El oficialismo desistió de incluir el tema del proyecto de la ley de semillas en la sesión, luego de varios intentos para alcanzar el apoyo de algunos bloques opositores, que pidieron un plazo mayor para analizar el tema. Las negociaciones existieron hasta último minuto, pero no hubo lugar.
En caso de no lograr su sanción en el transcurso de este año a raíz del calendario electoral que no permite llegar a acuerdos políticos, es inminente que el proyecto pierda estado parlamentario y haya que iniciar un nuevo proceso de debate.
La disputa electoral puso en jaque la posibilidad de una media sanción de la Ley de semillas: ya no se trata de resolver cuestiones técnicas -como la protección del derecho del obtentor, el uso propio, el precio de las regalías o el control-, para lograr el apoyo a la ley. Sino que es una decisión política, donde cada legislador y cada bloque ponen en juego sus aspiraciones.
El interlocutor en el tema, por el peronismo federal, es el entrerriano Juan José Bahillo, que responde a Gustavo Bordet, actual gobernador de la provincia, que se enfrenta electoralmente al candidato del oficialismo, Atilio Benedetti, diputado nacional y uno de los “padrinos” del proyecto.
A su vez, la estrategia electoral a nivel legislativo de la oposición -FPV, Justicialismo y Massismo- es actuar en conjunto, lo que dificulta que el oficialismo realice alianzas entre bloques para alcanzar los votos.
Circularon versiones que el proyecto podría tratarse en la próxima sesión ordinaria de Diputados, es decir, el 8 de mayo, que sería la última sesión antes de que comience de lleno la carrera electoral.
La expectativa existe, pero las posibilidades de que los diputados zanjen sus diferencias políticas en dos semanas para avanzar con el proyecto, son pocas. Pero ningún escenario se descarta, sólo hay que atender las intenciones electorales de los contrincantes.
En caso de que se posponga el tratamiento, una vez más, la última “ventana” para avanzar con la Ley sería entre noviembre y diciembre, una vez finalizada la contienda electoral. Pero el resultado de las elecciones será el mentor que guiará el destino de los proyectos de ley.
Fuente: Fundación Barbechando
