Con la intención de mejorar sus condiciones de ingreso y de vida, un grupo de productores que tienen espacios en el periurbano de la ciudad de Villa Mercedes participa de un ciclo de capacitaciones que está organizado entre el Municipio y el INTA.
Días atrás El Semiárido publicó una entrevista con el secretario de Desarrollo Sustentable de la Municipalidad, Mario Mondelli, la cual tuvo amplia repercusión por algunos conceptos vertidos por el funcionario. En ella daba cuenta de la realización de un ciclo de capacitaciones a productores. (Ver: https://www.elsemiarido.com/desde-villa-mercedes-emigran-dos-millones-de-pesos-cada-dia-por-frutas-y-verduras/)
Este martes estuvimos en el lugar donde tomamos algunas fotografías y dialogamos con el responsable de la formación, el técnico de INTA Ángel Pelaitay.
En una charla mantenida con El Semiárido comentó que el Municipio de Villa Mercedes convocó a esta organización sólo para que entregara las semillas para la producción.
«Este año no contamos con la cantidad de semilla que necesitan, pero sí disponemos de técnicos que podemos formar a los productores en el uso eficiente de la semilla y de un modelo agroecológico en la producción», dijo el técnico de INTA.
La gente que se anotó para realizar esta capacitación, entre 25 y 30, habitan en la zona del periurbano de la ciudad de Villa Mercedes, donde no se puede trabajar con agroquímicos. También hay algunos que viven en la ciudad.
Al contar con los inscriptos y conocer el lugar donde realizan la producción, se armó un esquema de seis reuniones para capacitarlos. Ahora se agregó una séptima. Una vez finalizados estos encuentros que se realizaron en la sede de la Secretaría de Desarrollo Sustentable en calle General Paz, detrás de la Intendencia, se realizará una jornada a campo para visualizar varias de las herramientas aprendidas en la ocasión.
Dentro de las personas que siguen con continuidad este curso hay un minúsculo grupo de aquéllos que están dentro de las parcelas que se entregaron en un terreno contiguo a la Escuela Agraria. El resto dispone de espacios en el periurbano.
Pelaitay relata que estas familias tienen parcelas que oscilan entre media y una hectárea, medida suficiente para una producción propia y para comercializar. También hay otros que cuentan con un patio grande de unos 70 metros cuadrados al que lo llama «traspatio». La pregunta es ¿cómo hacer rentable un espacio de este tamaño?
El técnico de INTA respondió que se trabajó el tema grupal y la colaboración entre los productores. Quienes tienen actividades a nivel de traspatio «apuntamos a que sean proveedores de plantines de calidad, entonces los que tienen porciones más grandes no hacen siembra directa en el suelo, sino con plantines», especificó.
Otro sector «debiera dedicarse a hacer humus y hacer un abastecimiento local para lograr una producción agroecológica, trabajando en red de acuerdo con las posibilidades que cada uno tenga», reflexionó.
En los encuentros de capacitación se distinguieron dos momentos. Uno de ellos en el cual el técnico trasladaba conocimientos y otro grupal, como espacio de reflexión e inclusive se hizo un demostrativo de comercialización.
En este sentido destacó que el contacto entre el productor y el comprador no se agota en la venta del producto, sino que le cuenta la historia de su trabajo, su vida, la pasión por la huerta. Se genera un vínculo especial entre ambos.
Algunas de las personas que concurren a la formación son productores y otros no. Es el primer acercamiento. Quieren mejorar sus condiciones de ingreso y de vida, por eso hay que «hacer énfasis en la ayuda mutua y que la sociedad los empiece a reconocer».
El ejemplo de ayuda mutua que da Pelaitay es el de la relación INTA – Municipalidad. «No podríamos haber llegado a la instancia de encontrar gente interesada en producir si no hubiese estado la Municipalidad. Ellos no podrían haber dado un curso como lo canalizamos nosotros».
Fotos: El Semiárido.
