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San Luis: el nuevo gobierno quiere retomar la protección de la frágil cuenca de La Petra

Es la más frágil de la provincia después de la cuenca del Morro y abarca una superficie de 28 mil hectáreas, con pronunciadas pendientes en campos mal trabajados facilitan el arrastre de sedimentos que terminan en el dique Paso de Las carretas.

Sobre la cuenca de La Petra prosperan predios cultivados con un gran potencial de desarrollo de diferentes cultivos, como soja, maíz, girasol, sorgo, entre otros de alto valor comercial, pero estas producciones se ven disminuidas en sus rendimientos por el serio problema de erosión que existe en la zona.

El equipo técnico de la dirección de Gestión Ambiental de Recursos Hídricos, integrado por Arturo Negri, María Luz Tonini y Alan Nimig, recorrió los establecimientos agrícolas que rodean a la cuenca del arroyo La Petra. La actividad tuvo como fin elaborar un diagnóstico sobre la situación actual de la cuenca para “crear un plan de acción que permita brindar un abordaje integral”.


Sin embargo, en los ’90 la provincia adhirió a la legislación nacional y dictó leyes locales de protección y conservación del suelo, en la que específicamente incluye a esta cuenca como una de las zonas agrícolas de la provincia donde es obligatorio sistematizar lotes con curvas de nivel.

Cuando se dictó esa ley, el Gobierno advirtió sobre el alarmante ingreso de tierra proveniente de lotes cultivados a favor de la pendiente al Dique Paso de las Carretas, inaugurado en 1983.

Ahora la comitiva oficial recorrió la zona acompañada por el ingeniero agrónomo Adrián Bona, quien actualmente asesora a diferentes productores de la cuenca y desarrolla propuestas conservacionistas.

“El recorrido tuvo como objetivo identificar diferentes estrategias de manejo del suelo, principalmente aquellas que ofrecen propuestas de mitigación a los impactos que produce el avance de la agricultura sobre suelos poco estructurados y la consecuencia irremediable de su erosión. El área se caracteriza por tener pendientes pronunciadas y, con suelos susceptibles a la erosión, presenta como principal problemática el avance agrícola en espacios y terrenos en los que había bosques nativos”, indicó Bona.

El asesor detalló que las propuestas que actualmente se desarrollan en los establecimientos consisten en el diagnóstico preliminar de los lotes, con su respectivo estudio de los suelos, lo que les permite evaluar, planificar y diseñar un plan de acción que brindará alternativas para abordar la pérdida de suelo en la cuenca.

La herramienta propuesta consiste en crear un sistema de terrazas, curvas de nivel y canales de conducción y micro embalses. Técnicas que favorecerán la infiltración del agua en los suelos, beneficiando a los cultivos y evitando la magnificación de los procesos erosivos ya existentes.

“La decisión política de abordar el conflicto ambiental fija, entre otros objetivos, la creación de dependencias y consorcios de productores en los que tanto el ministerio de Producción como la cartera Ambiental sean fuentes de asesoramiento técnico y consulta para garantizar la conservación de nuestros ambientes y nuestros suelos”, indicó un reporte de la Agencia de Noticias San Luis.

Las pérdidas de suelo por erosión hídrica se llevan la mejor capa del suelo, los principales nutrientes y se derrumba el rendimiento de los cultivos.

En 2016, una iniciativa de diez productores de esta zona próxima a la ciudad de San Luis, que junto a una consultora agropecuaria local lograron el financiamiento del Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación Productiva de la Nación para desarrollar este proyecto, que consistió en hacer tres estudios de la cuenca para determinar cómo manejar los excedentes hídricos para no perjudicar los campos, haciendo una planificación del uso del agua.

La propuesta está inspirada en la creciente demanda mundial de alimentos y en un reciente estudio de la FAO que determinó que existen más de 1000 millones de personas con hambre en el mundo, con lo cual es de vital importancia cuidar todos los suelos productivos del planeta donde se producen estos alimentos.

Bona es ingeniero agrónomo, titular de la consultora San Luis Agro e integrante del equipo técnico que ejecuta el ambicioso plan, explicó entonces a El Semiárido que la mayoría de los campos de La Petra son predios cultivados con un gran potencial de desarrollo de diferentes cultivos, como soja, maíz, girasol, sorgo, entre otros de alto valor comercial, pero advirtió que estas producciones se ven disminuidas en sus rendimientos por el serio problema de erosión que existe en la zona.

Explicó el profesional que el origen de estos suelos es un loes  transportado por el viento, confiriéndole  una estructura muy inestable, con una alta susceptibilidad a los problemas erosivos, tanto eólicos como hídrico, por lo cual considera muy relevante  planificar su uso  racional: “Es de fundamental importancia establecer prácticas culturales o pautas de manejos de los suelos a fin que los productores agropecuarios, que intervienen  en dichas cuencas manejen sus suelos de tal forma de minimizar los  problemas erosivos”.

Este proyecto apuntaba a  planificar un conjunto de prácticas integradas de manejo de los suelos a los fines de disminuir el proceso erosivo que está sufriendo esas zonas: “Los productores no son proclives a hacer curvas de nivel, por lo complicado que es hacer las labores culturales con lo cual es más aconsejable realizar terrazas paralelas con desagües empastados”.

Objetivos del proyecto Cuenca La Petra

La iniciativa busca mejorar la producción de granos y disminuir la erosión hídrica a través de la incorporación de técnicas culturales  de manejo del agua de lluvia.

El área de estudio se denomina Cuenca  La Petra, la cual está situada en la ladera este del Macizo Central en la Provincia de San Luis. Comprende una superficie total de 27.766 hectáreas. Está comprendida entre los paralelos 33°21’S como límite sur, 33°08’S límite norte y. meridiano 66°10’ W como límite oeste y 65°53’ como límite este.

Los suelos de la cuenca están considerados como loes, lo que le confiere una gran inestabilidad en sus agregados y los hace susceptibles de procesos de degradación tales como sellado superficial y erosión hídrica, acentuada por ser una zona con pendientes promedio del 1.5 al 4%.

Esta cuenca está dividida de sur a norte por un lomo predominante denominado “Alto Blanco”, que nace en El Durazno Alto, pasa por Cuatro Esquinas y finaliza en La Cumbre, sobre la Autpista de las Serranías Puntanas. Del Alto Blanco sus aguas  vierten a dos grandes acuíferos, al oeste el rio Desaguadero y al este el rio Quinto.  La Cuenca La Petra está conformada por varias subcuentas.

Los trabajos contemplados en el proyecto consisten en el estudio la  totalidad de cuenca hidrográfica de La Petra,  el estudio y proyecto del micro embalses en cada sector que lo requiera y el estudio y proyecto de sistematización de las diferentes  subcuencas.

“Estos estudios nos darán la pauta de cómo manejar estos  excedentes hídricos,  los cuales serán derivados a canales empastados que no erosionen los campos y en micro embalses para acumular el agua en exceso  y poderla  reutilizar en regar lotes aguas abajo para la producción de granos”, detallo Bona.

Otro punto destacado del trabajo es la organización de los productores agropecuarios intervinientes, para lo cual se plantea la realización de reuniones  para la conformación de un consorcio de conservación de suelos.

A su vez, consideran igual de importante que se desarrollen actividades preventivas para el incentivo a la adopción de la tecnología esto, como ensayos comparativos entre lotes actualmente con terrazas y sin terrazas de algunos productores que tengan estas técnicas y difundirlos.

Además de charlas técnicas para explicar las ventajas de adopción de esta tecnología, el profesional sugiere encarar el desafío, en conjunto con el Ministerio de Medio Ambiente Campo y Producción, de organizar a los productores agropecuarios a través de un consorcio de conservación de suelos, establecer las áreas más problemáticas y diagnosticar qué sector está más comprometido.

Una amplia área bajo estudio

El área de estudio comprende cuatro subcuencas: Arroyo La Petra, Arroyo Las Barranquitas, Arroyo Estancia Grande-El Durazno y Arroyo los Puquios

Las tareas programadas contemplan el estudio de los campos de los productores del Grupo de Cambio Rural  San Luis para determinar el o los mejores  lotes  para hacerlos demostrativos del problema de cada campo.

También harán un estudio la cuenca hidrográfica, que comprende a la totalidad de la  topografía de la cueca La Petra para determinar las zonas más comprometidas con  erosión  hídrica y proyectar las terrazas.

Se suma otro estudio y proyecto de “micro embalses”, para determinar las mejores zonas para la realización de las micro presas y el estudio y proyecto de cada uno de los embalses; otro estudio y proyecto de sistematización de las cuencas: “Esto non permitirá saber a ciencia cierta cada  una de las  soluciones para cada problema  que se presente”.

Bona revelo además a este medio que pretenden dejarle a la provincia de San Luis un estudio específico sobre un problema puntual que se agrava cada vez más.  Prueba de ello es la cantidad de sedimentos que siguen ingresando al Dique Paso de las Carretas, parte de la cual puede constatarse en fotografías satelitales.

El ambicioso proyecto busca además promover la toma de conciencia del problema y de su solución; medir el aumento de producción de  granos a través de comparaciones con otros lotes del mismo campo; determinar  la disminución de la salida de agua de los campos a través de los aforos que se pondrán cada uno de los campos; difusión de las Diferentes técnicas de conservación de suelo, con el aporte de jornadas de divulgación técnica; armar un manual de buenas prácticas para la conservación de suelos y difundir las técnicas a través de jornadas y medios de comunicación.

Bona señaló que existen en el  país numerosos ejemplos de proyectos de conservación de suelos y formación de consorcios para el control de erosión hídrica y recordó que en la Provincia de San Luis, desde la década del 80 se han realizado prácticas de control, tales como el cultivo en contorno, cortando la pendiente y labranza reducida.

A partir de los 90, se realizan terrazas de base ancha en campos de productores: “Estas obras ingenieriles representaron un avance importante ya que terrenos con mucha pendiente, lograron reducir la erosión y mejorar la captación del agua de lluvia. Desde 2004 el gobierno de San Luis promueve acciones para la adopción de prácticas conservacionistas lo que quedó plasmado en la Ley de protección y conservación  de suelos”.

También citó como ejemplo que la provincia auspicia la creación del consorcio de conservación de suelos de la Cuenca El Morro.

El equipo de trabajo lo integran el grupo de productores de Cambio Rural (Grupo San Luis ), que está funcionando desde 1993 con diez miembros, todos comprometidos con el problema de la Cuenca La Petra; la Universidad Católica de Cuyo, a través de su Facultad de Veterinaria y la Consultora San Luis Agro.

Esta consultora Funciona desde el Año 1995 y tiene un equipo técnico especializado en el tema de conservación de suelos. Para este trabajo, los profesionales que aporta la empresa son los ingenieros agrónomos Gustavo Negro (director del proyecto), Adrián Bona, Agustín Pitavino y Alejandro Marín, y el ingeniero civil Horacio Pantano.