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Con fuerte presencia de especialistas del CONICET se realizó en Mendoza un congreso internacional sobre terroir, clave en el sector vitivinícola

El evento contó con la participación de expertos de más de 15 países donde se destacó la importancia del terroir en la viticultura y la influencia de factores como el clima, el suelo y la topografía en la calidad de los vinos.

Por primera vez en Argentina, desde su inicio en 1996, se llevó a cabo la decimoquinta edición del International Terroir Congress. El encuentro contó con la participación de especialistas del CONICET y expertos nacionales e internacionales, quienes presentaron lo último en investigación en esta temática. El congreso fue organizado por el Instituto de Biología Agrícola de Mendoza (IBAM, CONICET-UNCUYO), el Catena Institute of Wine (CIW) de la bodega Catena Zapata, el Gobierno de Mendoza y la Facultad de Ciencias Agrarias de la Universidad Nacional de Cuyo (UNCUYO).

La amplia representación del CONICET en el congreso resalta el compromiso de la ciencia argentina con la viticultura, el terroir y la sostenibilidad en la región. El congreso tuvo sede en Mendoza y contó con charlas, exposiciones, paneles de especialistas y una salida de campo que ofreció una exploración práctica del terroir único de la provincia de Cuyo. El evento ofreció una visión integral del terroir desde diversas disciplinas. Entre los expositores del CONICET estuvieron del IBAM: los becarios Carolina Ledda y Flavio Muñoz y los investigadores Rodrigo Alonso y Luciano Calderón; del Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA): Jorge Prieto, Marcos Paolinelli y Claudio Galmarini; del Instituto Argentino de Nivología, Glaciología y Ciencias Ambientales (IANIGLA, CONICET-UNCUYO-Gob.Mza): Maximiliano Viale; del Instituto Argentino de Investigaciones de Zonas Áridas (IADIZA, CONICET-UNCUYO-Gob.Mza): Andrea Fruitos; y los ex becarios del CONICET, Roy Urvieta y Daniela Mezzzatesta, así como Deolindo Dominguez, Natalia Carrillo y Alfredo Draque de la Facultad de Ciencias Agrarias.

La participación del CONICET en este congreso es muy importante, ya que fueron cinco días en los que se compartió con investigadores de todo el mundo sobre distintos tópicos, desde el suelo, el agua, la planta, el manejo de la vid, y el vino, por supuesto, además de las visitas a las bodegas para apreciar la calidad de los vinos de Mendoza. Y, obviamente, hay que resaltar el valor de la vinculación público-privada, ya que parte de la organización fue en colaboración con el Catena Institute of Wine”, sostuvo el director del IBAM, Ricardo Masuelli.

Por su parte, la especialista en viticultura del CIW, Jenifer Cugat expresó: “Este es un evento que venimos organizando desde hace más de un año, en el que participa el Catena Institute of Wine, el área de investigación y desarrollo de la bodega. Creo que la relevancia de este evento radica en vincular a la comunidad científica local con la internacional, creando un puente entre la industria y la ciencia, y teniendo la posibilidad de traer a los expertos más destacados del mundo. Han asistido representantes de más de quince países, como Israel, Estados Unidos, Francia, Italia y España. Ser la sede de este evento tan importante ha sido un trabajo inmenso, pero muy gratificante”.

Es importante señalar que el CONICET ha realizado un importante aporte a la industria vitivinícola, proporcionando las bases científicas para muchas de las prácticas de manejo. “Creo que es un impacto muy positivo que este congreso se haya realizado por primera vez en Latinoamérica, en Mendoza, una de las capitales internacionales del vino, donde se reconoce mundialmente nuestra trayectoria en viticultura. Este evento profundizó la discusión sobre qué es el terroir. Gran parte de lo que hacemos se ve reflejado en el documental “Hacer Vino en el Desierto”, que proyectamos en el marco de este congreso, y que además participó recientemente en un festival internacional de cine del vino. Próximamente, estará disponible en Amazon Prime. Fue una producción audiovisual, realizada por CONICET Documental, que mostró la colaboración entre los científicos de Mendoza y el sector vitivinícola”, afirmó la investigadora del CONICET y profesora de la Universidad Nacional de Cuyo, Carina González, quien además fue coordinadora del Comité Científico y parte del comité organizador del evento.

En este marco, el investigador del IBAM, y miembro del comité académico, Marcos Maza expresó: “Es realmente importante poder mostrar lo que tenemos y que estamos casi al mismo lugar, por así decirlo, que cualquier lugar del mundo. El CONICET junto al IBAM trabajan mucho con la vitivinicultura. Esto ha sido una apuesta de todos los trabajos que se están haciendo aquí en este congreso. La verdad exponer en un congreso internacional de esta magnitud realmente es llevar al mundo todo lo que hacemos, nuestros viñedos, nuestro clima, nuestros vinos, toda nuestra vitivinicultura”.

Por su parte, el secretario de Internacionales y Posgrado de la UNCUYO y director del congreso, Rodrigo López Plantey destacó el éxito del desafío que representó organizar este congreso mundial: “Fue una gran oportunidad en la que empleamos todas nuestras herramientas. Más de un año de trabajo intenso, evaluando papers, pósters, charlas y short communications, además de vincularnos con el sector privado. Tanto desde el CONICET como desde la universidad, consideramos que el conocimiento debe echar raíces, y para eso el sector privado es clave. Por eso, asociarnos con ellos fue una prioridad”.

El 15th International Terroir Congress contó con el aval del CONICET Mendoza, la Organización Internacional de la Viña y el Vino (OIV), la International Viticulture and Enology Society (IVES), la Universidad Maza, la Corporación Vitivinícola Argentina (COVIAR), el Instituto Nacional de Vitivinicultura (INV), Wines of Argentina y el Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA). El investigador de la Estación Experimental Mendoza de INTA, Martín Fanzone, señaló: “Hay que tratar de incentivar la posibilidad de que se realicen otros congresos de áreas también específicas, ya que nos permite ver la calidad científica de lo que se está trabajando y, sobre todo, entender que lo que estamos haciendo está a la vanguardia de lo que se está haciendo en el mundo.” Y agregó: “Todo lo que se ha presentado a nivel local está perfectamente en consonancia con lo que se está haciendo a nivel mundial”.

Por su parte, Andrea Fruitos destacó que su presencia en el congreso y su exposición fueron una instancia muy importante para poder aportar al concepto de terroir y la viticultura, resaltando el valor de la biodiversidad y lo que esta puede aportar a la producción vitivinícola, así como a la producción de productos diferenciados a través de la conservación de las plantas nativas y las abejas nativas. Fruitos expuso aspectos relacionados con el diseño y el análisis de la expansión de la frontera agrícola sobre el pedemonte, así como el impacto de esto sobre la biodiversidad, tanto vegetal como de los visitantes florales.

En tanto, Luciano Calderón, presentó su trabajo sobre la decodificación del genoma completo del Malbec, una investigación recientemente publicada en la prestigiosa revista Nature Plants. Esta revista es reconocida por su alto índice de impacto en el área de la investigación agronómica. “La oportunidad de exponer este trabajo en un congreso de este nivel internacional es un honor y un privilegio para nosotros”, comentó Calderón.

En la apertura del congreso participaron el subsecretario de Agricultura y Ganadería, Sergio Moralejo, y el director de Agricultura, Alfredo Draque, junto a la rectora de la UNCuyo, Esther Sánchez, entre otras autoridades.