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San Luis: el 10 de abril se hará la primera jura de la 23° Prueba Pastoril Angus en Buena Esperanza

La Asociación Argentina de Criadores de Angus definió que el 10 de abril próximo se hará la primera de las tres juras fenotípicas a las que se someterán 71 toros de 58 cabañas, de las cuales siete son de San Luis.

La estancia Huelucán, del Grupo Tigonbu, cerca de Buena Esperanza, será nuevamente sede de la 23° edición de la Prueba Pastoril de Angus Centro, una exigente competencia que se extenderá durante 300 días y que finalizará con la coronación de los ganadores, que luego serán subastados el 11 de octubre en Río Cuarto.

En esta primera etapa, el jurado será Juan Ignacio Ezcurra, un cabañero de 39 años que creció en La Dulce, un pueblo cerca de Necochea, en el seno de una familia ganadera que lleva más de cien años dedicada a esta actividad. Para este experto Argentina está “al tope de la genética Angus del mundo, somos uno de los principales exportadores y una usina de genética muy importante”.


Fabián Otero, presidente de la entidad organizadora y fiscalizadora del certamen, confirmó la participación puntana. “Las cabañas locales siguen apostando por esta prueba, que año a año muestra una evolución en la calidad de los animales presentados”, destacó.

Las cabañas de San Luis que participan en esta edición son La Benedicta, de Héctor Gabutti; El Arbolito, de Ernesto Salvagno; El Viejo Zorzal, de Rodeo El Delmo SA; El Guadal, de Fernando González; Las Negras, de Vilma Belletitni y Otros SH, con Facundo Pereyra; La Rinconada, de Los Cardos Fideicomiso de los hermanos Amín; Tigonbu, de Tigonbu SA, establecimiento anfitrión de la competencia.

Tigonbu y La Benedicta inscribieron dos toros puros controlados cada una, mientras que las demás cabañas presentan un reproductor cada una. El Viejo Zorzal es la única que participa con un animal puro de pedigree.

Como cada año, se aplicaron protocolos sanitarios estrictos a los animales que ya ingresaron a principio de año. Se les administraron vacunas clostridiales, antitetánicas y respiratorias, además de un tratamiento antiparasitario. También se midió la circunferencia escrotal, el peso inicial y se identificó a cada toro con su correspondiente caravana.

Estos toros estarán en el campo durante diez meses, alimentándose principalmente de alfalfa y verdeos de verano e invierno. La calidad de los reproductores mejora cada año, lo que demuestra que las cabañas han aprendido a seleccionar mejor los animales que envían a la prueba.

En la edición anterior, participaron 70 toros de 55 cabañas de la región, con seis representantes de San Luis. El primer puesto fue para un ejemplar de la cabaña La Isabella, de Aguas Dulces SA, ubicada en Del Campillo, Córdoba. La Benedicta logró el tercer mejor fenotipo, destacándose entre los mejores del certamen.

La Prueba Pastoril Test del Río Quinto está diseñada para evaluar toros de entre un año y un año y medio de edad, sometiéndolos a condiciones homogéneas durante nueve meses. Su objetivo es medir el desempeño genético sin la influencia del ambiente, permitiendo identificar a los mejores reproductores de la región.

Con una competencia cada vez más pareja y una mejora constante en la calidad de los ejemplares presentados, la 23° edición de esta tradicional prueba promete consolidarse nuevamente como una referencia clave para la ganadería Angus en el centro del país.

Fotos: sanluisconelcampo – José Sombra.