Según este estudio, de prevalecer las condiciones climáticas promedio para lo que queda del invierno, y con el aumento propio de las temperaturas de los meses de Setiembre y Octubre, el Déficit Hídrico de los arroyos (primero) y de los acuíferos del faldeo (unos meses después) sería de los más severos de la última década.
El informe técnico, elaborado por el Ing. Ar. Alejandro Strelin (representante de la Ong Acción Ciudadana de los Comechingones) se basa en un estudio de balance hidrológico al piedemonte de las sierras señalando que se han tomado los elementos disponibles de registros y observaciones (aclarando que lo ideal sería un estudio a lo largo de toda la cuenca).
“El objetivo de esta comunicación es remitirle un informe elaborado por el Consejo Asesor de Medio Ambiente respecto de la situación hídrica de la región y advirtiendo sobre la crisis inminente al respecto. El objetivo de esta comunicación es que se tomen… las acciones pertinentes para advertir a la población sobre ello y prevenir tanto la escasez de agua como los potenciales incendios que se podrían provocar…”, señala la nota que el COAMA ha remitido tanto al Intendente como a los Concejales.
Los integrantes del organismo asesor ambiental han destacado que con esta información no se pretende alarmar sino prevenir y que las autoridades competentes se anticipen a tomar las acciones que fueran pertinentes.
El Consejo Asesor de Medio Ambiente es un ente mixto creado por Ordenanza, con funcionamiento ad-honorem, que tiene por labor intervenir emitiendo dictámenes no vinculantes, en cuestiones ambientales. Está integrado por representantes del Departamento Ejecutivo, del Concejo Deliberante, de las Universidades Nacionales (UNSL y UNLC) y por las organizaciones con actividad vinculada al ambiente que son Acción Ciudadana de los Comechingones, Agrupación Juvennat, Club Andino San Luis, Fundación Espacios Verdes, Fundación Tierra de Oro y Patrimonio Natural.
Quienes deseen comunicarse con el COAMA pueden hacerlo escribiendo al correo consejoasesordemedioambiente@gmail.com.
Informe completo
Breve resumen de las actuales condiciones hidrogeológicas de la vertiente occidental de la Sierra de los Comechingones.
Ing. Agr. Alejandro Strelin
Históricamente, la única fuente de agua de las poblaciones que ocupan el faldeo de la Sierra de los Comechingones han sido los arroyos (cursos de agua superficiales). Estos son de relativamente escaso caudal y –en parte- semipermanentes. Dichos cursos de agua se nutren de las precipitaciones que acontecen en la parte alta de la montaña, generalmente durante el período que va de octubre a abril (aprox. 90% del total), con algún eventual aporte producto de lloviznas o nevadas invernales (ver Figura 1- elaboración propia).
Toda esta precipitación se va almacenando en las “vegas o mallines” de la peniplanicie de las cumbres y en las grietas y porosidades de las rocas que subyacen a ella. De esta manera se origina una reserva mixta y temporaria de agua a más de 1800 / 2100 m.s.n. En verano, si no lloviera regularmente, esta reserva se agotaría en dos o tres meses. En invierno el agua almacenada puede durar mucho más, dependiendo esto de múltiples circunstancias meteorológicas.
Los arroyos poseen un recorrido superficial corto, ya que ni bien abandonan la base rocosa de la sierra se infiltran completamente en los sedimentos del pie de monte (ver Figura 2). De esta manera –y más aún durante las crecidas- pasan a alimentar el acuífero que ocupa la parte central del Valle del Conlara. Finalmente el agua del acuífero del valle termina drenando hacia el río Conlara (Figura 2 – elaboración propia).
Actualmente, teniendo en cuenta condiciones climáticas promedio, el agua que escurre por los arroyos alcanza a abastecer escasamente a la población estable de Merlo. Los años con menor registro de lluvias generan períodos de déficit que impiden el normal abastecimiento con agua potable de las poblaciones (tanto de Merlo como de Carpintería y Los Molles). El recurso auxiliar del bombeo desde el acuífero del valle dejó de ser una alternativa segura debido a los prolongados períodos de sequía y a la total falta de control o monitoreo de su explotación (sin mencionar el altísimo costo económico de volver a elevar el agua en más de 350 m de altura). Todas estas circunstancias se describieron ya hace seis años, en ocasión de publicarse el informe solicitado por la Cooperativa de Agua de Merlo (para ver “extracto del Informe 2014” click aquí).
Si contáramos hoy con el instrumental de medición y registro que instalara hace ya 50 años el Convenio Argentino–Alemán de Aguas Subterráneas (C.A.A.A.S.) a lo largo de las principales sub- cuencas serranas, estaríamos conociendo con mucha certeza y anticipación los rendimientos esperables, no solo en los arroyos, sino también en nuestros acuíferos. Lamentablemente la desidia, la miopía o la inoperancia de los encargados de garantizar la continuidad de estas gestiones, derivaron en la casi total destrucción de estas estaciones hidro-meteorológicas y –consecuentemente- en la total orfandad a nivel de datos hidrogeológicos confiables, continuos y actuales (por lo menos en lo que concierne a la gran Cuenca del Conlara).
Para suplir esta carencia ponemos a disposición de los interesados (los que deseen o necesiten anticiparse a situaciones de Déficit Hídrico) un método alternativo para inferir –inductivamente- la posibilidad de que se repitan períodos de faltante de agua como los históricos (o incluso para predecir si podrían ser más graves que los conocidos). El método se basa en un Balance Hidrológico, ya no del sistema ideal (que sería a lo largo de toda la cuenca) sino en un lugar puntual del Pedemonte de nuestra Sierra. Se basa en registros y observaciones meteorológicas en la estación más próxima al faldeo con la que contamos actualmente. Se entiende que es una metodología indirecta y –por ende- poco precisa, pero lamentablemente es lo único que podemos ofrecer. Para ver una infografía del Estudio hacer click aquí (o ver Anexo).
Según este estudio, de prevalecer las condiciones climáticas promedio para lo que queda del invierno, y con el aumento propio de las temperaturas de los meses de Setiembre y Octubre, el Déficit Hídrico de los arroyos (primero) y de los acuíferos del faldeo (unos meses después) sería de los más severos de la última década.
Finalmente cabe decir que una provincia semiárida como la nuestra necesita administrar con criterio las escasas fuentes de agua con las que cuenta. Esto es imposible sin el conocimiento acabado del recurso hídrico y de su dinámica, y sin un monitoreo continuo y adecuado de los parámetros hidro- climáticos (del que hoy carecemos).
Fuente: elcorredornoticias.com.
