Si bien la exigencia de ingresar el 90% de las divisas a los tres días de emitido el permiso de embarque, es un requisito casi imposible de cumplir para la mercadería vacuna, entendemos que la medida no caduca, como en el caso de los granos, por haber llegado al límite. Sugerencias para que sea aprovechable.
El lunes, el gobierno anunció la eliminación temporaria de los derechos de exportación sobre granos y derivados, lo que fue una sorpresa. Especialmente en el caso de la soja, a causa de su altísimo nivel.
Tal ventaja regía hasta el 31 de octubre o hasta que se liquiden USD7 mil millones de esas ventas externas, lo que suceda antes.
De esa manera quedaban aún en peor situación relativa las carnes, ya que aquellos productos forman parte de su costo.
Al rato, el gobierno extendió la medida a carnes bovinas y de ave.
Pero hay una cláusula que hace casi inviable el aprovechamiento del beneficio para este sector.
Se trata de la exigencia de ingresar el 90% de las divisas a los tres días de emitido el permiso de embarque.
Dada la operatoria usual en la exportación de carne, este requisito es casi de cumplimiento imposible.
Habría tres formas de satisfacerlo, contar con líneas de prefinanciación de exportaciones, con fondeo propio o con la anuencia del importador de anticipar semejante volumen de dinero.
De acuerdo a los montos potenciales requeridos, ninguna de las tres podría amparar una proporción sustancial del comercio exterior de carnes.
De no cambiar el texto de la medida, pasará a ser un beneficio teórico de aprovechamiento minúsculo.
Por otro lado, ayer se supo que, con las declaraciones de venta al exterior de granos (DJVE) ya se alcanzó el līmite de 7 mil millones por lo que el beneficio para los granos caduca. En nuestra interpretación, el decreto 685, que es el que otorgó esta ventaja para las carnes, sólo imponía un límite temporal pero no cuantitativo.
Valor Carne.