El Grupo Lundin Gold presentó ayer el estudio de factibilidad del proyecto Josemaría, ubicado en el departamento de Iglesia, que contempla el inicio de las obras de construcción del emprendimiento en el tercer trimestre del 2021. Será el camino, en una primera etapa, de 250 km de extensión, desde Rodeo. En el informe se habla del inicio de la producción comercial para el 2026, con una inversión total estimada en los 3.000 millones de dólares.
El anuncio es de gran importancia y crea expectativas para el sector minero provincial, ya que desde el 2010, cuando empezó a producir la mina Casposo, no volvió a ponerse en marcha otro proyecto metalífero
Al hablar de los plazos de ejecución, el informe consigna que empezarán con los detalles de la ingeniería básica en el primer trimestre del año próximo y el comienzo de construcción de la vía de acceso a la futura mina en el tercer trimestre. Según el cronograma previsto, los movimientos de tierra a granel podrían comenzar en el cuarto trimestre de 2022, que será la primera gran actividad de construcción en el sitio. La puesta en servicio del proyecto sería para fines de 2025 y la producción comercial en el 2026.
El secretario de Minería de la Nación, Alberto Hensel, dijo anoche que el trabajo es «un punto de partida muy interesante en un momento muy especial para el país. Pero, además, que se den este tipo de señales desde San Juan, es muy significativo».
El funcionario explicó que el estudio «tiene que ver con mostrar a los inversores el modelo económico financiero de un proyecto que entendemos que tiene todas las condiciones para abrir una nueva era en la minería del cobre en la Argentina». Y agregó que «se trata de un emprendimiento el que habíamos depositado mucha confianza desde el primer momento de la gestión del gobernador Sergio Uñac». Sobre los próximos sostuvo que «ahora estamos frente a la factibilidad y después vendrán el informe de impacto ambiental de explotación, después la evaluación y la declaración de impacto ambiental (DIA)».
En el informe se consigna que «demuestra un proyecto robusto, rápido y de bajo riesgo, con una operación a cielo abierto que alimenta una planta de proceso convencional a 152.000 toneladas por día durante una vida útil de la mina, de 19 años». Y señala que se espera una producción de metal anual promedio de 136.000 toneladas de cobre (Cu), 231.000 onzas de oro (Au) y 1.164.000 onzas de plata (Ag).
El trabajo también contiene declaraciones de Adam Lundin , presidente y CEO, quien expresó que «estamos muy satisfechos con los resultados del estudio de factibilidad, lo que indica que éste es uno de los pocos proyectos de cobre y oro fácilmente desarrollables en el mundo de hoy». Más adelante sostiene que «se prevé un resultado económico atractivo, que es comparable con otros proyectos de cobre/oro a gran escala que ya se están desarrollando o en producción en la actualidad».
Un tema que se había planteado desde el Gobierno de San Juan y que queda despejado en el informe es que el ciento por ciento de la infraestructura de la nueva mina estará dentro del territorio provincial «lo que simplifica los procesos de permisos y aprobación para garantizar un camino claro hacia el desarrollo del proyecto», consigna en uno de sus párrafos. Y también menciona la intención de «concentrar la logística utilizando transporte por camión y ferrocarril hasta un puerto de exportación en Rosario».
Será una mina a cielo abierto con instalaciones de almacenamiento de relaves, que demandarán la construcción de 3 presas, a partir del tercer año y hasta el año 18 del proyecto. En cuanto a la infraestructura se incluirá una red de caminos, una planta de procesamiento, instalaciones de apoyo, suministro y distribución de energía y agua, además del campamento.
A nivel nacional hay cinco grandes proyectos de cobre, cuatro de los cuales están en San Juan. Se trata de El Pachón (Glencore), Altar (Aldebaran Resources), Los Azules (McEwen Mining) y Josemaría (Grupo Lundin).
Vías de acceso y la energía
En el plan se mencionará que se construirá una carretera de acceso de dos carriles con superficie de grava, de aproximadamente 250 km de largo. La entrada estará en la localidad de Rodeo, en Iglesia, y servirá para acomodar cargas de gran tamaño durante la construcción y concentrar el transporte y otro tráfico durante la operación.
También está contemplada una línea de transmisión de alto voltaje de circuito único de 220 kilovoltios, de 252 km de longitud, que seguirá el corredor vial y que suministrará energía eléctrica al proyecto.
El concentrado de cobre se transportará a granel, por carretera, a una instalación intermodal de carretera a ferrocarril que se ubicará en Albardón, donde será transferido a un sistema ferroviario para su transporte a la Terminal Puerto Rosario (TPR). La intención de los inversores es exportar el material a fundiciones en Asia, Europa y otras partes de América del Sur.
Fuente: Diario de Cuyo
