Inicio Agroindustria Cueros: el Gobierno eliminaría el régimen que limita sus exportaciones

Cueros: el Gobierno eliminaría el régimen que limita sus exportaciones

El Gobierno nacional prometió eliminar el régimen que prohíbe la exportación del cuero salado sin pagar retenciones, un viejo reclamo de la industria frigorífica. La promesa fue realizada por el Ministerio de Economía durante el anuncio del programa Precios Justos. Se busca permitirles a los establecimientos de faena bovina poder comercializar directamente al exterior las piezas, sin necesidad de que pasen por una curtiembre para su industrialización.

Si bien en principio la medida puede ir contra el principio de agregado de valor por parte de la industria nacional, la situación generada por el alto stock de cueros y el comportamiento de las curtiembres de no absorber todas las unidades generaba inconvenientes económicos y ambientales.

El cuero vacuno es el subproducto de mayor valor dentro del recupero de la faena en los frigoríficos. Años atrás, llegó a representar el 10% del valor de un novillo. Su venta permitía que la industria y los abastecedores de carne pagaran los servicios de faena.

Sin embargo, la caída en su cotización, debido al reemplazo por materiales sintéticos en marroquinería y en la industria automotriz, aumentó los volúmenes de existencia y dificultó su comercialización.

En la actualidad, la exportación de cueros salados paga un derecho de exportación de 10%, lo que hace inviable su operatoria comercial.

En los últimos cinco años, la sobreoferta y su reemplazo por fibras redujeron 90% su valor en dólares.

Por año, en el país, la faena de bovinos genera una oferta de más de 13 millones de cueros.

Un negocio con idas y vueltas

En la década de 1970, la exportación de cueros crudos no industrializados llegó a estar prohibida en Argentina, como medida de protección a la industria nacional. En 1992, y por decreto, se habilitó la comercialización al exterior de cueros salados con un arancel del 15%.

Si bien a fines de 2015 las retenciones fueron reducidas al 10%, el sector curtidor mantuvo la protección, “puesto que la base sobre la que se aplica dicho tributo es la cotización en Chicago del cuero de novillo con marca en culata (Butt Branded Steer) más costo de flete, determinando una alícuota efectiva muy superior a la nominal. De esta manera, el precio del cuero argentino pierde competitividad en el mundo, aun pudiendo ofrecer una muy alta calidad”, advirtió un informe de la Bolsa de Comercio de Rosario (BCR).

Durante la presidencia de Mauricio Macri, hubo algunos intentos por derogar el régimen de protección para el cuero curtido, pero no llegaron a concretarse.

En octubre de 2020 y hasta el 31 de diciembre de ese año, el Gobierno nacional autorizó la exportación de cueros salados, una medida que luego no volvió a adoptar más allá del pedido de los frigoríficos.

Fue la segunda eximición de los derechos de exportación al cuero crudo desde el comienzo de la pandemia. La anterior había sido a partir del 23 de junio 2020, con una vigencia de 60 días.

Esas medidas contribuyeron a dinamizar el comercio internacional del cuero argentino. Según datos de la BCR, durante el bimestre julio-agosto de 2020, las exportaciones de cueros en bruto se quintuplicaron respecto de las 4 mil toneladas exportadas en igual período de 2019.

Desde el sector frigorífico se aduce que el alto grado de concentración que tienen las curtiembres dificulta la colocación del producto, lo que termina erosionando su valor.

“Esperemos que esta vez se concrete. Igualmente, hasta que no esté publicada en el Boletín oficial no sabremos si el compromiso de autorizar la exportación se va a llevar a cabo”, aseguró Daniel Urcía, director ejecutivo de la Asociación de Frigoríficos e Industriales de la Carne de Córdoba y vicepresidente de la Federación de Industrias Frigoríficas Regionales Argentinas (Fifra).

La Voz del Interior – Alejandro Rollán