En un encuentro que reunió a productores, técnicos y estudiantes, el especialista Rodrigo Becerra brindó una presentación titulada “Uso de drones en proyectos agropecuarios – Experiencias locales”, en la localidad de Buena Esperanza, San Luis. La charla, impulsada en el marco de las actividades de CREA y con fuerte participación regional, abordó el presente y futuro de una tecnología que ya está revolucionando la producción agrícola y ganadera.
Durante la exposición, Becerra destacó el valor de los drones como herramientas tecnológicas innovadoras para resolver problemáticas típicas de los sistemas extensivos. “Permiten recorrer, mapear y ejecutar tareas de alta demanda con eficiencia y precisión”, explicó. Gracias a sus capacidades, estos equipos ofrecen soluciones en zonas donde antes no era posible trabajar con precisión ni acceder a sistemas de alta productividad.
La charla comenzó con una introducción al contexto general: la reducción del empleo agrícola en los últimos años y la creciente necesidad de incorporar tecnología de precisión. Según los datos presentados, entre 2017 y 2020 el empleo agrícola en relación a la población total cayó del 27,8% al 26,4%, lo que refuerza la necesidad de automatizar procesos y optimizar el uso de recursos.
Uno de los ejes centrales fue la clasificación y funciones de los drones utilizados en agricultura. Becerra explicó qué son los VANT (vehículos aéreos no tripulados), detallando sus tipos y usos, desde drones de mapeo como el Mavic 3 Enterprise hasta los aplicadores como el Agras T30. Mostró cómo estos equipos son capaces de realizar relevamientos topográficos, generar curvas de nivel, ambientar lotes, monitorear el estado fotosintético de los cultivos y hasta realizar aplicaciones selectivas de insumos.





Un apartado especial fue destinado a las cámaras multiespectrales y NIR (infrarrojo cercano), fundamentales para detectar enfermedades, estrés hídrico y estimar la salud del cultivo. “Con estas tecnologías podemos generar información valiosa que permite tomar decisiones agronómicas más precisas”, subrayó.
También se presentaron los desafíos y requisitos para trabajar con drones: aspectos legales, operativos, de accesibilidad y parámetros técnicos que deben respetarse. Becerra remarcó que “la formación del operador es tan importante como la tecnología misma”, y que el uso de drones requiere planificación, conocimiento y responsabilidad.
Para finalizar, el especialista compartió ejemplos concretos de cómo los drones están ayudando a mejorar el manejo agropecuario: desde la siembra dirigida hasta la fertilización diferencial, el monitoreo de evolución de cultivos y el mantenimiento de infraestructura rural.
“La agroganadería nacional demanda intensificación tecnológica, y los drones son parte de ese salto. Tenemos que ser protagonistas de este cambio”, cerró Becerra entre los aplausos del auditorio.











