Nosotros aplicamos muestreos sistemáticos validados por la comunidad científica internacional. En particular, nuestro equipo forma parte del Programa de Pesquisas Biológicas (PPBio), un proyecto internacional originado en Brasil que propone métodos estandarizados de monitoreos de biodiversidad con el fin de facilitar la comparación de resultados y el análisis de patrones de biodiversidad a gran escala. En el caso de las cámaras trampa, las disponemos espaciadas de forma regular en una grilla cuadriculada. En nuestro caso usamos 30 cámaras distanciadas cada 1 km entre sí, lo cual implica un gran esfuerzo a campo. La mitad de la grilla cae dentro de un sistema rotativo y la otra mitad en un sistema continuo. El hecho de que ambos tipos de pastoreo sean adyacentes permite minimizar el efecto de otros factores ambientales que podrían explicar las diferencias encontradas entre sistemas de pastoreo si éstos estuvieran localizados en lugares distantes, dándole robustez a los resultados. De manera similar, las trampas Sherman para pequeños mamíferos son dispuestas en cada sistema usando cuatro transectas distanciadas cada 1 km entre sí (coincidiendo con la ubicación de una porción de las cámaras), donde cada transecta tiene 25 trampas colocadas cada un metro.

¿Cuáles son los principales desafíos al momento de recolectar los datos en el terreno?

El principal desafío es el esfuerzo físico que requiere acceder a todos los puntos de monitoreo, en especial cuando la vegetación es densa, el terreno es irregular, o los caminos de acceso son limitados. Además, se requiere tolerancia y buena preparación para las condiciones agrestes, como la exposición a animales molestos o ponzoñosos (insectos, arácnidos o serpientes) y a temperaturas extremas. Otra complejidad es la de conseguir ayudantes y capacitarlos para orientarse en el campo y tomar los datos de forma correcta. No menor es la posibilidad de contar con apoyo institucional, por ejemplo, para disponer de un vehículo adecuado para las campañas, lo cual aliviana la logística y el esfuerzo.

¿Qué especies en particular podrían beneficiarse de un mejor manejo del ganado en la región?

En cuanto a estos dos sistemas, en principio hipotetizamos que la mara y la vizcacha serían las especies más beneficiadas por el pastoreo rotativo debido a su dieta basada en gramíneas y dada la mayor disponibilidad de alimento que este sistema les proporcionaría, seguidas por el conejo de los palos y la corzuela. Entre los pequeños mamíferos, este factor debería afectar en mayor medida a especies como los cuises y tuco-tucos. A su vez, esto podría beneficiar a los predadores nativos de estas especies como el puma, el gato montés y el yaguarundí, además de las aves rapaces. Por otro lado, el factor de la exclusión del ganado debería tener un efecto positivo directo más generalizado en todas las especies. Mi estudio aborda solo un aspecto del manejo del ganado, pero hay otros, como el conflicto que se da cuando los predadores atacan al ganado, que también necesitan ser estudiados para lograr medidas que permitan un balance entre las actividades productivas y la conservación del bosque y la fauna nativa.