Un 2 de julio de 1948 se sancionó la Ley de Arrendamientos y Aparcerías Rurales que posibilitó que los pequeños arrendatarios accedieran a la propiedad de la tierra, los primeros beneficiados fueron 78.000.
Cada 2 de julio se celebra este día por la sanción de la Ley de Arrendamientos que permitió a pequeños arrendatarios acceder a su propia tierra. Así, un día como hoy, pero de 1948, el Congreso sancionó la Ley de Arrendamientos y Aparcerías Rurales. Esta nueva legislación permitió que los pequeños arrendatarios accedieran a la propiedad de la tierra.
Según los datos aportados, los primeros beneficiados fueron 78 mil productores. Además, durante esa época las cooperativas agrarias comenzaron a tener una fuerte presencia y se convirtieron en un pilar del sector productivo.
La agricultura es el conjunto de técnicas y conocimientos para cultivar la tierra, relacionado con diferentes trabajos de tratamientos del suelo. Comprende un conjunto de acciones humanas que transforma el medio ambiente natural, con el fin de hacerlo más apto para el crecimiento de las siembras.
Por intermedio de estas acciones, se obtienen diversos alimentos como cereales, frutas, hortalizas, pastos cultivados y forrajes. Además, fibras utilizadas por la industria textil.
Pero, la agricultura no sostenible ocasiona la degradación de las tierras. Por ello es necesario replantearla, para que acompañe al biosistema, haga frente al cambio climático y pueda también ser fuente de combustibles bioenergéticos. Así, las prácticas promovidas para el desarrollo de la agricultura sustentable abarcan desde cultivos tradicionales, abonos verdes y rotación de cultivos. Estas técnicas agroecológicas tienen como objetivo mejorar el equilibrio del flujo de nutrientes y conservar la calidad de los suelos, fomentar la agrobiodiversidad, minimizar el uso de insumos externos y conservar y rescatar los recursos naturales.
Es fundamental la sustentabilidad en la agricultura combinando prácticas tradicionales con tecnologías modernas. El beneficio de estas prácticas consiste en que los cultivos explotan diferentes recursos o interactúan entre sí, evitando la erosión y pérdida de nutrientes.
