En la búsqueda de nuevas alternativas al uso de fertilizantes tradicionales, uno de los puntos clave para la producción sostenible, técnicos de INTA San Luis estudiaron el efecto de un compost orgánico obtenido de la industrialización del maíz, para determinar diferencias de rendimiento en la producción de lechuga.
La producción de verduras de hoja se hace en la zona en pequeña escala de forma periurbana. Como fertilizante se usa humus propio, ya que la cama de gallina y el guano son de alto costo debido al flete. Existe, sin embargo un importante cinturón industrial en los alrededores. En este contexto se inicia con una empresa local la prueba y validación de uso de un compost obtenido a partir de la molienda húmeda de maíz, resultado de la mineralización y estabilización de los productos secundarios. Se trata de un sólido oscuro, inodoro, con alta concentración de minerales.
El ensayo tuvo lugar en la EEA de INTA San Luis, donde se utilizaron semillas de lechuga Maravimor de Pro-huerta en la campaña 2017. Previamente se realizó la prueba de poder germinativo, que alcanzó el 97.3 %.
Se realizaron tres tratamientos comparativos: el primero fue una mezcla de humus de abonera y perlita en partes iguales, que constituyó el tratamiento testigo (T); al segundo se le agregó un 10 % de compost orgánico (G10), mientras que el tercer tratamiento tuvo una concentración de 15 % de compost en la mezcla original (G15). En ensayo se llevó a cabo en macetas, los componentes del rendimiento estudiado fueron altura de planta, peso fresco y peso seco.
Las hipótesis planteadas por los especialistas fueron que habría un efecto diferencial entre las dos concentraciones de compost orgánico y que estas serían distintas respecto al humus de abonera.
El análisis estadístico permitió hacer distintas observaciones, por un lado la mezcla de compost al 15% obtuvo menor altura de planta, peso fresco y peso verde, mientras que el testigo y Compost al 10%, no presentaron diferencias estadísticas entre sí, en las 3 variables estudiadas. La concentración de 15 % no tendría efecto positivo en el desarrollo de la lechuga, debiéndose aconsejar concentraciones de compost menores. No se observó toxicidad en concentraciones al 10 %, aunque tampoco superioridad con respecto al humus.
Respecto a las hipótesis planteadas se pudo observar un efecto diferencial entre las dos concentraciones de compost orgánico, siendo la de 10 % superior a la de 15 % para los componentes del rendimiento y para la especie estudiada. Con respecto a la segunda hipótesis no se pudo comprobar el efecto diferencial con respecto al humus.
