El Canciller destacó el valor de la agricultura nacional y propuso como desafío vender el modelo al mundo. Aapresid presentó un proyecto para buscar nuevas formas de medición de la huella de carbono.
En una reunión por videoconferencia con representantes de la Asociación Argentina de Productores en Siembra Directa (Aapresid), el Canciller argentino Felipe Solá afirmó que la Argentina tiene «la agricultura más competitiva del mundo en términos de incorporación tecnológica y pensamiento acumulado”. Y como consecuencia de esto propuso que “el desafío es vender ese paquete” a otros países.
Solá señaló que “no hay que subestimar el agro pensando que exporta bienes primarios, porque todo tiene detrás un proceso de tecnología, trabajo y conocimiento”. A raíz de esto les ofreció a los empresarios la ayuda de su cartera para conseguir que “en otros países se termine haciendo agricultura argentina, con tractores, cosechadoras, técnicos y empresarios argentinos”.
“No hay que subestimar el agro pensando que exporta bienes primarios, porque todo tiene detrás un proceso de tecnología, trabajo y conocimiento”, dijo Solá. “Si el primer valor de la cadena está asegurado porque garantizamos seguridad, calidad y sustentabilidad el reto que tenemos por delante es salir del primer eslabón hacia productos de mayor valor en la cadena.”
“Exportemos maíz, pero también maíz transformado en carne y carne convertida en carne preparada”, ejemplificó Neme.
En el encuentro también estuvo presente el secretario de Relaciones Económicas Internacionales, Jorge Neme, quien propuso la idea de que Argentina salga a vender más en lugar de esperar a que vengan a comprarle. “Para esa meta la Cancillería compromete su ayuda”, afirmó. Y propuso como algunos destinos para implementar esta propuesta a Etiopía, Mozambique, Angola, Túnez, Nigeria, Cuba, Bulgaria, Rumania y Kazajstán.
Por el lado de Aapresid, Alejandro Petek, José Luis Tedesco y Marcelo Torres, fueron los encargados de presentar ante Cancillería una propuesta de desarrollo agrícola que contempla los desafíos del cambio climático y sugiere buscar nuevas formas de medición de la huella de carbono.
