El INTA Delta del Paraná presentó dos nuevos cultivares. Caracterizados por la calidad de su madera para usos sólidos y sus excelentes características de crecimiento.
La investigación en genética forestal del INTA se orienta a suministrar recursos de calidad superior para lograr plantaciones más estables y productivas, con material de propagación de alta competitividad y de acceso a todos los beneficiarios, en particular los pequeños y medianos productores. En este sentido, el INTA Delta del Paraná ─Buenos Aires─ presentó dos nuevos clones de álamo: Guayracá INTA y Ñacurutú INTA, ambos recientemente inscriptos en el Registro Nacional de Cultivares del INASE.
Silvia Cortizo, coordinadora del programa de mejoramiento genético de salicáceas del INTA Delta del Paraná, señaló que los clones inscriptos tienen “un rendimiento similar o superior –comparados con los testigos comerciales–, excelente sanidad, fuste recto y cilíndrico con ramas finas y distribuidas regularmente, lo que hace que sean aptas para la cosecha mecánica”.
El Delta del Paraná es una región que está sometida a fluctuaciones en el régimen hídrico. En ensayos controlados, “Guayracá INTA presentó una tolerancia al anegamiento similar a la del clon Carabelas INTA y mayor que la de Ñacurutú INTA, aunque este último puede seguir absorbiendo agua a niveles más bajos y mantener la turgencia de los tejidos, lo cual resulta ventajoso bajo condiciones de sequía”, indicó Cortizo.
Caracterizados por su aptitud maderera y una buena distribución del fuste, rasgos tecnológicos que resultan adecuados para las industrias del aserrado y debobinado. Además, los nuevos clones poseen tolerancia a roya y a cancrosis.
En la Argentina, los álamos se cultivan también en zonas de regadío de la Patagonia y Cuyo. “Ñacurutú INTA fue probado en los ensayos instalados en la Patagonia y dio buenos resultados”, expresó la investigadora del INTA y agregó: “El comportamiento del clon en una condición ecológica diferente a la del Delta tuvo muy buen rendimiento.
Los análisis de calidad de madera se refieren a propiedades intrínsecas, por lo cual los investigadores esperan que se mantengan en las otras regiones de cultivo.
Como parte de las acciones para ampliar y mejorar la disponibilidad varietal de álamos en la Argentina, en 1982 Abelardo Alonzo instaló en el INTA Delta una colección de Populus deltoides con semillas correspondientes a familias de medios hermanos colectadas en los estados de Illinois, Tennessee y Mississippi –Estados Unidos–, e introducidas al país por Celulosa Argentina S A.
“La primera evaluación, en relación al crecimiento y densidad básica de la madera, detectó 140 genotipos superiores que fueron multiplicados e instalados en un banco clonal, donde se realizó una nueva selección en función al crecimiento y sanidad”, detalló Cortizo quien indicó que los clones selectos “fueron gradualmente incorporados a una red de ensayos comparativos instalada en el INTA Delta y en los predios de las quintas de productores locales, donde fueron evaluados”.
Los primeros resultados mostraron a los clones con buenas características para la región del Delta debido a “su rápido crecimiento y excelente sanidad”, afirmó Cortizo quien explicó que “se comprobó que presentaban buenas características del fuste y, mediante el uso de muestras de árboles a edad de corte, se determinó que la calidad de su madera para el aserrado y debobinado, rosgas que permiten mejorar el aprovechamiento industrial para los usos de mayor valor”.
De acuerdo con la investigadora del INTA Delta del Paraná, una de las principales ventajas de contar una mayor oferta clonal es que “genera diversidad genética en las plantaciones, lo que reduce la presión sobre las plagas y, de este modo, la probabilidad de desarrollo de nuevas razas patogénicas”.
Por otro lado, “frente a alguna crisis, lo esperable es que solo sean atacados algunos clones lo cual conduce a que el recambio clonal se haga de una manera más lenta dentro de los ciclos de plantación y sin grandes pérdidas para el productor”, indicó Cortizo.
Con la intención de facilitar la trazabilidad, la especialista detalló que los clones “fueron caracterizados según el descriptor aprobado por el Instituto Nacional de la Semilla ─INASE─ que tiene en cuenta características morfológicas y fenológicas y mediante marcadores de ADN”.
Cómo obtener un clon
A diferencia de otros géneros de importancia forestal, que se instalan a partir de plantines que se producen de semillas, en la Argentina las plantaciones de Salicáceas se inician a partir de estacas o guías provenientes de la multiplicación agámica.
Así, el Programa de Mejora del INTA Delta del Paraná generó un estaquero comercial con material original, que distribuye variedades elite seleccionadas a viveristas y productores.
Con respecto a las ventajas de utilizar material clonal, la especialista aseguró que se obtiene “una plantación genéticamente homogénea”, y agregó: “Las variaciones en el crecimiento serán dadas por diferencias en la calidad del ambiente o respuestas diferenciales de los clones. Pensemos que las plantas expresarán todo su potencial genético en ambientes adecuados”.
FOTO: Prensa INTA