En un clima de creciente tensión y con un tono inusualmente severo, la Asociación Agrícola Ganadera de Justo Daract hizo pública una carta dirigida al intendente municipal, Alfredo Domínguez, en la que denuncia la profundización de la inseguridad rural y exige medidas inmediatas para frenar un problema que, según describen, ya desbordó todos los límites tolerables.
La misiva, firmada por la Comisión Directiva, expone con crudeza la situación que atraviesan los productores locales, como un avance sostenido del abigeato, pérdidas económicas que se multiplican semana a semana y una sensación de desprotección que, aseguran, “atraviesa a toda la comunidad y compromete el futuro productivo de la región”.
En la carta, las autoridades de la Asociación expresan su “profunda preocupación” ante lo que consideran un deterioro continuo y alarmante de las condiciones de seguridad en la zona rural. Sostienen que los hechos de robo de ganado vienen ocurriendo desde hace tiempo, sin que hasta el momento se haya logrado implementar un control eficaz o una política municipal que brinde respuestas a los damnificados.
Describen un escenario que genera temor entre productores que, además de sufrir pérdidas económicas significativas, se ven expuestos a un clima de incertidumbre que altera su vida diaria y condiciona la continuidad de sus actividades.
El documento advierte que la situación se agrava por la proliferación de ventas clandestinas de carne que circulan abiertamente en redes sociales, grupos de WhatsApp y otras plataformas digitales de acceso público. Según la Asociación, estos canales no sólo alimentan el mercado negro sino que funcionan como mecanismo directo para dar salida a los animales robados.
La entidad reclama al Ejecutivo Municipal que asuma un rol activo en el control y la fiscalización de estas prácticas, a las que califican como “un peligro latente para la salud pública”. Subrayan que la falta de trazabilidad y controles bromatológicos convierte a estos productos en una amenaza para los consumidores, quienes podrían estar comprando carne sin garantías sanitarias mínimas.
“Es responsabilidad de la municipalidad velar por la seguridad y el bienestar de sus ciudadanos”, enfatiza la carta en uno de sus pasajes más firmes.
La Asociación solicita además la intervención inmediata del área de Bromatología para supervisar y actuar sobre estos circuitos de venta ilegal, con el objetivo de desarticularlos y restablecer condiciones sanitarias adecuadas en la comercialización de alimentos.
Sostienen que un accionar conjunto entre Seguridad, Bromatología y otras áreas municipales competentes podría finalmente mitigar el problema, siempre y cuando exista decisión política y operativa para llevarlo adelante.
El documento cierra con un pedido directo al intendente: respuestas prontas y acciones concretas. La Asociación deja en claro que el tiempo de las advertencias se está agotando y que el sector productivo no está en condiciones de seguir soportando el impacto del delito rural.
La comunidad agropecuaria de Justo Daract, históricamente motor económico de la región, espera ahora que el Municipio active mecanismos efectivos que frenen una problemática que, de continuar sin intervención, podría derivar, según anticipan, en un punto de no retorno.
