Acorde con los tiempos que transcurren, en el Estado así como en las organizaciones se va reacomodando el damero en sintonía con las políticas que se promueven desde el gobierno que esté sentado en la Casa Rosada. Así ocurrió este viernes en la Federación Agraria Argentina, entidad gremial que representa a los pequeños y medianos productores agropecuarios.
En el marco de su Congreso Anual Ordinario el viernes eligió con el 88% a Carlos Achetoni como su nuevo presidente. Quienes lo secundarán serán Elvio Guía y Marcelo Banchi, en las vicepresidencias 1era y 2da, respectivamente.
La llegada de Achetoni a la conducción de la FAA implica la llegada de Cambiemos a la cima de la organización. El flamante mandatario cuenta con el apoyo de los delegados radicales que responden a Ernesto Sanz y con el respaldo de quienes están agrupados detrás de la figura del senador y ruralista Alfredo De Angeli, referente del PRO en la provincia de Entre Ríos.
“Tenemos por delante el enorme desafío de agotar todas las instancias de diálogo con los gobernantes. Seremos críticos cuando haya errores, como los tenemos todos. Pero no críticos para generar una desestabilización, sino para que puedan tener la posibilidad de corregir y buscar soluciones”, expresó Achetoni, en una clara diferenciación con su antecesor Carlos Príncipe.
Precisamente, este dirigente que hasta ayer se desempeñó como presidente de FAA desde 2014, había dicho semanas atrás cuando el Presidente Mauricio Macri anunció el nuevo esquema de retenciones que “se condena otra vez a los pequeños y medianos productores, sin diferenciarlos, a pagar más para sostener la timba financiera y al FMI”, se quejó.
La visión más conciliadora de Achetoni quedó en evidencia durante su discurso de asunción. Hizo mucho hincapié en los valores que definen a la Federación Agraria Argentina, pero esquivó hablar de la coyuntura política y de los graves problemas económicos por los que atraviesan la mayoría de los chacareros.
La referencia a la “crisis” llegó recién en la conferencia de prensa. “Obviamente, la crisis genera impactos negativos en nuestro sector. Pero creo que tenemos que poner el hombro y sacar a este país adelante entre todos”, planteó en una clara explicitación que esta organización mide con varas diferentes al gobierno peronista anterior al 2015 respecto del actual.
El cambio de gestión en la entidad sorprendió a propios y extraños. Muchos daban por hecha la reelección de Príncipe. Sin embargo, algunos de los delgados que lo apoyaban “se dieron vuelta” en las negociaciones previas a la votación. Ante ese panorama, decidió declinar su candidatura. La lista única de Achetoni obtuvo, entonces, el 88% de los sufragios. El 12% restante votó en blanco.