En los parajes rurales de San Martín, en San Luis, los pozos se secaban muy seguido y las familias debían caminar kilómetros sólo para conseguir agua.
A través de Pro Huerta se instalaron bombas sumergibles que funcionan con energía solar y les permiten recolectarla cerca de sus casas para consumir, cocinar y alimentar a sus animales.
Este proyecto fue desarrollado a través de la Agencia de Extensión Rural Concarán junto a la Secretaría de Agricultura Familiar en San Luis.