La Comisión Directiva del Colegio de Ingenieros Agrónomos y Profesiones Afines de San Luis (CIAPA) le expresó por nota al ministro de Medio Ambiente, Campo y Producción, Cristian Moleker, su disconformidad con la reciente sanción de la ley provincial que establece nuevas distancias mínimas para aplicar glifosato, herbicidas equiparables o agroquímicos en todo tipo de cultivos productivos.
El malestar de la entidad que preside Ángel Cignetti, es que la Comisión Provincial de Sanidad Vegetal (Coprosave), creada por ley IX-320-2004 y reglamentada por el decreto 1962 de 2014, no fue tenida en cuenta a la hora de fundamentar y debatir esa ley sancionada. La Coprosave está conformada por “actores de destacada incumbencia en el ámbito”, le recuerda el colegio en la nota al ministro y aludiendo que esa comisión la integran, además del gobierno, el CIAPA, la Universidad Nacional de San Lui, Senasa, INTA y sociedades rurales.
Este reclamo es el segundo que recibió el ministerio por esta iniciativa que se tramitó en el mayor de lo secretos. El CIAPA también entiende que la Coprosave, al nutrirse de diferentes miradas, “seguramente habría aportado de manera contundente un debate fructífero ante la promulgación de esta ley”. La nota a Moleker deja en evidencia otro descuido de la gestión: “Si tan solo la anterior ley se hubiese aplicado en forma eficiente, la actual no hubiese sido necesaria”.
En opinión de la entidad que agrupa a los ingenieros agrónomos, ante las nuevas y exageradas restricciones impuestas con esta ley, como miembro activo de la Coprosave, el CIAPA expresa que en ningún momento tomó pate de esta decisión.
La entidad le recuerda al funcionario que el colegio, cuando firmó un convenio con el ministerio se comprometió a colaborar con diversos objetivo: “Jerarquizar la profesión, aumentar el espectro laboral del matriculado, fomentar las buenas prácticas agrícolas entre los productores y técnicos y también colaborar con el Proyecto de Paz entre el Progreso y el Medio Ambiente; proyecto al que ustedes también abrazan”.
Pero en la dura carta el ministro, el CIAPA sin embargo no cierra ninguna puerta: “Bregamos para que esta cooperación en la que juntos nos hemos embarcado, no caiga también en esa unilateral actitud del no dialogo en la que los gestores de esta ley han decidido tomar y solo sea un papel en el que se firman voluntades que no se cumlen”.
Por ello advierten que como CIAPA deben estar alertas al accionar que se toma “aunque creamos que los caminos se encuentran allanados”.
Finalmente le recuerdan a Moleker que los profesionales de la ingeniería agronómica, tienen según resoluciones ministeriales (Artículo 1° de la Resolución N° 1002-2003 del Ministerio de Educación, Ciencia y Tecnología B.O. 9-1-2004), actividades reservadas al ingeniero agrónomo que se mencionan en el anexo:
22- “Programar, ejecutar y evaluar la formulación, certificación de uso, comercialización, exendio y aplicación de agroquímicos, recursos biológicos, recursos biotecnológicos, fertilizantes y enmiendas destinadas al uso agrícola y forestal, por su posible perjuicio a la integridad y conservación del suelo y del ambiente”.
23- “Asesorar en la elaboración, almacenamiento conservación y transporte de agroquímicos, recurso biológicos, recurso biotecnológicos, fertilizantes y enmiendas destinadas al uso agrícola y forestal”.
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