Todavía no se sabe la superficie quemada, pero si se conocen las cuantiosas pérdidas materiales que produjo el último incendio forestal en el Valle de Pancanta, desatado el domingo 6 de septiembre y cuyo peligroso avance sobre viviendas rurales podría haberse evitado si la empresa Edesal hubiera reaccionado con mayor prisa. La indignación con la distribuidora de energía en San Luis quedó reflejada en una dura denuncia policial que radicó Juan Carlos Marini, uno de los propietarios de Estancia Rama y quien más daños sufrió.
Abundan las quejas por la deficiente atención de Edesal en esa zona próxima a la pintoresca Carolina, donde se reportan cortes de energía cada vez más frecuentes, con demoras de hasta 12 horas en restablecer el servicio.
Invocando varios testigos, Marini le dijo a la policía que el incendio se originó por la explosión de un transformador, que abrió un fuego que alcanzó los 200 metros de frente y unos cuatro kilómetros de largo: “El accionar de Edesal fue lamentable e irresponsable, aun cuando había sido advertida de la situación y con el conocimiento de haber sido protagonista en el incendio, no se comportó de acuerdo a las circunstancias”.
El Río Grande freno el avance lateral circunscribiéndolo al callejón entre la ruta y el río. En ese corredor, arrasó con todo lo que encontró a su paso, alambrados, maquinaria agrícola, árboles, postes de luz, todo desapareció rápidamente. También en algunas partes cruzó la ruta, complicando además la situación de los vecinos que viven en esa zona, según describió el empresario: “Fue tremendamente indignante que esta empresa no respondiera con la celeridad y prudencia que el caso ameritaba”.
Pero la denuncia también revela otra situación que resultó de gran peligro y ante la que Edesal asistió tres horas y media después de que les advirtieran con varios llamados: “Una cuadrilla con escasos pertrechos, logró parar dos de los postes de luz caídos, cortando la parte quemada y enterrando nuevamente el poste, por lo que los cables obviamente quedaron a menor altura. Uno de los postes adyacentes estaba totalmente inclinado hacia el río, esto sumado a la altura y tensión de los cables arreglados de manera transitoria, hizo que las ramas de árboles adyacentes tocaran a los cables. Esto no sucedía antes del incendio. Notamos el problema entrada la noche, porque la oscuridad permitió ver los chispazos que largaban los cables al contacto con las ramas”.
Marini pidió la investigación correspondiente para esclarecer el origen del incendio y hasta ofreció un perito de parte.
Las pérdidas materiales que padeció el dueño de Estancia Rama, están ocho mil metros de alambrado de cinco hilos, con postes itin y cuatro mil varillas, una desmalezadora agrícola grande de arrastre que se quemó totalmente y unos 500 árboles adultos, de distintas especies ( arces y pinos); tres tranqueras de madera de cuatro metros de una sola hoja.
FOTO: Gentileza Alicia Bañuelos y Juan Carlos Marini