Ingenieros agrónomos proponen un esquema de rotación planificada con foco en el uso estratégico del “pasto llorón”, “pastizales naturales” y “Digitaria eriantha”, con el objetivo de mejorar la nutrición animal y alcanzar altos porcentajes de preñez.
En el sur de la provincia de San Luis, una región ganadera por excelencia con vastas extensiones de campo y características edafoclimáticas particulares, un equipo de profesionales liderado por los ingenieros agrónomos Carlos Magallanes y Enrique Llorens propone avanzar hacia la implementación de modelos ideales de pastoreo. Estos modelos tienen como eje central el uso estratégico y equilibrado de tres tipos de recursos forrajeros: el pasto llorón (Eragrostis curvula), los pastizales naturales y la Digitaria eriantha.
El objetivo de este diseño de manejo no es otro que lograr un uso racional del recurso pasto —considerando sus ciclos fenológicos y momentos críticos de calidad— para alcanzar altos estándares productivos, particularmente un porcentaje de preñez cercano al 90%. Esto implica construir módulos de pastoreo adaptados a cada establecimiento, que contemplen tanto la oferta forrajera como los requerimientos nutricionales del rodeo durante el año.
En campos con presencia dominante de pastizales naturales y “pasto llorón”, muchas veces en zonas medanosas, uno de los principales desafíos es la baja calidad del forraje durante el invierno. A eso se suma que, en ciertos momentos estratégicos del año, el pasto llorón también cae en calidad, sin lograr cubrir completamente las demandas proteicas del ganado, especialmente en meses cálidos como enero.
Frente a estas limitaciones, los especialistas proponen una planificación forrajera que combine rotación, descanso y asignación precisa de carga animal, en función de las fases fenológicas de las especies forrajeras. La clave está en sincronizar el uso de cada tipo de pastura con los momentos en que alcanzan su máximo valor nutricional.
El Ing. Agr. de la La Agencia de Extensión del INTA Unión, afirmo que estos modelos de pastoreo con vacas de cría se acercan a un 90% de Preñez con destete anticipado.

El modelo propuesto
Según el esquema planteado, la rotación del rodeo se organiza de la siguiente manera:
Primavera: Las vacas pastorean en pasto llorón, que ofrece buen rebrote y adecuada calidad en esta etapa.
Diciembre – Enero: Se trasladan a pastizales naturales, que combinan el rebrote primaveral con especies invernales ya semilladas, aportando volumen y calidad.
Enero (desde el 10 aprox.): Se hace uso de Digitaria eriantha, que en ese momento presenta su pico de calidad, superando al pasto llorón, que no cubre los requerimientos proteicos debido al estrés térmico.
Febrero – Abril: Retorno al pasto llorón, que ha descansado durante el verano temprano.
Mayo – Julio: Las vacas preñadas van a pastizales naturales, que descansaron durante la primavera y verano, lo que favorece su recuperación.
Agosto – Septiembre: Se utilizan potreros de Digitaria diferida con rebrote temprano.

Vaquillonas de reposición en pastizal natural, en Unión.
Este sistema permite que cada tipo de pastura tenga al menos un período de descanso en su etapa de crecimiento crítico, asegurando su regeneración y productividad a largo plazo.
Criterios para el diseño de módulos: proporción de superficie y productividad
Para traducir este modelo en módulos concretos, se toma como base la estimación de producción de materia seca (MS) por hectárea:
Pastizal natural: 400 kg MS/ha
Pasto llorón: 1.500 kg MS/ha
Digitaria: 1.000 kg MS/ha
Dado que el rodeo permanece aproximadamente:
6 meses en pasto llorón
3 meses en Digitaria
3 meses en pastizal natural
El diseño ideal de superficie forrajera sería:
25% de superficie con pasto llorón
15% con Digitaria
60% con pastizal natural
No obstante, los autores reconocen que alcanzar estas proporciones exactas es muchas veces inviable en la práctica, por razones de topografía, disponibilidad de agua, infraestructura o acceso a ciertas especies forrajeras. Por eso, lo fundamental es que cada productor, en diálogo con su asesor técnico, intente aproximarse al modelo ideal de acuerdo a su situación particular.

Vaquillonas en pastoreo de digitaria diferida, en Unión.
Variantes posibles
Aunque el modelo completo contempla el uso de los tres tipos de pastura, existen múltiples combinaciones viables:
Pasto llorón + pastizal natural
Pastizal natural 100%
Pasto llorón 100% con suplementación
Combinaciones con alfalfa o panicum coloratum
En todos los casos, se busca respetar el principio de rotación planificada, cuidado de las fenofases, y uso en momentos de máxima calidad forrajera.
Uno de los objetivos centrales del modelo es aumentar modestamente, pero de forma estratégica, la disponibilidad de pasto en invierno. Por ejemplo, si hoy se estima que el forraje disponible en esa estación representa el 5% del total anual, con este manejo se aspira a duplicarlo al 10%, un logro modesto en volumen, pero significativo para el balance nutricional de las vacas.
Al final del ciclo anual, el rodeo habrá recorrido todos los recursos forrajeros disponibles, respetando descansos estratégicos que permiten regenerar la base forrajera sin sobreutilizarla.
La propuesta de los ingenieros Magallanes y Llorens apunta a transformar el manejo del pastoreo en el sur de San Luis mediante un diseño técnico, realista y adaptable. A través de módulos que combinan conocimiento empírico, datos de producción forrajera y una planificación minuciosa de tiempos y espacios, se busca asegurar la sustentabilidad del recurso forrajero, mejorar la condición corporal de las vacas, y maximizar los porcentajes de preñez, todo sin depender exclusivamente de suplementación externa.
“Hay distintos diseños de pasturas estudiados y probados. Hable con su asesor de confianza para realizar los diseños de pastoreo para su beneficio”, concluyeron los profesionales.











