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No hay agua en los parajes del noroeste de San Luis: «El año que viene a la misma hora»

La película filmada en el año 1978, con gran éxito de taquilla, nos da pie para el título de esta nota. Esa era una historia que juntaba a los protagonistas una vez al año, durante 26 años, en una relación de amor extramatrimonial. Esta, menos edulcorada pero que despierta pasiones desde lo profundo de las emociones, trata de la falta de agua en los parajes del oeste sanluiseño. La similitud: Una historia que se repite año tras año.

Desde hace varios días en la página de Facebook de Paraje El Valle, que representa a los pequeños  productores de Santa Rita y El Valle, Se pueden observar publicaciones donde se denuncia la situación límite por la que están atravesando.

Santa Rita y El Valle son sendos parajes que están ubicados en el noroeste de la provincia, al lado de otros como San Vicente y  Tres Lomas y del Parque Nacional Las Quijadas. Se encuentran en el Departamento Belgrano. A la altura del km 906 de la Ruta Nacional 147 a una distancia de 6km de ésta.


La situación es tan vieja como el paraje. Las sequías prolongadas son constantes. Los vecinos han solicitado una solución de fondo en repetidas ocasiones, pero no llega. Si no es por parte del Estado provincial, que es quien tiene la potestad de decisión y acción, es imposible que los vecinos puedan alcanzarla desde ellos.

El agua de la represa es sólo un recuerdo. La sequía prolongada produce estragos.

«La solución a estos problemas la tiene el gobierno, con la simple instalación de un ramal de 6km» del acueducto que pasa por allí cerca, explica un posteo de Facebook publicado por los vecinos el  3 de noviembre, en el cual también denuncian que se quedaron sin agua para beber y deben comprar bidones para el consumo humano. «Ya no nos quedó agua de lluvia para tomar. Los aljibes están secos. Ahora debemos comprar», explican y complementan con la frase: » Hoy 03 de noviembre a dos años de promesas incumplidas».

El año pasado en una noticia publicada por El Semiárido el 20 de noviembre se decía: » Algo que resulta difícil de entender para los pobladores es que el acueducto de Nogolí pasa a sólo seis kilómetros. Han realizado gestiones para que llegue a estos parajes, pero fueron infructuosas». Hoy, a otra vuelta más del sol, debemos expresar exactamente lo mismo. (https://www.elsemiarido.com/los-parajes-santa-rita-y-el-valle-piden-ayuda-porque-no-tienen-agua/)

Las pérdidas económicas son más que significativas, más aún porque estamos hablando de productores de la agricultura familiar que se sostienen con una producción muy escasa. Es decir, cada muerte de un animal les perfora el presupuesto.

En diálogo que este medio mantuvo con productores del lugar, pudimos conocer que el camión de agua lo deben pagar entre 3.500 y .4000 pesos. Para un lote reducido de vacas eso le dura cinco días. A esto se debe sumar las bolsas de alimento y el agua para el consumo humano, como elementos básicos.

Por esta razón, aquéllos que tienen camioneta se acercan hasta los parajes vecinos para cargar agua y transportar al lugar. Pero no alcanza.

Las piletas ya están «rascando» el fondo. Lo que queda ya no sirve para nada…

Entre los parajes de Santa Rita y El Valle cuentan con 14 represas para la captación de agua. Todas están secas.

También el año pasado los vecinos del lugar habían escrito una carta pública que tuvo una fuerte repercusión. Generó la respuesta del gobierno provincial que llevó agua a los vecinos para llenar las piletas que tienen al lado de cada casa, con la finalidad de que pudiesen disponer para el consumo doméstico. (https://www.elsemiarido.com/el-gobierno-lleno-con-agua-las-piletas-de-los-vecinos-de-santa-rita-y-el-valle/)

En la zona hay un pozo público que bombea agua salada, pero que puede ser utilizada para los animales. No obstante, al igual que el año pasado para esta época, el pozo no está en funcionamiento. Según pudimos establecer, está en arreglo.

Resumiendo en pocas palabras: hace falta una solución de fondo. Los parches, son sólo eso.

El lugar de la huerta está ocupado por yuyos secos y… nada.

En sucesivas publicaciones en la red social Facebook los vecinos muestran el estado de las piletas y de las huertas. De éstas, sólo queda el recuerdo. De las piletas, sólo se ve el fondo con agua verde.

La impotencia de los pobladores es el metro patrón que los envuelve. Cuando ocurren estas situaciones que toman estado público a través de la prensa, los funcionarios se acercan y «apagan el fuego» con medidas coyunturales. Después, las obras y las soluciones quedan en el archivo.

Como el sector no tiene fuerza suficiente por sí mismo para obtener las respuestas que requiere, es necesario que los pobladores pidan el auxilio de la prensa para que su necesidad sea visibilizada. Y, como las respuestas hasta ahora siempre fueron de coyuntura, no es exagerado el título que elegimos: El año que viene a la misma hora…

Producción: El Semiárido