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Medidas para prevenir el síndrome urémico hemolítico en consumidores

El Senasa trabaja en su difusión para reflexionar y revalorizar los hábitos, y mejorar la calidad de la salud de la comunidad.

“Más vale prevenir que curar” reza el dicho. Prevenir es adoptar ciertas medidas para evitar un daño o peligro. En este sentido, el Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (Senasa) trabaja incansablemente con el objetivo de generar conciencia sobre el Síndrome Urémico Hemolítico (SUH).

La ley 26926 declara que el 19 de agosto se conmemora como Día Nacional de Lucha contra el SUH, en homenaje al natalicio del Dr. Carlos Gianantonio, gran maestro de los pediatras en Argentina y quien contribuyó significativamente al diagnóstico y tratamiento de esta enfermedad en nuestro país y en el mundo.

En la Argentina, el SUH constituye la principal causa pediátrica de insuficiencia renal aguda y la segunda de insuficiencia renal crónica. Según información del Ministerio de Salud de la Nación, esta enfermedad es responsable del 20% de los transplantes de riñón en niños y adolescentes.

El SUH es una enfermedad endémica y grave que se transmite por alimentos contaminados por una cepa de la bacteria Escherichia Coli, productora de una toxina que suele estar presente en la materia fecal de animales y personas.

En nuestro país la distribución de los casos no se registra en forma homogénea. Existen algunas zonas donde, debido a las altas tasas de casos ocurridos, resulta necesario reforzar las medidas de comunicación y difusión de las medidas de prevención.

¿A quiénes afecta?

Es importante tener en cuenta que el SUH afecta particularmente a niños, ancianos y aquellos que –por padecer otras enfermedades– tienen su sistema inmunológico deprimido. Por eso, en algunos casos puede llegar a provocar la muerte. Se recomienda evitar darles carne picada a los menores de 5 años.

Manifestaciones de la enfermedad

El SUH puede presentarse a través de los siguientes síntomas en las personas: fiebre, vómitos y diarrea, sangre en las heces, irritabilidad, debilidad y somnolencia, falta de producción de orina, palidez, hematomas, hemorragias subcutáneas en forma de pequeños puntos rojos (petequias) y coloración amarillenta de la piel (ictericia).

Ante la presencia de alguno de estos síntomas en menores de 5 años – pueden estar acompañados de fiebre – se recomienda llevarlos inmediatamente a la consulta médica.

Una vez diagnosticado el SUH, un especialista propiciará lo que se denomina “tratamiento de soporte” a fin de contrarrestar los síntomas, en función de la edad, del nivel de gravedad y de la tolerancia a los medicamentos de cada paciente.

Medidas de prevención

Sin bien el Senasa minimiza los riesgos de transmisión de la bacteria a los alimentos a partir de los controles permanentes en faena, fiscalizando y certificando la calidad, sanidad e inocuidad de los agroalimentos, es fundamental que los consumidores adopten adicionalmente una serie de cuidados al comprar, trasladar, almacenar, cocinar y consumir alimentos, como son:

  • Cocinar muy bien las carnes (especialmente la carne hasta que pierda el color rosado).
  • No usar la misma tabla y cuchillo para cortar la carne cruda y las verduras que no se cocinarán, así se evitará la “contaminación cruzada”.
  • Lavarse las manos antes y después de tocar animales, manipular alimentos e ir al baño.
  • Mantener la cadena de frío de los alimentos.
  • Consumir siempre agua potable y lácteos pasteurizados.
  • Lavar las verduras con agua (dos gotas de lavandina por litro de agua), dejando reposar la misma al menos 5 minutos.
  • Cocinar muy bien los alimentos que se consumen cocidos.

El Senasa recuerda a los consumidores que la adopción de hábitos simples y cotidianos puede hacer la diferencia en cuanto a la prevención de esta enfermedad. Por eso es esencial incorporar estos pequeños grandes cuidados que ayudarán a cuidar a los consumidores.