San Luis vuelve a colocarse a la vanguardia nacional en materia energética con la puesta en marcha del primer parque híbrido de la Argentina, un emprendimiento pionero que combinará energía solar y eólica en un mismo predio. Con una inversión privada de 218 millones de dólares, el proyecto no solo marca un hito tecnológico, sino que también consolida el liderazgo provincial en energías limpias y en la diversificación de la matriz energética nacional.
Ubicado en las cercanías de Toro Negro, a apenas 64 kilómetros de la capital puntana, el nuevo parque se erige como un símbolo de innovación y eficiencia. Su particularidad radica en el aprovechamiento complementario de dos fuentes naturales: la radiación solar y la fuerza del viento. En esta zona, los estudios meteorológicos demostraron una sinergia ideal entre ambos recursos, dado que cuando el sol se oculta, el viento tiende a intensificarse, permitiendo mantener un flujo continuo y estable de generación eléctrica.
El emprendimiento fue impulsado por las empresas PCR y ArcelorMittal Acindar, en articulación con el Gobierno de San Luis, que facilitó el marco regulatorio y logístico necesario para su concreción. La obra demandó más de 70 puestos de trabajo directo durante la etapa de montaje, además de decenas de empleos indirectos en servicios, transporte y provisión de materiales.
En total, el parque producirá 130,5 megavatios de potencia limpia, de los cuales 112,5 provienen del sistema eólico y 18 del solar. Esa capacidad es suficiente para abastecer de energía a más de 210.000 hogares por año, reduciendo al mismo tiempo la emisión de 200.000 toneladas de dióxido de carbono anuales.
Por su parte, Juan Antonio Ríos, director de Desarrollo Industrial y Energías Sustentables, subrayó la proyección regional del proyecto:
“Además de potenciar la producción de energía sustentable, el parque impulsó 70 empleos directos en su construcción y seguirá fortaleciendo la economía regional mediante el mantenimiento y la operación del sistema. Este es un punto de inflexión para el desarrollo energético de San Luis”.
La puesta en marcha de este parque híbrido de última generación representa un paso decisivo dentro del Plan Maestro de Energía, la hoja de ruta provincial que busca garantizar un modelo sostenible, equilibrado y con visión de futuro.
Con esta obra, San Luis reafirma su compromiso con la transición energética y se consolida como una de las provincias con mayor inversión privada en el sector. Los 218 millones de dólares desembolsados reflejan la confianza del capital nacional e internacional en el potencial energético puntano, tanto por sus condiciones naturales como por su seguridad jurídica y estabilidad institucional.
La conjunción de innovación tecnológica, sostenibilidad ambiental y desarrollo local convierte a este proyecto en un modelo replicable para el resto del país. A partir de ahora, el viento y el sol de Toro Negro no solo iluminarán hogares, sino también el futuro energético de la Argentina.
