Dos desarrollos de empresas de Córdoba y San Luis apuntan a reemplazar los accesorios manuales en la medición de lluvias y temperaturas y en la dinámica de las napas freáticas, un problema significativo en el sur de Córdoba, San Luis, Santa Fe y La Pampa.
En la edición de hoy del Diario La Nación destaca en un artículo que los implementos de ambas firmas permiten ganar eficiencia en el actual contexto para la producción.
La empresa cordobesa AVL Plus -dedicada hace una década al seguimiento satelital de vehículos- desarrolló y comercializa Dropper, un pluviómetro con sensores cuyo precio de mercado equivale a un tercio de los importados. Los otros similares que existen son con sensores importados y CPU nacional.
Logatec, una firma de San Luis, es la primera en el país en desarrollar medidores de napas con sensores. Javier Carrizo, su director, señaló a ese diario que iniciaron el proceso en conjunto con las áreas de Medio Ambiente y Producción de la provincia y el Conicet.
Con la aparición de nuevos ríos «de la nada» en la cuenca de El Morro (sudoeste de San Luis) empezó a seguirse de cerca el movimiento de las napas freáticas. La empresa, especialista en integración de tecnología, instrumentó este freatrímetro que mide automáticamente la dinámica y la reporta a un centro de cómputos. Hay 22 equipos instalados en la zona.
Para instalarlos se perfora la tierra -la cantidad de metros depende de las condiciones- hasta llegar a la napa; se entuba el pozo para que la tierra no invada el ingreso o salida de agua cuando la napa fluctúa.
«Todo lo que hay instalado en otros lugares es manual -describe Carrizo-, lo que obliga a recorrer las zonas; este modelo permite seguir todas las variaciones; se programa cada cuánto medir y con el registro se puede predecir, anticiparse a qué tan alto o a qué velocidad puede subir la napa para accionar bombas de alivio o tomar las medidas que correspondan», explicó.
La empresa fue contactada desde La Pampa y Santa Fe donde también hay problemas de napas altas que provocan anegamientos.
En el sur de San Luis también alarma el ascenso de las napas. Por ejemplo, la escuela agraria de Buena Esperanza aun sin inaugurar se construyó en un bajo, que si bien nunca se inundó, hoy está con sus cimientos bajo el agua. También es llamativo observar las banquinas en el camino rumbo a Bagual, en el seco Departamento Dupuy, inundadas por completo.
Foto: Diario La Nación