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Luego de tres ruedas alcistas seguidas en Chicago, la soja quedó otra vez cerca del valor récord histórico

Luego de completar la tercera jornada alcista consecutiva en la Bolsa de Chicago y de cerrar con un ajuste de 639,34 dólares por tonelada, la soja volvió a acercarse ayer al precio récord histórico del 4 de septiembre de 2012, cuando las pizarras reflejaron un ajuste para la posición más cercana de 650,74 dólares por tonelada. Las mejoras en estas tres ruedas tuvieron fundamentos climáticos, pero también de oferta y demanda, por la chance cierta de que las existencias estadounidenses vuelvan a caer y por la ralentización de las exportaciones de Brasil. Al cierre de los negocios los contratos julio y agosto de la soja sumaron US$4,32 y 3,31, mientras que sus valores de ajuste resultaron de 639,34 y de 610,96 dólares por tonelada.

Con el mercado climático dando sus primeros pasos en la temporada agrícola 2022/2023 de Estados Unidos, y pese a las lluvias que se registraron hoy y que se prolongarían sobre áreas del medio oeste hasta el cierre de la semana, los pronósticos extendidos de 8 a 14 días del Servicio Meteorológico estadounidense encendieron las alarmas de los especuladores por el augurio de lluvias inferiores a las normales y de temperaturas en alza para buena parte de las zonas productoras de granos gruesos.

Esa chance de humedad insuficiente le dio más peso a otro factor alcista manejado por los operadores: la posibilidad de que el viernes el Departamento de Agricultura de los Estados Unidos (USDA, por sus siglas en inglés) vuelva a reducir en el informe mensual de estimaciones agrícolas su previsión sobre las existencias finales estadounidenses 2021/2022 de soja. En ese sentido, el promedio de las proyecciones privadas augura un stock remanente al cierre de la campaña –el 31 de agosto– de 5,93 millones de toneladas, inferior al calculado en mayo por el organismo, de 6,39 millones, y el más bajo desde los 5,35 millones con que terminó el ciclo 2015/2016. De concretarse el recorte esperado por el mercado sería el quinto consecutivo desde el informe de enero, cuando las existencias finales se pronosticaban en 9,52 millones de toneladas.

La razón que vino horadando las reservas de soja estadounidense fue el incremento de las exportaciones. Y eso puso al mercado a ratificar el otro fundamento alcista que vino influyendo sobre los precios en los últimos días: la ralentización de las ventas externas de Brasil. En este sentido, la Asociación Nacional de Exportadores de Cereales brasileña (ANEC) relevó ayer los despachos de poroto de soja durante mayo en 10.261.522 toneladas, por debajo de las 11.362.634 toneladas de abril y de las 14.221.295 toneladas de mayo de 2021. En los primeros cinco meses de 2022 las exportaciones del principal proveedor mundial de poroto de soja sumaron 45.182.930 toneladas, un 10,3% menos que las 50.375.246 toneladas de igual segmento de 2021.

Para junio la ANEC prevé las exportaciones de soja en 9.410.568 toneladas, por debajo de las 10.129.020 toneladas de igual mes del año pasado.

Ayer la Compañía Nacional de Abastecimiento (Conab), dependiente del Ministerio de Agricultura de Brasil elevó de 123,83 a 124,27 millones de toneladas el cálculo sobre la producción de soja 2021/2022 en su informe mensual de estimaciones agrícolas, pero redujo de 77 a 75,23 millones de toneladas su expectativa sobre las exportaciones. En mayo el USDA proyectó la cosecha y las ventas brasileñas en 125 y en 82,75 millones de toneladas, respectivamente.

Según datos de la Conab, en la campaña 2020/2021 Brasil produjo 138,15 millones de toneladas y vendió 86,11 millones.

En síntesis, los operadores reaccionan comprando contratos de soja en Chicago ante la posibilidad de que el tiempo seco previsto para las próximas semanas sobre las principales zonas productoras de granos gruesos en Estados Unidos marque el camino de una campaña que tendría las existencias iniciales más bajas desde el ciclo 2016/2017 por un ritmo de ventas que aún podría acelerarse si Brasil no revierte la tendencia decreciente de sus exportaciones entre junio y agosto.

Como ocurre todos los años durante la vigencia del denominado mercado climático estadounidense, donde la volatilidad domina la escena por la acción de los fondos de inversión especuladores, surgirán chances para capturar buenos valores, pero también riesgos de bajas según el correlato doméstico que logren los movimientos externos. El diseño de estrategias comerciales en función de objetivos precisos y prudentes es la recomendación que renuevan los especialistas.

En el mercado físico local las fábricas elevaron ayer sus ofertas por la soja con entrega inmediata de 415 a 420 dólares por tonelada para las terminales del Gran Rosario. El valor propuesto fue equivalente a 51.030 pesos y quedó levemente arriba de los 50.903 pesos que la Bolsa de Comercio de Rosario calculó como la capacidad teórica de pago de la industria aceitera exportadora.

Los exportadores, en tanto, mejoraron sus propuestas de 410 a 412 dólares por tonelada de soja para Bahía Blanca y de 415 a 420 dólares para Necochea.

En el Matba Rofex la posición julio de la soja subió US$0,50 y cerró con un ajuste de 424,50 dólares por tonelada, mientras que el contrato noviembre retrocedió US$1, al finalizar la jornada con un valor de 426 dólares.

Anteayer el Ministerio de Agricultura de la Nación publicó el reporte semanal de compra de granos con datos al 1º de junio y marcó que la industria adquirió 15.525.240 toneladas de soja 2021/2022, un 0,7% menos que las 15.631.200 toneladas de igual momento de 2021. En el caso de la demanda exportadora de poroto de soja, el reporte mostró compras por 1.811.800 toneladas, un 65,7% menos que las 5.285.900 toneladas de 2021. De las 17.337.040 toneladas de soja que están en poder de los compradores, 8.085.100 toneladas, es decir el 46,6%, fueron entregadas bajo la modalidad “a fijar”, sin un precio firme.

Fuente: La Nación – Dante Rofi.