El presidente de la Confederación de Asociaciones Rurales de la Tercera Zona (CARTEZ), Javier Rotondo, consideró que, a pesar del contexto económico y político adverso al sector agropecuario, “el campo cosechó y siguió produciendo carne y leche” y destacó que por ello “lo que muchos vieron como un sector privilegiado, nosotros lo vemos como una fortaleza”.
Durante una entrevista con El Semiárido, el dirigente se lamentó por los “zarpazos del Estado al sector privado y ocupado en temas que no son prioritarios, cuando la gente quiere debatir cómo generar trabajo y cómo se sale de la recesión”.
Para Rotondo, esto no está en la agenda política: “De lo único que hablamos es vacuna sí vacuna no; el productor sigue invirtiendo contra viento y marea, aun con señales negativas y con un gobierno que no entiende y que genera más sometimiento”.
– ¿Qué consecuencias comienza a observar que dejó para el campo el combo de la cuarentena, cierre de límites y sequía?
A pesar de toda esta situación, la fortaleza mayor es que el sector demostró que con esta mezcla de economía en franca destrucción por una serie de factores donde el golpe de gracia fue el Covid 19, siguió andando, aún con todas estas locuras que vivimos, donde en un país federal teníamos 24 protocolos distintos para transitar y circular y donde los límites de la producción no tienen nada que ver con los límites sanitarios.
Las medidas con falta de sentido común, no solamente en San Luis, sino también en nuestros límites como CARTEZ en Santiago del Estero y algo en Santa Fe, fueron de una irracionalidad total y sin tener contemplación con lo esencial que es la actividad agropecuaria.
Aun así, el campo cosechó, siguió produciendo carne y leche. Lo que muchos vieron como un sector privilegiado, nosotros lo vemos como una fortaleza. El productor no especula, en situaciones de economía crítica sigue produciendo, incluso ante una de las sequías más complejas que le tocó vivir al oeste de San Luis, lo mismo seguirá invirtiendo.
Las recientes luvias en toda la región traen un alivio a una situación crítica.
El productor sigue invirtiendo contra viento y marea, aun con señales negativas y un gobierno que no entiende y que genera más sometimiento. Por ejemplo, la circular del Banco Nación haciendo caer el acceso al crédito si tenés stock de soja o trigo, volviendo a las viejas recetas; un paro total que está afectando seriamente la producción y la generación de divisas.
Con todo ese combo y a pesar de todo, el productor va por una campaña más y sigue produciendo carne y leche. En vez de ser reconocido, es cuestionado como un privilegiado.
– ¿Con todo este panorama, qué horizonte de crecimiento ve para el año próximo, teniendo en cuenta que es un año electoral?
Llega un año electoral en donde la política está de espaldas a los problemas. Este es el gran desafío, porque estamos con un gobierno que tiene un año, que atravesó una situación de pandemia, pero que ha tenido claras demostraciones de un cortoplacismo e improvisaciones en muchos aspectos y no ataca los problemas de fondo, sumado a que tenemos este sistema electoral tan perverso que hace que los gobiernos estén dos años en campaña y menos de dos solamente gestionando. Así que el 2021, cuando empiece el año electoral comienzan las especulaciones y cálculos.
Y los sectores privados, empresariales, Pymes, pequeños productores y comerciantes que no tienen esta lógica, vemos con mucha preocupación lo que sucederá el año próximo.
La política ha demostrado una vez más que está lejos de la gente, porque los intereses mezquinos electoralistas están por encima de la lógica.
– ¿Cree que se ha desdibujado el sentido de la política?
Totalmente y no lo dijo solo por los oficialismos, sino también por las oposiciones, los que tanto a nivel nacional como provinciales entran en esa lógica de grietita chiquita, de trapitos al sol por mezquinos intereses y no con un fin más importante.
No he escuchado al oficialismo ni a la oposición plantear realmente un proyecto anticrisis de consenso, en donde busquemos una salida con trabajo, con mayor producción y menor carga tributaria.
Hoy se ve tremendamente resentida la actividad económica del país y estamos hablando, y no digo que no sean importantes, de temas como la ley del aborto libre y gratuito en sesiones extraordinarias, o la reforma jubilatoria, impuesto a la riqueza, los presupuestos mínimos de la ley de manejo del fuego.
Todos zarpazos del Estado al sector privado, cargas tributarias y temas que no son lo prioritario. La gente quiere debatir cómo generar trabajo y cómo se sale de la recesión.
Esto no está en la agenda política. De lo único que hablamos es vacuna sí vacuna no.











