El uso de productos biológicos promete revolucionar la producción agrícola en la cuenca media baja de El Morro. Dante Risatti, propietario del establecimiento El Fortín, ubicado sobre ruta 33 en la Colonia Los Manantiales y limítrofe con Colonia La Cordobesa, ha implementado un enfoque innovador en el cultivo de maíz en su lote alquilado.
Treinta kilómetros al norte de Villa Mercedes, en una visita reciente de El Semiárido, Risatti explicó que ha optado por reemplazar los tradicionales fertilizantes químicos por bioinsumos, una decisión que ya está mostrando resultados prometedores.
«Hace varios años que venía tratando de usar insumos biológicos, pero me costaba mucho acceder a ellos. Ahora, con esta nueva generación de productos, se han vuelto más accesibles,» comentó.
El lote fertilizado completamente con bioinsumos y sin ningún producto químico, exhibe una salud vegetal notable. «Los hongos y bacterias han trabajado de forma muy buena. El lote está verde oscuro, hermoso, y el comportamiento de la planta es superior al de los tratamientos químicos», afirmó.
El ingeniero agrónomo Pablo Civalero, a quien Risatti conoció en una reunión en Tilisarao, ha sido fundamental en la implementación de este enfoque biológico.
«La parte química estaba siendo contraproducente,» explicó el productor y aseguró que «cuando fertilizás con productos químicos, afecta negativamente a la planta y reduce el rendimiento. Ahora, con los productos biológicos, hemos logrado una siembra más uniforme y estable.»
«Ahora largo directamente con biológico porque la fertilización química no estaba cumpliendo su función y es muy cara. Es una inversión grande para no obtener resultados. El costo-beneficio no daba los números,» agregó Risatti. «Hace tres años que vengo para atrás y esto realmente me ha cambiado la cara. El sembrado es otra cosa; viene largando dos espigas con toda la fuerza, y la planta tiene un tallo espectacular.»



Risatti destacó la importancia del enraizamiento que ha logrado el inoculante biológico. «El maíz emergió al tercer día, y el enraizamiento es impresionante. Las raíces tienen una mejor conductividad de agua, lo que es crucial en años de poca lluvia. Mientras más profundidad tenga la raíz, más humedad recupera para la planta.»
Además, el asesoramiento del ingeniero Civalero ha sido clave. «El acompañamiento es algo nuevo y te sientes más cómodo. Cuida la inversión y te asegura mejores resultados,» explicó. «Para un pequeño productor, es fundamental que lo que inviertas sea rentable.»
Para el futuro, Risatti planea seguir utilizando bioinsumos también en sus cultivos de soja. «Después de la cosecha del maíz, viene la soja, y todo será tratado con bioinsumos. Estoy muy conforme con todo,» afirmó.
Este cambio podría marcar una tendencia en la cuenca media baja de El Morro, donde otros productores podrían seguir el ejemplo de Risatti y considerar los bioinsumos como una opción viable para mejorar la salud y el rendimiento de sus cultivos.
En el lote se implantaron tres variedades de maíz, a las que se les aplicó la misma dosis de bioinsumos, con respuestas positivas en todos los casos.
Los productos que llegaron para quedarsen la Colonia de los Manantiales, Pablo Civalero, destacado profesional del ámbito agrícola ha sido pieza fundamental en la transformación del lote rentado por Dante Risatti mediante el uso de productos biológicos. El profesional compartió con El Semiárido detalles sobre los tratamientos aplicados en el cultivo de maíz que han resultado en una notable mejora en la producción.



«Primero que nada, estamos en la Colonia de los Manantiales con Dante Risatti, un ferviente defensor de los productos biológicos. Este año, Dante sembró maíz en un lote alquilado tras recibir precipitaciones favorables.
El 22 de octubre, bastante temprano para la zona, se realizó la siembra,» recordó.
Civalero, representante del Laboratorio Mycophos, suministró el inoculante biológico FOSFOACTIV para las semillas. «El inoculante contiene endomicorriza arbuscular, Azospirillium, macro y micronutrientes quelatados, y hormonas vegetales, lo que proporciona un plus significativo durante la germinación y los primeros estadios de la plántula. Además, se incorporó a la semilla bacteria fijadora de nitrógeno, detalló.
Luego de una tormenta con granizo y viento, en estadío v4-v5 se aplicó el fertilizante foliar Arco 4N junto con bacteria fijadora de nitrógeno. «El objetivo fue recuperar la planta tras el daño causado por la tormenta. Aunque no se aplicó en prefloración para evitar más daños, la respuesta del cultivo ha sido excepcional,» añadió.
La cercanía entre los campos de Risatti y la ubicación de Civalero ha permitido un asesoramiento más directo y personal. «Nos contactamos por teléfono, WhatsApp, y realizo visitas semanales. Este año hemos visto una mejora notable en el color de la hoja y el grosor del tallo del maíz,» comentó el ingeniero.
El hongo endomicorrisa arbuscular, presente en el inoculante, juega un papel crucial. «Se adhiere a la raíz durante la germinación y comienza a formar hifas que traen agua y nutrientes desde las profundidades del suelo,» explicó.
«Estas hifas, que son microscópicas y no las vemos, entran por los poros más pequeños en el suelo y traen agua y nutrientes desde las profundidades, que dejan además nutrientes para subsiguientes cultivos. En laboratorio, se han llegado a medir hasta 8 metros de longitud de hifas» detalló.
Además de incrementar el volumen radicular, las hifas dejan una sustancia que contribuye al contenido de materia orgánica del suelo. Este hongo produce glomalina, un componente clave de la materia orgánica, añadió: «Recomiendo a los productores hacer un análisis de suelo previo a la siembra para verificar el contenido de materia orgánica y para que confirmen los efectos positivos de estos productos.»
El desarrollo radicular y la velocidad de germinación también han sido destacados. «La plántula emergió en tres días, lo cual es notable. El producto ha demostrado ser muy efectivo», insistió.
El uso de bacterias fijadoras de nitrógeno también juega un papel crucial. «Estas bacterias, al igual que otros productos biológicos, requieren ciertos cuidados en su aplicación. Es importante seguir las especificaciones para asegurar los mejores resultados,» explicó.
Son productos inocuos, que pueden utilizarse en cultivos a gran escala como así también en frutales , hortalizas, entre otros.
«La infraestructura necesaria para aplicar estos productos es mínima, se pueden usar pulverizadores disponibles, ya sean de arrastre o autopropulsados. La logística es sencilla y los beneficios económicos y ambientales son significativos,» destacó Civalero.
Los productos biológicos, como el fertilizante foliar Arco 4N y otros inoculantes, están ganando popularidad en el país, con un crecimiento del 15% anual. «El beneficio ambiental es impresionante, y estamos logrando reducir la contaminación del suelo y recuperar la microfauna perdida,» concluyó.
La colaboración entre productor y asesor técnico, junto con el uso de productos biológicos, ha demostrado ser una combinación exitosa, evidenciando un futuro prometedor para la agricultura sostenible en la región. Este enfoque biológico podría revolucionar la producción agrícola, estableciendo nuevos estándares de eficiencia y sostenibilidad.
Este enfoque biológico no solo mejora la salud de los suelos a partir de la recuperación de los microorganismos benéficos y por consiguiente el rendimiento de los cultivos, sino que también ofrece una alternativa sostenible y respetuosa con el medio ambiente, estableciendo un nuevo estándar en la producción agrícola.











