En la agricultura actual, conocer lo que ocurre bajo la superficie de cada lote es la base para producir de forma eficiente y rentable. Hoy esa información no depende solo de costosos muestreos tradicionales. Gracias a la tecnología, es posible realizar un diagnóstico de suelo y cultivos mediante imágenes satelitales de alta resolución, un método que avanza rápidamente en distintas zonas del país y que ahora se ofrece en San Luis.
El servicio lo brinda Alba Agro, una empresa argentina formada por un equipo de ingenieros agrónomos y técnicos especializados en agricultura de precisión. Alba Agro ya trabaja en provincias como Mendoza, Córdoba, Buenos Aires, Entre Ríos y recientemente en zonas de Australia, consolidando una red de representantes locales que brindan acompañamiento técnico y seguimiento en cada región.
El diagnóstico satelital permite obtener información precisa sobre variables clave del suelo, como materia orgánica, fósforo disponible, nitratos, compactación, conductividad eléctrica y agua total almacenada, entre otras. Además, se pueden generar mapas de NDVI, materia seca y evolución de nutrientes en hoja, todo georreferenciado con una resolución que alcanza pixeles de 10 por 10 metros, o incluso de 3,5 por 3,5 metros en casos donde se requiere mayor nivel de detalle.
Este método no reemplaza al análisis físico tradicional de suelo, sino que lo complementa y lo potencia. Para darle mayor seguridad a cada productor, Alba Agro ofrece para los primeros lotes una corroboración gratuita con análisis físico de suelo georreferenciado, lo que permite verificar que los valores obtenidos por satélite coinciden con los resultados de laboratorio. De esta forma, el productor tiene la certeza de que los mapas no son simples imágenes bonitas, sino una herramienta real para tomar decisiones concretas sobre fertilización variable, manejo de riego o planificación de la siembra.




Otro de los puntos fuertes es la forma en que se cobra este servicio. A diferencia de un muestreo físico extensivo, que puede implicar decenas de muestras y costos elevados para cubrir la variabilidad de un lote, el diagnóstico satelital se cobra por hectárea y permite trabajar lote por lote, adaptándose a las posibilidades y necesidades de cada productor. Además, la información se entrega en apenas 24 horas, independizándose del tiempo y la logística que suele requerir un muestreo de suelo convencional.
Este servicio ya se utiliza en distintas provincias argentinas y se está expandiendo porque ofrece una relación costo-beneficio muy competitiva. En muchas situaciones, resulta incluso más económico que hacer un análisis físico masivo, con la ventaja de cubrir toda la superficie de un lote y no solo puntos aislados.
En regiones como San Luis y el semiárido, donde cada milímetro de agua o cada kilo de fertilizante marcan la diferencia, disponer de información precisa y actualizada es clave para decidir dónde invertir, cómo ajustar dosis y qué prácticas aplicar para lograr mayor rentabilidad con menos desperdicio.
Como representante local de Alba Agro en San Luis, acompaño cada diagnóstico para interpretar los resultados y ayudar al productor a transformar datos en decisiones prácticas. Para quienes contraten el servicio por primera vez, se ofrece un análisis físico de suelo sin cargo para validar la calidad de los mapas, demostrando que este sistema no es solo una promesa, sino una herramienta con respaldo técnico.
El diagnóstico de suelo mediante imágenes satelitales ya no es el futuro: es una práctica concreta, validada y cada vez más necesaria para una agricultura eficiente y de precisión. Para conocer más, ver ejemplos reales o solicitar una propuesta sin compromiso, se puede consultar a tomasvinuesa9@gmail.com, representante en San Luis.











