Inicio Agricultura familiar La Hidroponía como alternativa productiva

La Hidroponía como alternativa productiva

Es una de las tecnologías de producción que va tomando cada vez más lugar en la horticultura para cualquier tamaño de producciones. INTA San Luis propone esta técnica haciendo hincapié en el sistema de Balsas o también conocido como “Raíz Flotante”, siendo esta la más aconsejada para iniciarse.

En el marco del día del horticultor, durante el mes de mayo el Ingeniero Agrónomo de INTA San Luis Martín Chicahuala y el productor de amplia experiencia, radicado en Argentina Yanik Serge Sylvain desarrollaron una capacitación organizada por el Programa Prohuerta, dependiente del Ministerio de Salud y Desarrollo Social de la Nación y la Agencia de INTA Villa Mercedes.

Martín Chicahuala explicó los detalles de esta primera etapa en la aproximación a las precisiones y especificidades de la técnica: “estamos haciendo hincapié en el sistema hidropónico más simple de concretar para aquellos interesados en introducirse en la temática”

Sobre esta forma de cultivo se sabe que muchos pueblos de la antigüedad como las culturas aztecas lo aplicaban en forma de Chinampas que son jardines flotantes compuestos con barro, palos, agua y distintos materiales orgánicos.

“Hoy la definimos como cualquier técnica de cultivos sin suelo”, explica Chicahuala, quien añade que “en éste tipo de cultivos el sustrato que lo contiene no debe aportar nutrientes o lo más inertes posibles a la planta como: lana de roca, cáscaras de maní, leca, ladrillo, grava, entre otros materiales que actúan como sostén pero que no incorporan nutrientes”.

Según el especialista existen diferentes variantes de esta técnica no convencional como el sistema de Aeroponía (uso de neblina nutritiva) que es considerada como una técnica similar a la nebulización en seres humanos pero aplicadas a cultivos con sustancias nutritivas utilizada en verduras de hojas pero sobre todo en aquellas donde el producto final se encuentra por debajo del suelo (papa, rábanos, batata etc.).

En función de estos sistemas el investigador puntualiza que “de acuerdo a la complejidad y efectividad de la técnica o su articulación entre diferentes sistemas se añade el costo y un conocimiento exhaustivo para su logro”.

Un sistema simple y económico

En ésta primera aproximación los expositores propusieron iniciarse con el sistema de Balsas, considerado uno de los más sencillos para emprender la actividad en el cultivo hidropónico.

El armado del sistema consiste en un recipiente en el cual se contiene agua (pileta, batea o símil) y nutrientes determinados para la especie a cultivar. Consta de un material flotante que va a ser de sostén al cuello de la planta y la diferencia con otros sistemas, es que siempre va a estar sumergida en el líquido que proveerá la nutrición al cultivo y que deberá ser oxigenado.

Como ventajas planteadas por los capacitadores la propuesta de Balsa es muy fácil de implementar por su eficiencia y simplicidad; como dato curioso, los especialistas añaden que “se trabaja a una buena altura para la salud ya que es ergonómica y permite ser realizada sin grandes esfuerzos”.

El sistema tiene una inversión muy baja de energía “Se puede automatizar y controlar desde un celular con materiales muy económico como una pantalla solar”. “Su manejo puede ser a través de termostatos, temporizadores que se venden en cualquier casa de electricidad desde donde se le puede dar pulsos de aireación y circulación e incluso colocar luz para que continúe trabajando el proceso fotosintético detalló Chicahuala.

La técnica redunda en múltiples beneficios productivos como la obtención de hortalizas de calidad que permiten lograr cosechas más homogéneas en tamaño y sabor desde períodos cortos. En este sentido los rendimientos de un mismo cultivo por unidad de superficie cultivada son ampliamente más altos, comparados con los desarrollados a campo.

Además permite mantener la utilidad de un sistema sustentable, ya que, el uso del agua y fertilizantes es más eficiente sin depender de horario de riego ni precipitaciones e incluso de acuerdo al sistema podemos reutilizar materiales económicos y de descarte. Desde ésta perspectiva los especialistas plantean que “cualquier persona con ganas de producir alimentos de una manera sustentable y con dedicación puede lograr su desarrollo con mínima inversión”.

“Es una alternativa ideal para cultivos de plantas de menor tamaño y de hoja como: lechugas, rúcula, acelga, perejil, espinaca, menta, apio, orégano y algunas otras aromáticas. Aunque esta variante de Sistema de Balsa no se recomienda para plantas altas y pesadas ya que el soporte como el telgopor, puede quebrarse fácilmente”. “Tampoco es conveniente en cultivos de desarrollo subterráneo como: cebolla, zanahoria, papa, rábano por el exceso de humedad que proporciona el sistema”, reafirmó Chicahuala

Los capacitadores enumeraron que cada sistema tiene sus ventajas y desventajas, siendo el Sistema de Balsa es más económico porque pueden utilizarse materiales en desuso, y sólo implica la inversión en nylon (a modo de pileta) y sales como elementos imprescindibles.

El alcance en producción

Comparado con cualquier sistema real de cultivo en suelo la hidroponía utiliza entre un 90-96 % menos de agua que en el campo dependiendo del sistema; recurso limitado, potable y que reviste escases. Para los especialistas el uso de plaguicidas en ésta actividad son prescindibles por la ausencia de insectos y hongo de suelo. Aunque si existen plagas más fáciles de controlar y prevenir en forma orgánica.

Este tipo de técnicas no depende de factores complejos como, las lluvias o turnos de riegos y permiten la utilización de mallas protectoras con lo cual se evitan daños ocasionado por granizo, lluvias intensas y excesiva radiación solar. Puntalmente la eficiencia en uso del agua es óptimo en función a los rendimientos. En este sentido Chicahuala contempla que: “El tiempo de producción se acorta en el año porque no sólo se obtienen cultivos en menos tiempo, plantas más sanas y homogéneas, sino que al finalizar la cosecha, se limpia el sistema y en horas, se comienza nuevamente nuevo ciclo”. “En el suelo este modelo de cultivo es imposible porque deberíamos realizar todas las labores habituales de la horticultura a campo”, explicó.

Sin dudas, esta técnica se constituye como alternativa para hacer una huerta (con uno o más sistemas hidropónicos) sin necesidad de una alta inversión y que permite cosechar productos de excelente calidad, en forma eficiente y orgánica al alcance de la mano.

Fuente: INTA San Luis