María José Orozco, graduada de ingeniera Química en la Facultad de Ingeniería y Ciencias Agropecuarias (FICA) de la Universidad Nacional de San Luis (UNSL) fue galardonada con el máximo premio que otorga la institución.
En tiempo récord, cursó una carrera larga, demandante y cargada de ciencias duras y por su capacidad y dedicación al estudio durante su paso universitario en la que alcanzó un nivel sobresaliente de capacitación científico-técnica reconocida por su universidad, recibió el máximo premio de la Academia Nacional de Ingeniería.
María José Orozco nació en Villa Mercedes y creció en el barrio Las Mirandas. La secundaria la hizo en la Escuela Industrial “Ingeniero Agustín Mercau” y en el último año se decidió por la Ingeniería Química, título que obtuvo en marzo de este año en la Facultad de Ingeniería y Ciencias Agropecuarias (FICA) de la Universidad Nacional de San Luis (UNSL).
“Este premio no solo es un orgullo para mí, que era la que iba a cursar y rendir, sino también para mi familia porque es una carrera realmente demandante, de mucho tiempo, esfuerzo y estudio; es una carrera larga, con ciencias bastante duras y de cursado casi todo el día”, le dijo a El Semiárido María José.
La entrega del premio se realizó hace un par de semanas en una sesión pública en el Aula Magna de la Academia Nacional de Medicina, en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.
Los premios “Ing. Isidoro Marín” que otorga la academia buscan hacer público a quienes se hayan destacado y a la vez que sirvan de gran estímulo a los jóvenes ingenieros que recién comienzan su carrera profesional, impulsándolos a continuar con el elevado nivel manifestado durante sus estudios.
La Academia fue fundada el 8 de octubre de 1970 por una iniciativa del Centro Argentino de Ingenieros concretándose así una antigua aspiración de los ingenieros argentinos. En 1993 instituyó un premio orientado a distinguir anualmente, a los egresados sobresalientes de las carreras de Ingeniería que se dictan en Universidades del país, sean nacionales, provinciales o privadas, reconocidas por el Estado Nacional. Estos premios llevaron el nombre “A los mejores egresados de carreras de Ingeniería de Universidades Argentinas”.
“Mi familia me apoyó durante todos estos años, sin el cual tendría que haber salido a trabajar para ganarme al pan del día a día y no hubiese terminado en el tiempo que lo hice. Sé que hay gente que estuvo en las mismas condiciones que yo, pero también soy consciente de hay quienes no tienen estas oportunidades”, reflexionó.
Para la academia, los valores profesionales son los emergentes de la educación, del conocimiento y de la experiencia en los cuales se basan los individuos para tomar decisiones y modelar sus actitudes ante diferentes situaciones.
“En este premio pudo haber influido que en los últimos años de mi carrera hice pasantías en investigación”, según estimó.
Los planes a corto plazo de María José incluyen la inscripción en el Conicet para un trabajo en San Luis y el doctorado que actualmente lo está cursando en el Instituto Balseiro, para lo cual se radicó en Bariloche.
“Es lo que de chica me imaginaba y nunca pensé que podría lograrlo y trabajar temas vinculados con el cuidado del medio ambiente y por eso elegí Ingeniería Química sobre todas las otras ingenierías. Es un honor estar en este lugar estudiando”, dijo orgullosa de sus decisiones.
Este pensamiento quizá también valoró la academia para premiar a la flamante profesional, ya que, entre sus objetivos, busca difundir la investigación técnica y científica en relación con la ingeniería, con el propósito de promover el desarrollo y progreso del país, pero también estudiar los diversos campos de la ingeniería en todo lo concerniente al interés de la Nación y fomentar el ejercicio de las actividades técnicas, científicas y profesionales de la ingeniería.
María José no duda cuando se le pregunta por sus planes a largo plazo: “Terminar el doctorado y seguir en el ámbito académico y de investigación. Como ingenieras tenemos varias salidas laborales, muchas por suerte; es una linda carrera para estudiar porque todos los que estudiaron conmigo tienen un trabajo estable y con buen pago. Como estudiante la recomiendo por más que requiera un gran esfuerzo”.
El premio a María José adquiere mayor relevancia cuando se conoce el perfil profesional que valora a la academia, porque considera que los ingenieros argentinos deberán procurar una formación continua para lograr desempeñar satisfactoriamente las siguientes competencias y actuar dentro de un marco de valores, que lo complementa.











