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Solo árboles: fuerte queja de productores por la ausencia de obras en la Cuenca del Morro

La llegada de temporada de lluvias vuelve a mostrar que la forestación no moverá la aguja en varios años en la cada vez más inestable Cuenca del Morro.   La ausencia de obras de relevancia y  de una decisión política para encararlas son parte de una fuerte queja planteada por nota al ministro de Medio Ambiente, Campo y Producción, Cristian Moleker, desde la Asociación Agrícola Ganadera de Justo Daract.

La entidad que preside Sandro Blangero (foto) respaldó el pedido de productores de la cuenca para que se prorrogue por un año la exigencia para que los propietarios de esos campos puedan presentar de manera responsable el plan de manejo de suelos y forestación que les impusieron a través de la ley de emergencia ambiental que rige desde hace pocos meses y a la que califican de “abusiva y violatoria del derecho privado”.

Sin embargo, volvieron a cuestionar esa ley porque en sus fundamentos  se evidencia la falta de compromiso del Poder Ejecutivo, en especial del ministerio y entidades que participaron del trabajo: “Nos preguntamos cuál fue, cuál es y cuál será el compromiso de los nombrados para encontrar una solución a este problema”.

La extensa nota presentada  ayer al ministro Moleker fue publicada en la página web de Confederaciones Rurales Argentinas (CRA) y en ella aseguran que el punto de partida tomado por el gobierno de San Luis para encontrar una solución “no cuenta la verdad de las causales que llevaron a los desbordes de la cuenca  y se pretende estigmatizar al productor agropecuario sembrador de soja como el dañador del medio ambiente”.

La ley de emergencia ambiental para la zona también está cuestionada por su endeble intención de resolver el problema y más orientada a encontrar culpables: “Hay detectadas 370.000 hectáreas y el gobierno de San Luis apunta directamente a los productores agropecuarios, a quienes acusa de sojizar las laderas del Morro y a quienes obligó a presentar un plan de recambio en el uso del suelo, al tiempo que lanzó un plan de forestación en la zona”.

El temerario avance del Rio Nuevo sobre una enorme superficie es un fenómeno detectado en 1985, pero recién este año llegaron de golpe una serie de medidas oficiales, las que sin embargo no contemplan ningún tipo de obras de envergadura aguas arriba, como reiteradamente lo sugirieron estudios técnicos y científicos conjuntos del INTA y la Universidad Nacional de San Luis.

 Un problema que lleva más de 30 años

El gremio de ruralistas de Justo Daract le recuerda al ministro Moleker que en julio de 1985 el ingeniero Luis Echavarría presentó un amplio informe ante el gobierno de Adolfo Rodríguez Saá sobre los desastres que provocaba el afloramiento de aguas en campos de la zona sur este del El Morro. En esa ocasión, Echevarría, por entonces funcionario del área de Agricultura de la Provincia, pidió al gobierno que hiciera un estudio profundo de la situación y comenzara realizar las obras tendientes a frenar los daños del fenómeno.

“Pero los estudios no se hicieron y, consecuentemente, las obras nunca se realizaron. La situación se volvió a repetir en el año 2000 con las intensas lluvias y explotó el verano de 2008 con el anegamiento de las rutas nacionales Nº 7 y Nº 8.”, insistieron.

Consultado recientemente por el diario La Nación, Echevarria recordó: “En ese momento crítico propusimos acciones en el corto, mediano y largo plazo. Entendíamos que era necesario evaluar dos aspectos fundamentales; la retención de las aguas en la parte alta de la cuenca y descomprimirla con obras de canalización, ordenada y controlada que permitiera la estabilización del cauce de los arroyos, equilibrando el escurrimiento superficial, buscando disipar la energía del agua a velocidades no erosivas, llevándolas a su desagüe natural, que era el Río V.- Esto, más allá de la necesidad de conformar un equipo multidisciplinario, por la complejidad del problema».

Los campesinos ahora acusan al estado provincial por su larga ausencia y por borrar con el codo lo declarado por sus funcionarios al responsabilizar al productor por mal manejo del suelo y como el único culpable de los desbordes de la cuenca: “Muchas son nuestras dudas al respecto, ya que informes técnicos y científicos demuestran que los productores somos una pequeña parte del problema, no todo; somos los principales interesados en que se resuelva, ya que padecemos  los avatares de la cuenca día a día, y nos preguntamos donde estuvo el Estado y cuál fue su reacción ante las advertencias de sus propios funcionarios, como el citado y reconocido por Moleker”.

Foto: Gentileza Asociación Agrícola Ganadera de Justo Daract