En el país cada año se registran entre 7 y 8 mil picaduras de escorpiones. Para controlar su presencia y prevenir un ataque, pueden tomarse medidas de precaución y control, tanto en el exterior como el interior del hogar. Desde BASF un experto remarca la importancia de concientizar sobre las últimas recomendaciones en cuanto a prevención y control.
En verano con las altas temperaturas prolifera la presencia de alacranes, y la persistencia de la sequía podrían incrementar esta problemática que preocupa a la población y a las autoridades sanitarias de muchas provincias en el país. Según datos del Ministerio de Salud y Desarrollo Social, se registran entre 7.000 y 8.000 picaduras de alacranes por año, de las cuales el 10% requiere el uso del antídoto. La especie asociada a los riesgos sanitarios en el país es Tityus trivittatus, que presenta una cola con aguijón y una protuberancia similar a una púa, sus pinzas son alargadas y el dorso posee tres rayas longitudinales oscuras.
Los alacranes, también conocidos como escorpiones, son arácnidos que están activos durante todo el año, aunque con menor intensidad en las épocas más frías, especialmente en provincias como Córdoba, Santa Fe, Entre Ríos y zonas del Norte de Buenos Aires, y de las regiones NOA y Cuyo.
“Respecto a la influencia de la continuidad de la sequía en esta problemática, hay que tener en cuenta que los alacranes buscan ambientes dentro del hogar más húmedos y frescos como los desagües y debajo de la bacha de lavado de la cocina”, explica Marcelo Hoyos, gerente técnico de Soluciones y Productos Especiales de BASF.
El alacrán no ataca al ser humano, pero en caso de sentirse amenazado, puede picar con la capacidad de fraccionar el veneno en función del tamaño de su agresor. En las últimas décadas, se han registrado alrededor de dos muertes anuales, la mayoría entre niños y adultos mayores.
“Los profesionales del control de plagas saben perfectamente que un buen insecticida con efecto residual dentro de un manejo integrado de plagas (MIP) es una herramienta clave del control de alacranes, pero siempre debe estar sustentado en un diagnóstico previo minucioso”, advierte el Ing. Hoyos.
Son arácnidos que pueden medir desde 4 cm hasta 12 cm de largo, y en ocasiones no son fáciles de identificar, ya que durante el día huyen de la luz ocultándose en grietas, hendiduras, debajo de piedras, escombros, ladrillos, troncos ahuecados incluso en rejillas y cañerías. Durante la noche, salen a buscar insectos como cucarachas, cascarudos, arañas como alimento. Cazan a sus presas utilizando sus poderosas pinzas y a veces con la ayuda de su veneno para inmovilizar a la víctima. Pueden permanecer mucho tiempo sin alimentarse y son muy longevos, viven entre 5 y 6 años.
Cómo prevenir las picaduras
Para prevenir las picaduras de alacranes, se deben tomar medidas de precaución tanto en el exterior como en el interior del hogar. Se recomienda no caminar descalzo, revisar el calzado y la ropa antes de vestirse, manipular la basura con guantes, mantener la leña alejada del suelo y realizar la limpieza de la vivienda y el traspatio con mucho cuidado y protección.
Los síntomas de la picadura de alacrán incluyen un dolor punzante e intenso en el lugar de la picadura y llanto en los niños. Si se experimenta una picadura, es importante buscar atención médica de inmediato, especialmente en los casos de niños, que corren mayores riesgos por su menor peso.
Qué debemos hacer ante una picadura:
· Ante todo, hay que guardar la calma y recurrir de forma urgente a un centro médico. Cuanto antes se llegue al hospital mayores probabilidades de salvar la vida de un niño o tratar adecuadamente a un adulto.
· Si se encuentra el alacrán en el momento y no sabes cómo capturarlo o no te se siente seguro de hacerlo, no se expongas. Alcanza con tomarle fotos y luego mostrárselas al médico.
· Si no lo encuentra en el momento, no se demores en dirigirse de inmediato a un centro de salud más cercano. El tiempo es muy valioso.
· No recurra a medicinas caseras pensando que aliviarán el dolor, se sugiere aplicar hielo para calmar el dolor local y evitar la inflamación.
· Si reconoce que la especie no es considerada peligrosa, igualmente hay que actuar rápido porque todas las especies conllevan a dolores intensos y cada cuerpo puede reaccionar distinto a las picaduras.
Medidas culturales preventivas para evitar la presencia de alacranes.
· Interior de la vivienda: Controlar insectos, lavar, limpiar y aspirar zócalos, grietas, hendiduras donde puedan ocultarse. En baños y cocinas utilizar limpia cañerías para reducir la población de otros insectos e incluso alacranes que puedan colonizar estos sitios.
· Exterior de la vivienda: Ordenar y retirar ladrillos, piedras, escombros, chapas, barrer, limpiar superficies, grietas visibles, pisos, zócalos y reparar paredes con fisuras.
“Las tareas complementarias físicas y culturales forman parte de un programa de manejo de corto, mediano y largo plazo, es necesario un manejo integral para alcanzar el éxito en la prevención y reducir el riesgo de picaduras», finaliza el Ing. Hoyos.