Asoma la dimensión de la tragedia climática que castigó a la agricultura puntana. Las primeras estimaciones de pérdidas en los principales cultivos comerciales de San Luis muestran al maíz y la soja como los que más pérdidas de hectáreas, y posiblemente rendimiento, padecerán en la campaña que termina.
Según datos de la Bolsa de Cereales de Córdoba, en la campaña 2022/23 se habrían sembrado 535.700 hectáreas de maíz en la provincia, de las cuales el 39 % del área destinada a grano se perdería debido al granizo y las heladas.
En soja, se estima un área sembrada de 159.500 hectáreas, con una pérdida del 35 %, mientras que las 21.100 hectáreas cubiertas con maní se mantienen en pie, con algunos daños que traerían consecuencias en el rinde.
En cuanto al girasol, los cálculos de la misma fuente señalas que la producción llegaría a 108.000 toneladas, un 19 % menos que en la campaña pasada.
Y para el sorgo se espera una superficie de 27.400 hectáreas, con un 65 % con destino forrajero.
En la campaña 2022/23 se habrían sembrado 536 mil hectáreas de maíz en San Luis, lo que implica un aumento del 4 % interanual y del 30 % con respecto al promedio histórico (2017-2021). Más del 75 % de la superficie total corresponde a maíz tardío de primera, sembrado después del 1 de noviembre.
Hasta la semana pasada, se estima que el 39 % del área destinada a grano se perdería, debido principalmente a las heladas y a episodios de granizo que sucedieron en numerosos puntos de la provincia, sumado al calor y la sequía. Teniendo en cuenta que un 20 % del área se sembró con destino de picado, la superficie cosechable superaría levemente las 262 mil hectáreas.
El maíz temprano se encuentra atravesando sus últimos estadios, con un 30 % de los lotes ya en madurez fisiológica. El maíz tardío, por otra parte, presenta más del 60 % de los lotes en periodo crítico, momento en que se define el rendimiento. El cultivo se encuentra fuertemente afectado por las condiciones meteorológicas, con casi el 50 % de la superficie evidenciando un estado general entre regular y malo por lo que toda esta situación traería consecuencias en los rindes.
Por otra parte, la bolsa cordobesa calculó que para esta campaña una superficie de 159.500 hectáreas de soja en San Luis. Este valor sería un 12 % menor que la campaña anterior y 27 % inferior al promedio histórico (2017-2021). El 36 % corresponde a soja temprana, mientras que el 64 % se sembró luego del 15 de noviembre.
Tanto la soja temprana como la tardía se encuentran en distintos estadios del periodo crítico, si bien la mayor parte de los lotes tempranos ya se encuentran finalizándolo. Hacia finales de febrero se observaron graves daños causados por las condiciones meteorológicas, ya que casi el 50 % del área muestra un estado general entre regular y malo. Se espera que estas condiciones traigan una caída en los rindes, al encontrarse la mayor parte del cultivo definiendo su rendimiento.
La superficie sembrada con maní en la campaña 2022/23 llegaría a 21.100 hectáreas, las cuales a finales de febrero se encontraban atravesando distintos estadios del periodo crítico.
El cultivo se vio menos afectado por las condiciones climáticas, encontrándose un 62 % en condiciones buenas y muy buenas. Si bien hasta el momento no se ha reportado área perdida, los colaboradores informaron que las heladas y la falta de agua traerían consecuencias en el rendimiento.
Más del 90 % de las 27.400 hectáreas sembradas de sorgo se encuentran en el periodo de definición de rendimiento. En ese sentido, es de esperarse una baja en los rindes, ya que más del 45 % de los lotes tiene un estado general entre regular y malo.
Por otra parte, el 35 % de la superficie destinada a grano se perdió, debido a las heladas y a la falta de agua que afectó al cultivo desde los inicios del ciclo.
En la campaña 2022/23 la superficie sembrada evidenció un crecimiento interanual del 16 %, superando levemente las 90 mil hectáreas. Con la cosecha apenas comenzando, se espera para este año un rendimiento de 14,6 qq/ha. El rinde tendría una caída del 20 % con respecto al último año, debido a las condiciones que atravesaron al cultivo durante su ciclo y que causaron una pérdida del 19 % del área. De mantenerse esta situación la producción sería de 108.000 toneladas, un valor muy cercano al promedio de los últimos dos años.
Contexto climático
Durante los primeros meses de 2023 las precipitaciones fueron menores al promedio histórico para toda la provincia, con la excepción de General Pedernera, donde estuvo levemente por encima. Esta situación de sequía, junto con las variaciones extremas de temperatura, son las causantes de las pérdidas y malas condiciones detalladas previamente.