Inicio Fruticultura San Luis despliega nuevas estrategias para combatir la Mosca de los Frutos

San Luis despliega nuevas estrategias para combatir la Mosca de los Frutos

El gobierno de San Luis aspira a despertar en la provincia una producción frutihortícola de mayor escala y para ello ya cumplió la primera etapa del nuevo plan de lucha contra la mosca de los frutos liberando en gran parte de las localidades más pobladas machos estériles comprados en el Instituto de Sanidad y Calidad Agropecuaria Mendoza (Iscamen).

La estrategia oficial incluye la ampliación de barreras sanitarias en más límites de San Luis, mejoramiento de acueductos y pozos públicos, distribución de plantines producidos en el vivero estatal Improfop, entre otras medidas, que fueron detalladas por Daniel Boiero, director General de Fiscalización y Control del Ministerio de Desarrollo Productivo.

El funcionario entrevistado por El Semiárido tiene a cargo importantes áreas, como el Improfop, Sol Puntano y el Control Sanitario y Fiscal (Cosafi).


“Hay muchas bondades en el nuevo sistema, pero también seguimos con el viejo; no desafectamos a ninguna persona, continuamos con la misma dotación, porque hay lugares en los cuales no podemos llegar con el plan nuevo, hay localidades en las cuales no podemos llegar porque necesitamos mucho más volumen de moscas infértiles”, explicó.

El trabajo actual se enfoca en atacar la parte productivamente más afectada por la mosca: “Hoy la prioridad la tienen los pequeños productores, los emprendedores, todos aquellos que generan alguna diferencia o algún valor agregado a su plantación y algunas plantaciones que la utilizan para comercializar”.

De todos modos, quienes estén en la zona de influencia con frutales donde atacan con machos estériles se ven beneficiados porque la mosca tiene un ámbito de dispersión y de vuelo que son varios kilómetros.

“Con el plan viejo seguimos porque además en esta primera etapa debe tener de soporte el programa anterior; también hay un monitoreo permanente con tramperos para saber qué grado de captación de moscas fértiles encontramos y el grado de acción de la mosca irradiada”, agregó Boiero.

Si detectan una aparición muy grande de la plaga, se esperan dos semanas porque si fumigan automáticamente matan el macho estéril, del cual debe esperarse que cumpla su ciclo.

El funcionario destacó que con la liberación de insectos estériles se elimina hasta el 90% de aplicaciones de químicos: “Esto nos da una ventaja muy grande en los frutos que llevamos a la mesa de la gente, del hogar, que es certificadamente libre de algún insecticida o agroquímicos que pueden ser perjudiciales para la salud del ser humano; hay mucha gente en el campo que no lava las frutas y se la come tal cual”.

Boiero insistió en destacar que esa carga de agroquímicos se ha minimizado notablemente, una modalidad que llevan adelante Río Negro, Mendoza, San Juan, parte de Entre Ríos y ahora Chile, que también compra machos estériles al Iscamen de Mendoza.

“Mendoza ha hecho de esto una industria muy grande también en la distribución de los machos estériles, una iniciativa que resultó exitosa”, comentó al recordar que recientemente el gobernador Claudio Poggi integró a la provincia en los planes y criterios sanitarios de Cuyo.

 “Esa vinculación regional no existía y eso a nosotros nos posiciona en un escalón más arriba a nivel de producción frutihortícola de Cuyo; estábamos medios olvidados para Cuyo y hoy somos parte de él”, valoró.

El anterior plan contra la mosca de los frutos aplicado en San Lui s nunca fue aprobado por Senasa, pero ahora se firmó un convenio sanitario amplio que incluye a los frigoríficos provinciales.

El funcionario insistió en los beneficios sanitarios que traerá trabajar integrados a Cuyo, como el fortalecimiento de la relación con el Senasa.

En ese sentido, adelantó que trabajan en la futura apertura de más barreras sanitarias contra la mosca. Hoy funcionan dos, en el límite de Desaguadero y en el de Justo Daract y las nuevas estarían ubicadas en el ingreso por La Punilla, sobre los peajes de las rutas provinciales 1 y 10, por donde hay mucho tránsito hacia la Costa de los Comechingones y hacia La Toma

Igualmente se tiene pensado instalar otro sobre la ruta nacional 8, en cercanías de Villa Mercedes, sobre el que ya presentaron el proyecto de factibilidad ante Vialidad Nacional.

“La provincia tiene 13 ingresos muy grandes en los cuales tenemos que implementar barreras sanitarias a futuro. Sobre la 188, en Santa Rosa, en Vizcacheras sobre la 8, en El Encón pegado a San Juan, en La Horqueta con Mendoza, al norte en Lafinur y en Baldecito obre el límite con La Rioja”, indicó.

Boiero aclaró que estas barreras adquieren relevancia, ya que no solo se trata de controlar la mosca d ellos frutos, sino también todo lo vinculado a sanidad vegetal y animal, como en el norte provincial que debe vigilarse el ingreso del picudo del algodonero, una temible plaga que en San Luis está ausente.

Hacia una provincia frutihortícola

“Nos queremos transformar en una provincia frutihortícola, no podemos desperdiciar eso. Somos al sur ganadero, al norte, en San Martín, minero, pero de los frutihortícolas no sabemos por dónde encararlos, somos y no somos. Pero la escala va a llegar en algún momento, porque este este gobierno apuesta mucho al tema de alimentos, es una de las indicaciones que dio el gobernador”, comparó.

Anticipó que el año próximo desplegarán el desarrollo de invernaderos para huertas productivas teniendo en cuenta las condiciones agroecológicas de la provincia y la disponibilidad de agua.

“La reactivación de los acueductos y de pozos es una gran apuesta al desarrollo de los emprendedores y los pequeños productores que ayer estaban marginados en toda la provincia porque no se les daba nada de ayuda”, recordó.

Por ejemplo, reveló que ya llevan producidos en Improfop alrededor de 150.000 plantines de distintas variedades de hortalizas. Ya están sacando la primera tanda de plantines de tomates producidos bajo invernadero con temperatura controlada y el uso de una cámara de germinación de semillas que acelera el crecimiento.

“A la gente no le vamos a dar más semillas, sino la planta y eso irá directamente a la economía de cada hogar, de cada emprendedor, porque no le estás dando una semilla para que él después vea qué es lo que hace con ella; hay un aporte muy grande del gobierno para poner este plan en marcha y apostar a que los emprendedores tengan protegida su producción”, subrayó.

Pero también advirtió que hay una cuestión cultural que debe cambiase para acompañar este plan, como levantar toda la fruta que cae al piso y enterrarla, pero también recoger las del árbol, porque se convierten en hospederos de la mosca.

Para aquellos que les sobra la fruta o producen comercialmente, Sol Puntano activó su fábrica de dulces, cuyos servicios dirigidos por una ingeniera en alimentos se pueden solicitar previo turno y pagar con el mismo producto.

“Sol Puntano no es una unidad de negocio, no trabajamos para hacer plata, lo hacemos para que la gente pueda lograr el objetivo; allí pueden ir a capacitarse y practicar, como o están haciendo estudiantes de Veterinaria de la Universidad Católica de Cuyo y de la Universidad Nacional de San Luis con los dulces; muchos años Sol Puntano fue una unidad de negocios para pocos por eso venimos a cambiar el paradigma”, disparó.

Por otra parte, dijo que se encuentran planificando dónde y cuándo armar la bodega comunitaria, cuyas maquinarias aún permanecen empaquetadas en Sol Puntano, adquirida por la gestión anterior. De todos modos, dijo estar al tanto de los estudios realizados por técnicos de organismos públicos que muestran las condiciones óptimas de San Luis para que la vitivinicultura crezca exponencialmente.

Delicado manejo de los machos estériles

En esta primera etapa y según el valor del dólar, el gobierno invirtió alrededor de $10 millones para la compra que machos estériles al Iscamen de Mendoza y que ya vienen liberando en las principales ciudades de la provincia.

Para recibir los insectos, debieron armar un laboratorio especial, adaptando toda una sala oscura, con microscopios especiales de luz negra para poder diferenciar el macho estéril del macho fértil. Pero también tuvieron que armar una zona de empaque y maduración de moscas, porque el Iscamén provee, la pupa.

En esa sala, acondicionada con temperatura específica, las pupas permanecen hasta que se transforman en moscas. A ese proceso le sigue el envasado en bolsas, a las que se les introduce una mezcla de azúcar y proteína para alimentarlas.

No es un trabajo sencillo. También hay que darle humedad durante dos o tres días para que la mosca madure y desarrolle sus alas. La bolsa lleva un papel adentro, hecho un bollo para que el insecto tenga espacio para volar.

Y deben liberarse en el momento justo, porque si se pasan de tiempo mueren dentro de la bolsa porque se quedan sin comida.

La liberación de machos estériles en lugares poblados demanda una tarea previa con los intendentes para que avisen con tiempo a la población que no ataquen con insecticidas las moscas liberadas, ya que no va a infectar, molestar, ni perjudicar alimentos.

Es una mosca que es muy fácilmente identificable porque es más chica que la normal.