«En la ansiedad de querer ser más ágiles, más independientes, más automáticos corremos un gran riesgo de que varios se queden en el camino», advirtió el productor y dirigente agropecuario Juan Dodro al advertir que el nuevo sistema de cobro del Senasa, que pasó a ser totalmente electrónico, complica a un importante número de ganaderos chicos de la provincia de San Luis por falta de información, tecnología, conectividad y servicios bancarios.
En una carta dirigida a El Semiárido, Dodro critica la ausencia de las entidades y de los gobiernos por la falta de acompañamiento en esta transición, pero propone una salida «docente»: «Solo hay que abrir las pesadas puertas que frenan esa comunicación con los productores que necesitan una orientación».
El siguiente es el texto de la queja y propuesta del ganadero puntano:
«Me preguntaba si hoy la dirigencia rural de la provincia y del país están ala altura de las circunstancias. Muchos se preguntarán por qué, y el por qué es simple, para construir tenemos que salir y ver cuál es la necesidad de los productores y esto se puede hacer a través de las instituciones que tenemos: sociedades rurales, INTA, ministerios, Senasa, ferias, asociaciones, centro de vacunaciones, IPCVA y todos aquellos que formamos parte del sector del campo.
Hoy nos encontramos ante una polémica resolución de Senasa quien dejará de cobrar en efectivo y con cheque en sus oficinas locales. La misma tiene sus beneficios, como la auto-gestión, que para muchos de lo que la tenemos es realmente una herramienta que nos agiliza el trabajo, pero para eso necesitamos contar con varias condiciones, desde una PC (la realidad es que en el sector del campo no todos la tienen), conocimientos básicos pero conocimientos al fin del manejo de la misma y buena conectividad a Internet que en muchos lugares donde residen pequeños productores no la hay.
Yo al principio me preguntaba: ¿cuál es la idea? para mí como productor de campo son cosas que dejan cada vez más afuera a los pequeños productores, cuando tendríamos que trabajar en hacer una docencia masiva para con ellos y lo ideal sería atraerlos, no alejarlos. En este tipo de cosas son las que tienen que estar atentos los representantes del sector, ese es el momento de levantar la mano y decir ‘vamos aportar una idea constructiva en función de agilizar la tarea del hombre de campo’.
Yo, Juan Dodro, quiero aportar constructivamente mi idea. Está perfecto el agregar más opciones de pago, pero dejaría la posibilidad del mismo en las oficina locales de Senasa para aquellos productores que no tengan la posibilidad de un sistema de pago automático como cuenta en un banco, tarjeta de débito, etc. Inclusive, hay lugares que no cuentan con rapi-pago ni sucursal del Banco Nación.
Propongo que mancomunadamente salgamos. Primero, hacer una docencia informativa y un relevamiento de cuál es la situación en cada lugar para poder hacer algo que no aleje a los pequeños productores. No nos olvidemos que durante doce años la única gestión que se hizo fue desaparecer a los productores ganaderos y hoy no cometamos el error de no ser consultivos, de que tenemos instituciones; solo hay que abrir las pesadas puertas que frenan esa comunicación con los productores que necesitan una orientación o un asesoramiento, que se sientan seguros de ir a preguntar y no con miedo o temor y así provocarle cada vez un mayor aislamiento, que se sepa que hay ganas de hacer las cosas bien, solo necesitamos ser un poco más sinérgicos para no perjudicar a ningún eslabón de la cadena. Tan lindo que es ser ganadero y no importa cuantos terneros se producen, lo que importa es el aporte que se hace al producir ese ternero.
Hoy, en la ansiedad de querer ser más ágiles, más independientes, más automáticos corremos un gran riesgo de que varios se queden en el camino».
Foto: Archivo Senasa.
