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Un ensayo con sésamo sorprende en el sudoeste de San Luis

El productor Espartaco Bailleres no deja de sorprender con su arrojo productivo. En menos de cinco años corrió la frontera agrícola en el sudoeste de San Luis, donde en su campo El 30 de Octubre convirtió en agrícolas 11 mil de las 34 mil hectáreas que tiene este campo ubicado entre Nahuel Mapá y Navia, a 220 kilómetros de la capital puntana.

Ahora exhibe orgulloso el hasta ahora exitoso ensayo con cultivo de sésamo. Lo sembró a mediados de diciembre y está a diez días de la cosecha, que la hará con una plataforma de trigo.

“Estamos probando qué cultivos se dan mejor en la zona, Ya hicimos girasol, maíz y otros. Ahora estamos poroto mung, pero el sésamo nos ha sorprendió por su respuesta al estrés hídrico, enfermedades y días fríos”, le contó Espartaco a El Semiárido.

Con semilla comprada en Salta, sembró 50 hectáreas, de las que quedaron 36 porque se pasó el fumigador que aplicaba un preemergente en maíz en un lote contiguo.

No hizo falta fertilizar porque la semilla tiene 52% de aceite, lo cual abarata los costos de implantación. Sí aplicó herbicidas para control de malezas con preemergentes y sistémicos para hoja ancha y gramíneas.

El productor dijo que la cosecha será para exportar: “En Argentina es insignificante la superficie cultivada clon sésamo; la demanda está en la industria farmacéutica; los mayores productores mundiales de esta oleaginosa son China, India y Birmania”.

Espartaco espera un rendimiento de una tonelada por hectárea, que hoy cotiza entre los 800 y mil dólares.

En solo cuatro años, el productor convirtió el establecimiento en proveedor de invernada para dos campos propios en Santiago del Estero donde recrían y engordan a corral. Hasta el año pasado, El 30 de Octubre tenía más de 6 mil madres Angus y su meta es llegar a las 10 mil, con una producción anual de 8.500 terneros.

Cuando se hizo cargo del establecimiento, el 3 de enero de 2019, era un campo de cría típico de la zona con 3.00 vacas Bonsmara, que ya fueron reemplazadas por el Angus negro y colorado en busca de un animal más chico y que coma menos en función de estos campos. Su manejo eficiente ya le brinda un 98% de destete.

El esquema agrícola le permite asegurarse la alimentación de los vientres durante todo el año. Más de 18 mil hectáreas están con pasturas naturales, 2.800 con digitaria, 5.400 con pasto llorón, 3.000 con agricultura forrajera (sorgo, centeno y maíz) y 4.800 con agrícola de cosecha (maíz, girasol y centeno).

Convencido de que en San Luis “hay mucho por hacer”, Bailleres decidió radicarse en esa exigente zona porque ve la posibilidad de transformarla y desarrollarla.

Fotos: Gentileza Espartaco Bailleres.