Por tercer año consecutivo, investigadores del INTA San Luis y la FICA–UNSL evaluaron variedades desarrolladas por el instituto nacional. Los resultados revelan altos rendimientos y una destacada adaptación al clima y los suelos del noreste provincial.
El algodón, históricamente asociado al norte argentino, empieza a abrirse camino en nuevas regiones del país. En el noreste de San Luis, una serie de ensayos liderados por el INTA San Luis y la Facultad de Ingeniería y Ciencias Agropecuarias (FICA) de la Universidad Nacional de San Luis (UNSL) confirman que el cultivo puede desarrollarse con éxito en el Valle del Conlara, aportando una alternativa innovadora a la matriz productiva provincial.
Los trabajos se llevan adelante en el Campo Experimental “Don Andrés”, ubicado cerca de Tilisarao, donde durante la campaña 2024/2025 se ensayaron tres variedades de algodón desarrolladas por INTA, Guaraní INTA BG/RR, Porá 3 INTA BG/RR y Guazuncho 4 INTA BG/RR.
“El objetivo es evaluar la adaptabilidad del cultivo en una zona que presenta condiciones edafoclimáticas particulares, pero con alto potencial agrícola”, explicaron los investigadores del proyecto: “Después de tres campañas consecutivas, podemos afirmar que el algodón se adapta y responde muy bien en San Luis”.
Los resultados se conocieron a través de la reciente publicación del INTA “Ensayos agrícolas en la provincia de San Luis Campaña 2024-2025 maíz, soja, girasol y algodón”.








El informe destaca la importancia de los ensayos a campo en San Luis como herramienta estratégica para generar información confiable que mejore la toma de decisiones productivas. Resalta la cooperación entre INTA, UNSL y productores, que permite validar tecnologías en condiciones reales, fortalecer la innovación y promover la sostenibilidad de los sistemas agrícolas locales.
De acuerdo con datos del Sistema de Información Simplificado Agrícola (SISA–INASE), las localidades de Quines y Candelaria, al norte provincial, ya aportan el 1,36 % del total de la superficie algodonera del país. Los ensayos en Tilisarao buscan ampliar esa frontera, probando materiales genéticos en ambientes más templados y semiáridos.
“Esta línea de trabajo es resultado de la articulación público-privada ante el crecimiento exponencial del algodón a nivel nacional y la necesidad de generar conocimiento local”, destacaron desde INTA San Luis.
La siembra se realizó el 10 de diciembre de 2024 en un diseño completamente aleatorizado, con cuatro repeticiones y una densidad de 15 semillas por metro lineal, a 0,52 metros entre surcos. El lote recibió una fertilización base con Microstar Pz (26 kg/ha).
Las precipitaciones acumuladas fueron de 485 mm a lo largo del ciclo, con temperaturas máximas superiores a 40 °C en enero y febrero y sin registro de heladas hasta fines de mayo. La primera helada ocurrió el 27 de mayo de 2025 (-8,6 °C), lo que aceleró la maduración y apertura de cápsulas.
Durante el desarrollo se aplicó regulador de crecimiento Cycocel® 75 en tres momentos, 20 y 30 de marzo y 15 de abril, y se registraron todas las etapas fenológicas del cultivo, que alcanzó un ciclo total de 158 días.
Los resultados fueron contundentes. La variedad Guaraní INTA BG/RR, de ciclo intermedio-temprano, obtuvo el mayor rendimiento bruto con 3.503,8 kg/ha, superando significativamente a las otras dos variedades evaluadas. También lideró en número y peso de cápsulas por planta, consolidándose como el material más adaptado a las condiciones de Tilisarao.
“Guaraní mostró un comportamiento sobresaliente en todos los indicadores productivos”, remarcaron los técnicos y destacaron que “esto demuestra que los genotipos de ciclo corto o intermedio-temprano son los más adecuados para aprovechar el régimen térmico y las lluvias del noreste puntano”.
Con tres campañas consecutivas de datos, los investigadores plantean que el siguiente paso será ajustar prácticas de manejo, como fechas de siembra, densidades y nutrición, para lograr una mayor eficiencia en el uso del agua y los recursos.
“Estamos frente a un cultivo que puede diversificar la producción regional y aportar valor agregado”, afirmó un referente de la FICA. “El algodón tiene historia, pero también futuro, y San Luis está mostrando que puede ser parte de esa nueva etapa”.
El trabajo conjunto entre INTA y la UNSL no solo aporta conocimiento científico, sino que abre la posibilidad de incluir al Valle del Conlara dentro del mapa algodonero nacional, con perspectivas de desarrollo agroindustrial y generación de empleo.
El algodón puntano, que ya empieza a florecer en campos de Tilisarao, podría convertirse en una pieza estratégica dentro del esquema productivo diversificado que busca la provincia.











