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Cuestionan la puesta en marcha de la Identificación individual electrónica

Uno de los mayores fabricantes de caravanas del país objeta la licitación para la compra de los dispositivos y anticipa desinversión y despidos en el sector. También advierte sobre dificultades para cumplir con la normativa a partir de marzo. La carta de Carreteles Rafaela y su pedido de revisión del mecanismo oficial.

La idea del Gobierno de implementar un sistema de identificación electrónica individual del ganado fue uno de los grandes debates de la ganadería en 2024. Con la decisión de proveer los dispositivos en forma gratuita para los productores, se llamó a una licitación cuyos resultados se conocieron sobre el cierre del año.

Una de las empresas participantes de este proceso, Carreteles Rafaela, nos acercó una carta con diferentes objeciones a la estrategia oficial y reparos a los criterios de licitación. Por ser un tema de interés, compartimos este mensaje con la comunidad de Valor Carne:


Guillermo Guntern.

El 1° de marzo comenzará a regir la identificación electrónica individual del ganado en todos los campos del país, dejando obsoleta la caravana tradicional de la cual somos fabricantes.

Si bien la medida se implementará en etapas, la decisión del Gobierno de llamar a una licitación para proveer de forma gratuita para los productores los dispositivos necesarios hasta julio de 2026 significa, en los hechos, la paralización por un año y medio del mercado de caravanas.

Para nuestra compañía, la consecuencia inmediata de esa decisión es penosa. Al no tener clientes a quien venderles, Carreteles Rafaela se ve obligada a cerrar sus sucursales y despedir a más de 50 personas que trabajaban directamente para abastecer 6.000.000 de caravanas por año, casi el 40% del mercado argentino.

Cabe destacar que hace pocos años, la participación de la empresa en el rubro era del 7%. Nuestro crecimiento se basó en la decisión de invertir en la apertura de seis sucursales con sus respectivas máquinas numeradoras láser, incorporación de nuevos puestos de trabajo, mercadería y camionetas, entre otros recursos. Todo esto en un marco de libre competencia.

Por eso, no se entiende porqué este gobierno (al que voté) decidió anular la competencia entre las partes e intervenir llamando a una licitación pública.

Competencia desigual

También tengo cuestionamientos a la licitación en sí misma. Su diseño, planteando el precio como único criterio, favoreció a una gran empresa multinacional que no tienen estructuras dentro del país.

Quiénes venimos participando en este rubro somos fabricantes con empleados que viven en la Argentina y cargan con aportes patronales e impuestos propios de este país, lo que nos hace menos competitivos contra empresas que producen en el exterior. Incluso, por ese motivo, dos de las compañías proveedoras tradicionales de caravanas ni siquiera se presentaron a licitar.

El resultado fue que todas las empresas nacionales quedamos fuera del servicio. El 100% de la licitación de caravanas fue otorgada a la única empresa que no fabrica tarjetas, ni enumera en la Argentina.

Uno de los puntos poco claros del pliego de licitación era la forma en que los dispositivos tenían que llegar al productor. Si bien se planteaba que el precio debía incluir el costo del flete y una comisión para la veterinaria, nunca se especificó cuánto debía ser. Es decir, debíamos calcular el costo de un flete por 5.000 caravanas a Chascomús o 25 caravanas a Chubut y además imponer unilateralmente la ganancia de las veterinarias.

Hoy, frente a funcionarios que se jactan de haber logrado reducir el costo del producto, aclaramos que esta victoria a lo Pirro fue incluso a expensas de unas 2.000 veterinarias que trabajan día a día con los productores y que, por supuesto, deben ser compensadas por dicha tarea.

En este punto, es importante una aclaración: esta carta, nada tiene que ver con no haber ganado en ninguno de los once lotes de la licitación correspondientes a las caravanas. De hecho, es sabido que Carreteles Rafaela fue elegida para la provisión de bastones lectores. En este caso, el único requerimiento era evaluar el costo de los bastones y la entrega en la dependencia oficial que realizará la distribución posterior. Una prueba más de que cuando las reglas son claras, las empresas nacionales podemos ser competitivas.

Estamos a tiempo

Como planteé, la eliminación del mercado libre de caravanas electrónicas hasta julio de 2026 obligará a las firmas tradicionales a reformular sus negocios.

Incluso, adelantándonos a la demanda prevista para este año, muchos teníamos contratos con proveedores internacionales que ahora deberemos renegociar. Esto no solo ocasionará perjuicios particulares, sino que representa un nuevo daño a la credibilidad de la Argentina en el mundo.

Sin embargo, hay algo más preocupante. A menos de dos meses de que comience a regir la identificación obligatoria, aún no se completó el proceso adjudicatorio oficial y hay muchas dudas de que el productor pueda tener a tiempo los dispositivos que el mismo Estado le exige.

Creemos que la trazabilidad electrónica es el paso que la ganadería argentina necesita para sumar eficiencia, fortalecer su imagen y ganar mercados en el mundo. Estamos a tiempo de que las autoridades convoquen a todos los involucrados para corregir procedimientos y lograr consensos buscando que el nuevo sistema pueda ponerse en marcha.

Desde Carreteles Rafaela, estamos dispuestos, y creo que lo mismo ocurre con las demás empresas, a aportar las caravanas que sean necesarias, que ya venimos imprimiendo, para evitar problemas logísticos que impidan el cumplimiento de los plazos establecidos por el Gobierno.