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Perspectivas Agrícolas 23/24

*Por Grupo Cencerro
En el agro actual los productores deben poner foco en gestionar eficientemente sus números
ya que de ello depende el futuro de su empresa. Hoy existen nuevas herramientas que forman
parte del presente y futuro del sector.
Entramos en el período donde, con cada uno de los productores y empresas que trabajan junto
a nosotros en las más de 150.000 has. que gestionamos en Argentina, confeccionamos sus
respectivos presupuestos y a su vez las distintas perspectivas agrícolas, las cuales son armadas
sobre la base de las características de cada empresa y los objetivos que cada empresario
establece.
El objetivo de las perspectivas es especificar indicadores como márgenes brutos, costos
directos, rendimientos de indiferencia y rentabilidad.
Contexto
Somos conscientes de que el contexto actual no es el mejor para los productores (¿cuándo lo ha
sido?). Luego de los bajos resultados que trajo la campaña 22-23, muchas de las empresas
deberán revisar su estrategia a la hora de invertir.
En este momento, toda empresa agropecuaria debe tomarse el trabajo de cuantificar el daño
causado por la sequía tranqueras adentro. Siguiendo la línea inicial, no alcanza con decir que nos
fue mal, hay que cuantificar el daño y proyectar distintos escenarios de decisión para lo que viene,
esperando lo mejor pero estando preparados para lo peor.
En el caso de los que arriendan, deberán estar atentos a los valores. Estamos transitando el
momento donde se llevan a cabo las negociaciones, y por lo pronto no se perciben bajas.
Si hablamos de precios internacionales, lo hacemos destacando que han sufrido bajas. No se
puede dejar a un lado el conflicto Rusia – Ucrania ya que este sigue siendo un factor que influye
en la oferta y demanda del mercado internacional. El local, por su lado, se ve marcado por
medidas como el dólar soja y la realidad de que estamos viviendo un año electoral, pensando
esto último en los cambios que puede sufrir el tipo de cambio a partir de los resultados.
Así también debemos hablar de los productores que apostarán a la próxima campaña. Algunas
de las empresas que trabajan junto a nosotros han decidido apostar por la agricultura para las
próximas campañas. De esta manera, hemos procedido a conformar las perspectivas 23/24
para ellas.
Ejemplo
El siguiente escenario está pensado para establecimientos ubicados en zona núcleo.

En conjunto con la administración de la empresa en cuestión, llevamos a cabo los análisis de
sensibilidad de margen bruto de cada uno de los cultivos que se sembrarán.
¿Qué es un análisis de sensibilidad?
Este nos sirve para conocer cómo se va modificando el margen bruto del cultivo cuando se
mueven las dos variables principales: el precio y el rinde.
El objetivo de este trabajo es mostrarle a los productores el precio mínimo a través del cual
debe desprenderse de su producción para no sufrir pérdidas. Veámoslo en los siguientes
cuadros.
En lo que es trigo, un productor que apunte a vender a 251 USD, siendo su rinde proyectado de
3.500 kilos, logrará con eso que su margen bruto sea de 54 USD por ha. En caso de que pueda
venderlo a 213 USD, el margen pasará a ser de – 60 USD, llevándolo a situación de quebranto.


Ahora bien. Miremos y analicemos el rinde de indiferencia en cada caso.
Recordemos primero que esto se trata de una comparación de los rindes estimados con el rinde
de indiferencia. Permite entender si es alta o baja nuestra estructura de costos directos.


Revisando lo que se proyecta para cada cultivo, el trigo y el maíz tardío son en los que menor
margen bruto se estima. Al realizar la comparación entre rinde proyectado y rinde de
indiferencia, vemos que en ambos casos la ganancia no se expresa en un valor mucho más alto
que la inversión. Con esto los productores tienen la posibilidad de decidir si realizar o no
modificaciones.
Comparemos ahora los márgenes con la rentabilidad esperada según el presupuesto agrícola
de las empresas situadas en zona núcleo.


Es importante destacar que todos los cultivos analizados tienen rentabilidad positiva
(recordemos que la rentabilidad es el indicador que define si el productor gana o pierde, antes
de impuestos).
La soja de 2da es el cultivo que mejor performa, seguido de soja y maíz de 1ra. El trigo es un
cultivo que, si bien no representaría un gran aporte a la rentabilidad general de las empresas,
sirve para traccionar la soja de 2da y, sobre todo, entregar liquidez en diciembre/enero.
Esto es fundamental para el flujo de caja proyectado de la empresa, que también se vuelve
imprescindible confeccionarlo en estos días para todas las empresas que pretendan tener un
buen desempeño en la 23-24.
Conclusiones
Ser precisos en el análisis de la unidad de negocio agricultura se ha convertido en un punto
clave para las empresas del sector. Teniendo en cuenta los resultados que está dando la
anterior campaña, ser prolijo en la administración de la 23-24 será vital para el futuro de la
empresa. .
No debemos olvidar que este presupuesto agrícola hay que ir comparándolo con la ejecución
de los costos reales, mes a mes. La gestión debe ser mensualizada. No es una buena decisión
mirar los números una vez al año.
Por otro lado, como dijimos durante la columna, a este ejercicio debemos agregarle el flujo de
caja proyectado para entender cómo vamos a asumir los compromisos del año. Es clave saber
cómo entra y sale el dinero de la empresa, semanalmente. En fin, hay mucho trabajo por
delante para quien lidere la gestión económica-financiera de la empresa.