A mediados de noviembre comenzó la cosecha primicia de Melón de Media Agua en San Juan y de acuerdo al relato de algunos productores, los volúmenes y precios este año van en caída libre.
El producto certificado por Indicación Geográfica (IG), reconocimiento que se le hace a determinados alimentos, señala que esta podría ser una de las peores campañas del último tiempo.
Esta situación comenzó a manifestarse el año pasado cuando los precios en los mercados llevaron al melón al borde de la quiebra. En ese momento, según estimaciones de la Cátedra de Agronegocios de la Universidad Católica de Cuyo, la caja de melón tenía que superar los $600 para una fruta calibre 6 o 7. Sin embargo, los valores fueron menores en relación al índice inflacionario.
Para esta campaña, el precio acordado no fue mejor. En un primer momento se estableció que la caja de melón debía costar $1000, pero luego ese valor descendió a $600. Este es uno de los principales reclamos que realizan los productores, ya que producir y embalar la fruta para ellos tiene un costo aproximadamente de $350.
A esta situación se le suman otros factores como la falta de promoción del melón sanjuanino. La certificación IG, con la que cuenta la fruta, podría ser una herramienta comercial clave que, según los actores del sector, no se está aprovechando. El escenario se complejiza además por el retroceso en la cantidad de superficie cultivada. Un ejemplo de eso último es Sarmiento, zona que concentraba el 50% de la producción provincial y que actualmente no supera las 250 hectáreas.
Los volúmenes de fruta para este año tampoco son alentadores. Según manifestó la familia Reyes al Diario de Cuyo, en San Juan hay poco o escaso melón y el poco que hay no vale nada. Esto sucede porque la competencia en los mercados es mayor debido al retraso de otras cosechas primicias, como fue la de Santiago del Estero. Los productores de esa zona debieron volver a sembrar y la cosecha de la fruta se solapó con la producción riojana.
Mendoza es otra de las provincias productoras de melón y una de las que aumentó su cantidad de hectáreas cultivadas en el último tiempo. Sin embargo, recordemos que en noviembre una fuerte tormenta generó grandes pérdidas productivas. En ese momento Juan Jaime, director de Desarrollo Económico y Turismo de Lavalle, aseguró al medio Los Andes que se registraron un total de 337 hectáreas golpeadas por la tormenta y que podía haber unas 100 más pertenecientes a productores familiares que no fueron incluidos en el registro oficial. Además el director calculó que en volúmenes de fruta, las pérdidas alcanzaron los 13 millones de kilos, siendo los melones primicia los más afectados.
Fuente: Revista InterNos
