El presidente de CRA se refirió a la situación del sector agropecuario, las expectativas en torno a la baja de retenciones, el rol de las entidades rurales, el diálogo con el gobierno y los desafíos que atraviesan los productores.
En una entrevista con el periodista Jorge Leguizamón, de Tiempo Radio, el presidente de Confederaciones Rurales Argentinas (CRA), Carlos Castagnani, abordó en profundidad el problema de las retenciones, el vínculo del sector con el Gobierno nacional, y las expectativas de los productores frente a una coyuntura económica y climática desafiante. Con un tono firme pero esperanzado, el dirigente rural expresó la necesidad de avanzar en cambios estructurales que permitan recuperar la competitividad del agro argentino.
Castagnani no dudó en calificar a las retenciones como “un impuesto injusto y arbitrario”, al tiempo que recordó que se trata de un reclamo histórico del sector. “Es un tributo que no distingue si al productor le va bien o mal. Es una extracción directa de la rentabilidad, y eso tiene consecuencias claras: mientras otros países han duplicado su producción, nosotros estamos estancados”, afirmó.
El dirigente rural señaló que, si esos recursos regresaran al productor, el impacto en la productividad sería inmediato: “En dos años podríamos duplicar o incluso triplicar la producción”. A pesar de la dureza del reclamo, reconoció que algunos gestos del gobierno actual —como la baja en las retenciones al trigo— son “una señal positiva” que podría anticipar un cambio de rumbo. “Esperamos que el próximo 30 de junio esta política también se extienda a otros granos como la soja, el maíz, el girasol o el sorgo”, sostuvo.
Consultado sobre si este proceso podría continuar hacia otros cultivos, Castagnani se mostró cauto pero optimista: “Somos productores y, por lo tanto, naturalmente optimistas. Tenemos que serlo, porque trabajamos en una actividad que no tiene garantías. Pero también sabemos que este impuesto perjudica claramente a la producción, y creemos que hay voluntad de revisarlo”.
En ese sentido, enfatizó que las entidades rurales como CARTEZ y la Mesa de Enlace continúan el diálogo con el gobierno, muchas veces desde el silencio, pero con una actividad constante. “No hemos abandonado el tema. Estamos en contacto permanente con las autoridades. A veces los avances no se ven porque no se comunican, pero se trabaja”, explicó.
Uno de los ejes de la entrevista fue el vínculo entre el campo y el Gobierno nacional. Castagnani fue claro al distinguir entre respaldo político y acompañamiento productivo: “Nosotros acompañamos desde la producción. No es un apoyo partidario. Y cuando no estamos de acuerdo, lo decimos. Porque creemos que así también se construye: aportando ideas y mostrando otro punto de vista”.
El presidente de CRA destacó que muchas de las medidas macroeconómicas han sido bien recibidas por el sector, pero advirtió que la lentitud en la baja de retenciones genera cierto desencanto. “Nos hubiese gustado que el proceso de reducción comenzara antes y fuera más acelerado. Pero también hay que reconocer que es la primera vez que un gobierno inicia un camino hacia la eliminación de las retenciones. Eso, en sí mismo, ya es un cambio”, señaló.
Las voces del interior
Castagnani, quien recorre regularmente las distintas zonas productivas del país, relató que lo que encuentra es un clima de expectativa y prudencia. “Hay preocupación, claro, pero también esperanza. Nadie quiere que a este ni a ningún gobierno le vaya mal. Todos deseamos que al país le vaya bien, porque eso nos incluye a todos”, expresó.
No obstante, reconoció que hay factores que escapan a cualquier gestión y que condicionan fuertemente al sector, como el clima y los precios internacionales. “Hoy los valores de los cereales no son los de años atrás. Y si a eso le sumamos una sequía o una inundación, como las que estamos viviendo en distintas regiones, el panorama se complica aún más”, dijo.
El titular de CRA remarcó que las preocupaciones del sector no se agotan en la cuestión impositiva. “También estamos trabajando en otros temas fundamentales, como la situación del INTA y del SENASA. Son instituciones clave para el desarrollo productivo, pero requieren una revisión profunda para adaptarse a los desafíos actuales”, advirtió.
En particular, sobre el INTA, Castagnani destacó la necesidad de un proceso de reforma que cuente con consenso: “Todos queremos un mejor INTA, empezando por su propia gente. Pero hay que encontrar un punto de equilibrio. Los extremos no sirven. Si logramos acuerdos, podemos tener un INTA a la altura de lo que el país necesita”.
En un sector tradicionalmente enfocado en los granos, el dirigente también puso el foco en la situación de la ganadería. “A veces se piensa solo en la agricultura, pero la ganadería también sufre las consecuencias del clima y de políticas inadecuadas. Una inundación, por ejemplo, puede devastar un establecimiento ganadero en horas”, explicó.
Castagnani subrayó que la entidad está presente en todo el país y recoge el sentir de los productores en primera persona: “Nuestra función es trasladar esos reclamos, esas necesidades, y plantearlas ante las autoridades. El trabajo es constante, aunque muchas veces no se vea”.
Sobre el final de la entrevista, dejó un mensaje claro y conciliador: “Estamos en un momento delicado, saliendo de una crisis profunda. El campo quiere ser parte de la solución. Queremos aportar, dialogar, trabajar en conjunto. No buscamos confrontar, sino construir un país productivo y competitivo. Y para eso, necesitamos políticas que acompañen, que comprendan y que apuesten al crecimiento del sector más dinámico de la economía argentina”.
La nota con el dirigente expone no solo las demandas del agro, sino también una visión estratégica que conjuga reclamos, propuestas y compromiso con el país. Un dirigente que, en tiempos de incertidumbre, prefiere mirar hacia adelante con prudencia, pero sin resignar el objetivo de un campo más libre, más fuerte y más protagonista.











