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Se oficializó el protocolo de calidad de texturizado de soja

Las autoridades de la Secretaría de Alimentos y Bioeconomía aprobaron el “Protocolo de Calidad para Texturizado de Soja” destinado a aquellas industrias que, de manera voluntaria, aspiren a emplear el sello “Alimentos Argentinos Una Elección Natural”.

El protocolo exige el cumplimiento de Buenas Prácticas de Manufactura (BPM) y la implementación de un Sistema de Análisis de Peligros y Puntos Críticos de Control (APPCC o HACCP por sus siglas en inglés).

La empresa además debe establecer y aplicar un sistema de trazabilidad que permita la identificación de los lotes de materias primas (incluyendo el material de envasado) desde sus proveedores a través de todas las etapas del proceso de producción y expedición a los clientes.

El texturizado de soja “debe ser empacado en envases de primer uso, resistentes, limpios y secos, que no transmitan olores y sabores extraños al producto”.

Se establece una distinción entre el texturizado de soja obtenido a partir de harina de soja semidesgrasada (expeller) y el elaborado en base a harina de soja desgrasada (Hi-Pro). Los atributos de la materia prima empleada en ambos casos pueden verse en el siguiente cuadro.

El texturizado de soja obtenido a partir de harina de expeller de soja debe contar con un nivel proteico mínimo del 45%, mientras que el elaborado en base a harina Hi-Pro tendrá que tener un mínimo de 50% (en ambos casos con una humedad máxima del 6%).

“La empresa debe realizar un control de los parámetros sensoriales a fin de cumplir con las características deseadas por los consumidores y mantener un registro de los mismos. El color, olor y sabor, deben ser característicos. El producto debe presentar mordida tipo carne una vez hidratado”, indica el protocolo. Además, los texturizados deberán responder a los siguientes requisitos de inocuidad:

“La granulometría del producto es variada ya que depende de los requisitos del cliente en función de la aplicación que tendrá el texturizado de soja. Sin embargo, se define una tolerancia máxima del 5% para la presencia de polvo (material con granulometría inferior a 1 mm) en el producto terminado”, especifica el documento.

Fuente: Valor Soja