
Los próximos dos meses serán claves para el campo. Lo que suceda después no inquieta tanto más que tener una buena cosecha. En los siguientes 60 días el productor no dejará de levantar la cabeza para mirar al cielo. No dejará de consultar cuántos pronósticos rondan por la Internet. Se instalará, si no lo hizo aún, las distintas apps del tiempo para ver dónde, cuándo y cuánto lloverá. Agua. Eso es en lo único que piensa. Ni mucha ni poca, sólo lo suficiente para tener una producción acorde a lo que se sembró. Lo ideal es dejar atrás lo perdido durante la sequía. El Gobierno también lo desea. Las divisas del agro le ayudarán a controlar el tipo de cambio. En un año de elecciones no querrá que el dólar se disparé y pase lo de siempre, que esa alza se traslade a los precios, como se viene viendo en los últimos meses. Las elecciones están al llegar. El campo se sentará sobre los silobolsas.
Hoy nada indica que suceda lo que pasó hace un año. El fenómeno de El Niño ya está instalado en la Argentina. Esto significa la presencia de precipitaciones, algo que ya se vio en diciembre pasado. El agua en algunos casos generó problemas con el trigo pero en líneas generales al día de hoy se encamina a una campaña de fina dentro de todo normal.
El último reporte del Instituto de Clima y Agua adelantaba que las provincias de Buenos Aires (centro y norte), Entre Ríos (centro y sur), Santa Fe (sur), Córdoba (este) y La Pampa (norte), recibían precipitaciones entre los 70 mm y 120 mm, pudiendo ser superados de forma localizada. La próxima semana sucederá lo mismo. En definitiva, el agua está, parafraseando a un entrenador técnico que explicaba de esa manera que el equipo estaba listo para jugar.
Entonces, si el clima esta vez no va a ser el problema, lo que sigue es tener buenos precios. Algo que no se viene dando, al menos en la soja. La guerra comercial entre EE.UU. y China si bien empujó los valores para arriba en el mercado local a partir de las compras del país asiático en Sudamérica, esto no pudo ser aprovechado por todos. La Argentina ya casi no contaba con materia prima por vender. Si el conflicto de las dos naciones continúa, el productor puede verse beneficiado, léase también más ingresos para el Gobierno. Pero Brasil le puede seguir haciendo sombra.
«Un tema no menor pasa por la gran cosecha que está por levantar Brasil la cual superará los 120 millones de toneladas; es acá en donde China mirará para abastecerse y no tanto a la Argentina», explicó la analista de mercado Lorena D´Angelo quien agregó que «este contexto no es bueno para los productores, por eso se debe optar por los subproductos». Pero la puesta de las retenciones impide hoy ser competitivo para exportar.
Por lo pronto las cotizaciones actuales muestran un panorama negativo. La soja a mayo próximo cotiza en promedio en los u$s239 la tonelada. Hace un año esta se pagaba más: 264 dólares. Será por esto que el productor no adelanto sus ventas. El margen es negativo. Los datos de la Dirección de Mercado muestran que hasta la semana pasada se habían pactado ventas por 3,52 millones de toneladas, esto significa una caída del 47,5% contra las 6,72 millones de hace un año.
Esto quiere decir que el productor no venderá. Retendrá más que nunca. Van a esperar a que los precios suban. Saben que con una gran producción, los valores llegan a aumentar en plena cosecha. Además está desfinanciado y querrá recuperar lo que desembolsó en la sequía.
Con tasas de interés por las nubes, el productor venderá a cuenta gotas. Eso no es lo que precisamente quiere el Gobierno. Todo esto anticipa como ya se vio, un lento avance en la comercialización.
El escenario político no ayuda mucho. El hombre de campo lo sabe. Por eso estará atento a como se presentan los distintos candidatos. Lo bueno es que el cereal viene bien. Esto le ayudará a pagar los gastos y le dará margen para no negociar la oleaginosa.
«Con una pata financiera colapsada, necesitamos un ciclo productivo de normal a bueno, para sanearnos. Luego veremos cómo se encara la parte tributaria como las retenciones, repito, hay que tener una buena cosecha, lo demás se puede solucionar», afirmó el presidente de la Confederación de Asociaciones Rurales de la Tercera Zona (Cartez), Gabriel De Raedemaeker.
Fuente: BAE Negocios