La provincia de San Luis completó la siembra de trigo para la campaña 2024/25 con un total de 11.900 hectáreas implantadas, lo que representa un incremento de 1.600 hectáreas respecto al ciclo anterior, según datos actualizados de la Bolsa de Cereales de Buenos Aires.
Este crecimiento consolida una tendencia sostenida de recuperación del cultivo en el territorio puntano, luego de varios años de altibajos marcados por condiciones climáticas adversas y cambios en las decisiones productivas del sector agropecuario. En comparación con el punto más bajo registrado en las últimas campañas —la campaña 2020/21, con apenas 1.900 hectáreas sembradas— la superficie triguera muestra un salto significativo, casi multiplicando por seis el área implantada en un lapso de cuatro años.
La campaña 2022/23 había marcado un punto crítico: si bien se implantaron alrededor de 12.000 hectáreas, una severa sequía provocó importantes pérdidas, afectando gran parte de los lotes y dejando un saldo negativo para los productores. Sin embargo, en 2023/24 la actividad comenzó a recuperarse, con 10.300 hectáreas sembradas y mejores condiciones generales, aunque aún por debajo del potencial productivo de la provincia.
En este contexto, los 11.900 hectáreas sembradas en el actual ciclo reflejan una clara señal de confianza por parte del sector agrícola, impulsada por una mayor estabilidad climática, mejoras en las condiciones del suelo y el acompañamiento técnico de distintas instituciones.
Además, la Bolsa de Cereales proyecta un nuevo récord para la campaña triguera en San Luis: estima que la superficie sembrada podría alcanzar hasta 19.000 hectáreas en total, cifra que sería la más alta en la última década, consolidando al trigo como un cultivo estratégico en la diversificación de la producción agropecuaria provincial.
De cumplirse estas proyecciones, San Luis se reposicionaría como una de las provincias en expansión en materia triguera dentro del mapa productivo nacional, con un potencial aún mayor si se sostienen políticas de acompañamiento, inversiones en infraestructura rural y condiciones climáticas favorables.
