En un contexto económico desafiante, pero con una visión clara de futuro, la empresa Transporte Juan Valentín, de Villa Mercedes, acaba de dar un paso estratégico para su expansión: la incorporación de un camión jaula de doble piso que permitirá optimizar la logística y reforzar su compromiso con el cuidado de los animales durante el traslado.
“Transportar animales vivos es un oficio que requiere experiencia, paciencia y, sobre todo, responsabilidad. No es para cualquiera”, resume Florencia Hidalgo, integrante de la firma familiar. Con orgullo, relata cómo este emprendimiento volvió a ponerse en marcha después de una pausa: “En 2003 mi papá comenzó con el transporte de cereales y luego con hacienda. Tras su fallecimiento en 2020, dejamos la actividad por un tiempo y probamos otros caminos que no funcionaron. En 2024, junto a mis hermanos Valentín y Camila, y mi mamá —quien es la propietaria— decidimos retomar el transporte de hacienda”.
Ese regreso implicó empezar de nuevo, con un solo camión jaula simple y mucho esfuerzo diario. Hoy, poco más de un año después, la empresa celebra la incorporación de una unidad equipada con jaula doble piso, una inversión que para Florencia significa “un cambio enorme” en términos operativos y económicos.
El nuevo equipo les permitirá transportar el doble de hacienda en un solo viaje, reduciendo tiempos y costos tanto para la empresa como para sus clientes. Pero para Florencia, el verdadero diferencial no está solo en la capacidad de carga: “Queremos que se nos reconozca por el cuidado del animal durante todo el proceso. Hemos hecho cursos de bienestar animal y trabajamos para que cada traslado sea lo menos estresante posible para la hacienda. Evitamos gritos, no usamos picana y ponemos especial atención en que los animales lleguen en óptimas condiciones”.
Este enfoque apunta a minimizar pérdidas de peso y estrés, algo que, según ella, impacta directamente en la rentabilidad del productor y en la calidad del producto final. “Queremos que quien nos contrate se quede tranquilo: su hacienda no será maltratada y llegará bien. Es un negocio redondo para todos: productor, comprador y vendedor”, afirma.
Florencia reconoce que la compra no fue sencilla y que llegó gracias a un trabajo en equipo, el apoyo de terceros y el acceso a líneas de financiación. “No es fácil tomar la decisión de invertir hoy, pero creemos que para crecer hay que apostar. La jaula doble es fruto del esfuerzo diario y de la ayuda de gente que nos tendió una mano. Solos no lo hubiéramos logrado”.
La operación, además de fortalecer la estructura de Transporte Juan Valentín, es un mensaje claro sobre la confianza de la firma en el potencial de la ganadería en San Luis. “Vemos que los productores siguen invirtiendo y mejorando sus rodeos. Eso nos motiva a acompañarlos con un servicio a la altura, porque somos un eslabón clave del ciclo productivo”, subraya.
Para la empresa, esta adquisición no se limita a un cambio de escala: refuerza un modo de trabajar centrado en el bienestar animal y en la eficiencia. Florencia insiste en que su objetivo no es sólo ser más rápidos o competitivos en precios, sino también ser reconocidos por la forma en que cuidan la hacienda. “Si me contratan, quiero que sepan que su ganado va a llegar en las mejores condiciones posibles. Puede pasar algún imprevisto, porque esto es campo, pero nuestra prioridad es el cuidado desde que sube al camión hasta que llega a destino”.
En tiempos en que muchas empresas frenan sus inversiones, Transporte Juan Valentín apuesta por el crecimiento sostenido. Con el nuevo camión jaula de doble piso, la firma busca responder más rápido, transportar más y, sobre todo, seguir destacándose por un servicio donde la eficiencia va de la mano con el respeto por los animales.
