El presidente de la Sociedad Rural Río Quinto, Daniel Casella, lanzó un dramático llamado de atención ante la escalada de robos y faenas clandestinas dentro de los campos. Tras múltiples reclamos sin respuestas, advierte que los productores están al borde de una protesta histórica.
La tensión en la zona rural puntana volvió a subir otro peldaño. “Esto no da para más”, sentenció con tono seco y cargado de frustración el presidente de la Sociedad Rural Río Quinto, Daniel Casella, al describir un panorama que, según afirma, se volvió intolerable: abigeatos diarios, animales faenados dentro de los propios establecimientos y un clima de inseguridad que ya no solo golpea la economía, sino que amenaza la vida de quienes trabajan la tierra.
Casella confirmó que, tras meses de reclamos y gestiones fallidas, los productores analizan una medida extrema, como un camionetazo frente a la Casa de Gobierno, una protesta inédita que ya cuenta con el respaldo explícito de la Confederación de Asociaciones Rurales de la Tercera Zona (CARTEZ).
“La faena de ganado robado no para de crecer”, advirtió el dirigente. Y las cifras que manejan los productores son alarmantes. Animales desparecidos noche tras noche, huellas de faena clandestina dentro de los lotes y una cadena delictiva que, denuncian, opera impunemente.
Lejos de quedarse de brazos cruzados, Casella relató que mantuvieron reuniones con la ministra de Seguridad, Nancy Sosa, y posteriormente con los jefes de las comisarías de Juan Llerena, Justo Daract, Juan Jorba y otros puestos policiales del área de influencia de Villa Mercedes. Pero, pese a las promesas, la situación empeoró.
Productores cara a cara con los delincuentes
El tono dramático del dirigente se profundizó al revelar episodios recientes que elevan la preocupación a niveles críticos. “Hay casos de productores que se encontraron cara a cara con los delincuentes dentro de sus propios campos y encima fueron amenazados. Ya entramos en un clima donde entra en riesgo la vida humana”, advirtió.
Ese escenario de violencia rural, que hace unos años parecía excepcional, hoy se volvió parte de la rutina.
Como último paso antes de salir a la calle, Casella se reunió con el intendente de Villa Mercedes, Maximiliano Frontera, para advertirle sobre la venta de cortes vacunos a precios irrisorios que circulan por redes sociales y grupos de mensajería. La sospecha es firme. “Tendrían su origen en el abigeato”, alertó.
El dirigente también informó la situación al director de Desarrollo Productivo, Gustavo Del Bosco, exintegrante de la Rural Río Quinto, en busca de un acompañamiento institucional más amplio.
Cansados, frustrados y al límite, los productores decidieron avanzar en su “última instancia”: un pedido de audiencia directa con el gobernador Claudio Poggi.
“Nos queda una sola instancia más, solicitar una reunión con el gobernador”, anticipó Casella. Si no hay respuestas, el camionetazo —una protesta cargada de simbolismo rural— podría convertirse en el próximo capítulo de un conflicto que viene creciendo en silencio, pero que ahora amenaza con estallar en plena vía pública.
La sensación es unánime entre los productores, la paciencia se agotó y el campo, una vez más, vuelve a alzar la voz.
Foto: José Sombra.
